
Una nueva ruta aérea revive un servicio olvidado
Después de 15 años de ausencia, un avión vuelve a despegar con sobres, paquetes y esperanza. La alianza entre Mexicana de Aviación y el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) reactiva el servicio de mensajería aérea en México, comenzando por la estratégica ruta Tijuana–AIFA. Este hito no solo simboliza eficiencia operativa, también marca una apuesta por la soberanía logística del Estado.
El regreso de la mensajería aérea: una apuesta por la eficiencia nacional
Una firma con implicaciones estratégicas
El convenio firmado entre Mexicana y Sepomex no es menor. Representa una política pública enfocada en reconstruir capacidades perdidas del Estado en materia logística, en un país donde el 98% de la mensajería viaja por tierra y donde los tiempos de entrega, especialmente entre regiones fronterizas y el centro del país, superan fácilmente los tres días hábiles.
Con esta nueva ruta, se estima que los tiempos de traslado entre Tijuana y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) se reducirán a apenas 3 horas y 40 minutos, más del 50% respecto a la logística terrestre tradicional.
¿Por qué Baja California?
La elección de Baja California como punto de partida es estratégica. La entidad representa el 3.9% del Producto Interno Bruto nacional y concentra polos industriales, maquiladoras, comercio transfronterizo y una población en constante movimiento. Desde sus siete municipios —Tijuana, Ensenada, Mexicali, Playas de Rosarito, Tecate, San Felipe y San Quintín— parten más de 106 toneladas de materia postal gestionada por Sepomex.
Datos clave del arranque:
- Ruta inicial: Tijuana – AIFA
- Reducción de tiempo estimada: 50%
- Tonelaje postal desde Baja California: 106 toneladas
- Tiempo de entrega estimado: 3h 40m
- Aerolínea operadora: Mexicana Cargo Service
Mexicana y Sepomex: una colaboración con enfoque social
Vuelta al aire con una marca emblemática
Para la directora de Sepomex, Violeta Abreu González, esta alianza representa más que un contrato operativo. Es un acto de modernización del servicio público con sentido social, bajo el cobijo de una marca icónica del Estado mexicano: Mexicana de Aviación.
“No es solo transporte, es transformación con sentido social”, afirmó Abreu.
Este mensaje no es retórico. En un contexto donde la logística privada domina, el rescate del transporte aéreo postal con una aerolínea estatal recuperada refleja una visión de Estado que apuesta por la autosuficiencia en conectividad interna.
Logística con visión de territorio
El servicio no solo busca ser más rápido, sino también más justo. El nuevo esquema plantea llevar conectividad a regiones tradicionalmente marginadas del esquema logístico nacional, ampliando la cobertura de entrega más allá de los centros urbanos tradicionales.
Desde Mexicana Cargo Service, el director Leonardo Ávila Bojórquez reafirmó ese compromiso con las regiones. “Somos aliados de quienes quieren crecer y llegar más lejos”, expresó, subrayando que la meta es construir prosperidad compartida mediante infraestructura logística de calidad.
Plan México y el rediseño de la conectividad nacional
Claudia Sheinbaum y la nueva estrategia territorial
El relanzamiento de este servicio ocurre bajo el marco del Plan México, estrategia de desarrollo regional impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. El plan busca consolidar polos de bienestar, fortalecer la economía local y articular una red nacional que conecte regiones productivas con infraestructura pública eficiente.
Abreu González lo dejó claro: la mensajería aérea no es un fin en sí mismo, sino un medio para construir justicia territorial y dar valor agregado al desarrollo económico desde las regiones.
Los polos de bienestar: visión integral de conectividad
Tijuana y Baja California no serán un caso aislado. El objetivo, señalaron ambos funcionarios, es construir una red logística nacional que integre centros de producción y consumo mediante rutas rápidas, seguras y accesibles. Esta red, en palabras de sus impulsores, combinará eficiencia económica con principios de servicio público.
De la nostalgia al futuro: el simbolismo de Mexicana
Una marca recuperada con nuevo propósito
Mexicana de Aviación fue durante décadas la cara del país en los cielos. Su bancarrota en 2010 y el abandono de su flota representaron no solo una pérdida económica, sino también un vacío simbólico. Hoy, bajo gestión estatal, su resurgimiento en el sector de carga no busca competir con los gigantes logísticos, sino cubrir un vacío estratégico: el transporte con sentido social.
El uso de la marca “Mexicana” para servicios de carga postal —ahora como Mexicana Cargo Service— no es casual. Apela a la memoria colectiva, pero también al deseo de reconstruir lo público en un país donde muchas instituciones han sido desmanteladas en nombre de la eficiencia privada.
Lo que viene: ¿una nueva era para la logística estatal?
Consolidación de rutas y expansión territorial
Este primer paso entre Tijuana y el AIFA será el modelo a replicar en otras regiones. Si los resultados en tiempos de entrega, costos y satisfacción de usuarios son positivos, el convenio podría extenderse a otras ciudades clave como Mérida, Tuxtla Gutiérrez o Hermosillo.
Oportunidades para las PYMES y servicios locales
La reducción en tiempos de entrega también beneficiará a pequeños y medianos negocios que aún confían en Correos de México para sus operaciones. En un entorno de crecimiento del e-commerce, contar con un operador estatal más rápido y fiable podría representar una ventaja competitiva para miles de emprendedores.
Una apuesta por el Estado eficiente
La reactivación del servicio de mensajería aérea mediante la alianza entre Mexicana de Aviación y Sepomex representa mucho más que una mejora logística. Es un mensaje político y económico: el Estado puede y debe ser parte activa en la conectividad del país, especialmente en sectores donde la lógica de mercado ha dejado vacíos.
Este acuerdo no solo recupera rutas olvidadas. Plantea un nuevo modelo donde la infraestructura pública vuelve a ser protagonista del desarrollo, sin perder de vista la eficiencia, pero sin sacrificar el acceso territorial. Si logra consolidarse, podría marcar el inicio de una nueva era para la logística estatal en México.