
En un movimiento inesperado pero estratégico, el gobierno federal activó una compra urgente de medicamentos: 85 millones de piezas para enfrentar el desabasto en clínicas y hospitales.
Compra urgente para contener el desabasto: el contexto detrás de la cifra
La urgencia no es fortuita. En medio de un entorno marcado por licitaciones fallidas, reclamos ciudadanos y presión institucional por el abasto de medicamentos, el gobierno federal tomó una decisión que busca contener una crisis potencial: adquirir, de forma inmediata, 85 millones de piezas de medicamentos que permitirán cubrir cuatro meses de demanda hospitalaria en todo el país.
Esta operación, que incluyó 175 tipos de medicamentos —entre ellos 21 claves oncológicas—, se realizó mediante subasta inversa, una modalidad que, según las autoridades, permitió un ahorro de más de mil millones de pesos en comparación con los precios originales de licitación.
“Estas subastas incidirán en tener mejores condiciones de precio y evidentemente mejores proveedores”, aseguró el subsecretario de Salud, Eduardo Clark.
¿Qué hay detrás de esta compra masiva?
Un sistema bajo presión
La adquisición ocurre tras la nulidad de una licitación previa que puso en riesgo la continuidad del abasto. Lejos de ser solo una compra extraordinaria, esta acción se presenta como parte de una estrategia más amplia de reorganización del suministro nacional de insumos médicos.
Claves oncológicas: el foco sensible
Dentro del paquete adquirido se incluyen 21 claves de medicamentos oncológicos, lo que subraya la importancia de asegurar el tratamiento para enfermedades de alto impacto como el cáncer. Esto adquiere una dimensión aún mayor considerando que muchos de estos fármacos son de patente o fuente única, lo que complica su adquisición.
Más allá de la compra urgente: el plan estructural
Nuevos contratos tras la nulidad
Además de la adquisición inmediata, se formalizaron nuevos contratos para 954 tipos de medicamentos, derivados directamente de la nulidad de la licitación previa. Esto representa, según las autoridades, una mejora no solo en el costo, sino también en la logística de entrega.
“Son las primeras claves del proceso de nulidad que ya se reasignaron… las instituciones pueden pedir para que les llegue a los pacientes a la brevedad”, detalló Clark.
Proyección 2025-2026: estabilidad y ahorro
El abasto proyectado para los años 2025 y 2026 contempla 2,200 millones de piezas de insumos médicos, con un ahorro de 11.6 mil millones de pesos. Este dato resalta no solo un esfuerzo de contención inmediata, sino una planificación a mediano plazo que busca romper el ciclo de compras de emergencia que ha caracterizado al sistema en los últimos años.
La otra cara de la estrategia: el cáncer infantil como prioridad nacional
En paralelo a la compra de medicamentos, el secretario de Salud, David Kershenobich, anunció un protocolo nacional de atención primaria para la detección temprana del cáncer infantil. El objetivo: aumentar la tasa de supervivencia de 52% a más del 70%.
Leucemia, tumores cerebrales y testiculares: las alertas
El cáncer es la primera causa de muerte en niños de 5 a 14 años. Sin pruebas de tamizaje disponibles como en adultos, la detección en menores depende de la capacidad clínica de los médicos de primer contacto, especialmente en zonas rurales.
“Queremos aumentar la visibilidad de los datos que hacen sospechar el diagnóstico”, afirmó Kershenobich.
Señales de alarma: los síntomas invisibles
Se propone que cualquier síntoma persistente por más de 15 días sea motivo suficiente para realizar estudios especializados. La intención es clara: que médicos generales puedan identificar patrones tempranos y referir a especialistas, evitando diagnósticos tardíos.
¿Por qué importa? El impacto social y político del abasto
Transparencia y eficiencia: promesas bajo lupa
En un país donde los escándalos por desabasto, corrupción y compras amañadas han marcado el debate en salud pública, este tipo de compras urgentes deben leerse también como un mensaje político. Asegurar el abasto, reducir costos y evitar a proveedores incumplidos son banderas que el gobierno buscará ondear en un año clave para la agenda política.
¿Solución estructural o paliativo de emergencia?
Aunque las cifras son alentadoras, la pregunta que queda en el aire es si esta estrategia representa un cambio de fondo o simplemente un control de daños. El verdadero desafío será mantener el ritmo y asegurar que la logística, entrega y calidad de los medicamentos no se vea comprometida en el camino.
Entre la urgencia y la estrategia, el reto de sanar al sistema
La compra de 85 millones de medicamentos es más que una medida técnica: es un reflejo de las tensiones, desafíos y decisiones que enfrenta el sistema de salud en México. Si bien hay ahorros y previsión, el contexto obliga a mantener vigilancia ciudadana y periodística sobre cómo se cumplen los compromisos. En un país donde el acceso a la salud define vidas, cada pieza de medicamento cuenta.