El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha denunciado el 15 de septiembre de 2025 una inminente agresión militar Venezuela por parte de Estados Unidos. Desde Caracas, el mandatario afirmó que los canales de comunicación con Washington están «desechos», marcando una escalada crítica en las tensiones bilaterales.
Deterioro crítico de las comunicaciones bilaterales
En una conferencia de prensa con medios nacionales e internacionales en el Hotel Eurobuilding de Caracas, el presidente Maduro precisó que los canales de comunicación con Washington se encuentran «desechos». Respondiendo a una periodista del New York Times, quien preguntó sobre su declaración de dos semanas atrás acerca de que las comunicaciones estaban «maltrechas», Maduro enfatizó: «Las comunicaciones con Estados Unidos están desechas por ellos, por sus amenazas de bombas, muertes, chantaje; así no funcionamos nosotros, con amenazas y chantajes nunca jamás habrá nada y ellos lo saben; pasamos de una etapa de comunicaciones maltrechas a comunicaciones desechas».
No obstante, aclaró que los canales no están «en cero». Se mantiene un hilo de comunicación «mínimo» con John McNamara, embajador estadounidense en Colombia y designado para atender asuntos sobre Venezuela. Este canal opera principalmente para el mantenimiento del plan de repatriación de migrantes deportados desde Estados Unidos, una prioridad para el gobierno venezolano.
Acusaciones de agresión en toda la línea
Maduro fue enfático al describir la situación actual: «no es una tensión, es una agresión en toda la línea, es una agresión judicial cuando nos criminalizan, es una agresión política con sus declaraciones amenazantes diarias, es una agresión diplomática y es una agresión en camino de carácter militar». Reafirmó que los buques de guerra de Estados Unidos están «apuntando mil 200 misiles sobre Venezuela».
La polémica postura de Trinidad y Tobago
El presidente venezolano también hizo referencia a las recientes declaraciones de la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, respecto al despliegue militar estadounidense en el Caribe. «La primera ministra de Trinidad y Tobago se volvió loca, amenazando que desde territorio trinitario iba a mandar ataques a Venezuela (…) nunca un gobernante de Trinidad se había atrevido a declarar una guerra a Venezuela», denunció.
Maduro aseguró que detrás de esta postura «inédita» de Persad-Bissessar se encuentra el secretario de Estado Marco Rubio, a quien calificó como «el señor de la muerte, la guerra y el odio». Con tono enfático, sentenció que «se tienen que imponer relaciones de respeto… y veremos».
Incidentes marítimos: «buscan un incidente mayor»
Maduro se refirió al incidente ocurrido la noche del viernes pasado en aguas de la zona económica exclusiva venezolana. Un barco pesquero fue interceptado y abordado por 18 marines armados que bajaron del destructor estadounidense Jason Dunham, parte de la flota desplegada por Washington en el sur del Mar Caribe «para combatir el narcotráfico».
Calificó lo sucedido como un «bochorno» y afirmó que la intención de la operación era convertir un incidente menor en uno mayor. «Si los pescadores hubieran tenido algún tipo de armas, hubiera sido el incidente que estaban buscando quienes quieren una guerra en el Caribe», aseveró.
«Es un bochorno para la comunidad internacional y para el honor militar de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Es totalmente ilógico, extravagante estrafalario mandar un barco destructor misilístico con 380 profesionales de alto nivel a asaltar un buque de pescadores de atún… ¿Qué buscaban? ¿Quién dio la orden?», agregó.
Aseguró que los marines del Jason Dunham engañaron a los pescadores venezolanos diciéndoles que se habían comunicado con Caracas, contradiciendo el protocolo de cooperación militar vigente. «Es mentira, si se hubieran comunicado les hubiéramos dicho ¡váyanse de aquí!». A pesar de la gravedad, las medidas militares y políticas de disuasión y persuasión implementadas por Venezuela «han funcionado a la perfección, tanto que asaltaron un barco pesquero y el incidente no pasó a mayores».
El incidente previo y sus inconsistencias
Sobre un incidente anterior, donde un video publicado en redes por el mandatario estadounidense Donald Trump mostraba fuerzas militares de Estados Unidos disparando y destruyendo una lancha que presuntamente transportaba droga desde Venezuela, Maduro indicó que las investigaciones en su país siguen en curso. Trump afirmó que tres hombres murieron en el ataque, y que el episodio se produjo en aguas internacionales.
El presidente venezolano reflexionó que ese caso amerita una pesquisa de alto nivel en la Casa Blanca, tanto porque el video presenta inconsistencias que hacen dudar de su autenticidad, como porque su contenido es calificado por expertos como evidencia de una acción ilegal. Además, existen varias contradicciones entre lo declarado por Marco Rubio y lo afirmado por Trump sobre este suceso.
Desmentido categórico sobre narcotráfico
Maduro respondió a las declaraciones formuladas el domingo por su par estadounidense, Donald Trump, quien afirmó que Venezuela envía drogas y pandilleros a Estados Unidos. Maduro reiteró con énfasis que «es mentira» tanto esa afirmación como que la intención de Washington con su despliegue en el Caribe sea luchar contra las drogas.
Explicó que el narcotráfico se produce en Colombia con la complicidad de la oligarquía colombiana, señalando directamente a Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque como los máximos responsables. «Si usted dice que Venezuela envía ese veneno para allá, ¡es mentira! Venezuela no produce ni una hectárea de hoja de coca, aquí no hay laboratorios de producción y cuando los encontramos los volamos», aseguró.
Agregó que por Venezuela no pasa ni una pastilla de fentanilo, una droga que ha causado un inmenso problema de salud pública en Estados Unidos. Propuso que, si Washington en verdad quisiera combatir el problema, debería atacarlo por el lado de Colombia y Ecuador, por donde sale el 87 por ciento de la cocaína, y desarrollar un plan para combatir la adicción que padecen millones de personas en Estados Unidos. «En la medida que eso se combata, en poco tiempo se vería un reverdecer de la humanidad», expresó.
El verdadero objetivo: Cambio de régimen y control petrolero
Maduro afirmó que «todo el mundo, en Estados Unidos y en América Latina y el Caribe, sabe que la operación militar de Estados Unidos en el Caribe es para hacer un cambio de régimen en Venezuela». Agregó que, además, el plan es, apoderándose de Venezuela, torcerle el brazo a la OPEP+ y apoderarse de las reservas petroleras más grandes del mundo.
«Esas reservas son del pueblo venezolano y no serán nunca de más nadie, eso no ha ocurrido ni va a ocurrir», sentenció. Aseguró que en estas cinco semanas de amenazas por parte del poder político y militar de Estados Unidos, en Venezuela han estado «aprovechando el tiempo» y hoy ese país está «más preparado para preservar su independencia y construir la paz en las peores circunstancias», si les tocara ir a la lucha armada. «Estamos listos para defendernos, pido a dios que no suceda». Esta postura se enmarca en un cuarto de siglo de resistencia venezolana al injerencismo de Estados Unidos.
La denuncia de Nicolás Maduro no solo expone una tensa escalada diplomática, sino que también revela una profunda desconfianza en la región sobre las verdaderas intenciones de Washington. ¿Será este el preámbulo de una confrontación mayor, o una estrategia de disuasión en un ajedrez geopolítico donde la verdad es el primer sacrificado?