El panorama meteorológico en México y el Pacífico se mantiene bajo vigilancia. A pesar del debilitamiento de la tormenta tropical Lorena a una baja presión remanente, el riesgo de inundaciones repentinas y deslaves persiste en la península de Baja California y estados adyacentes. La situación exige atención continua.
Lorena se debilita, pero los riesgos persisten
La tormenta tropical Lorena se ha debilitado hasta convertirse en una baja presión remanente. No obstante, los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) enfatizan que el riesgo de inundaciones repentinas y deslaves continúa para diversas regiones de México. El vórtice del meteoro se encontraba inmóvil a unos 274 kilómetros al oeste de Cabo San Lázaro, México. Una imagen satelital de GeoColor capturada el 4 de septiembre de 2025 a las 11:20 EDT ya mostraba la tormenta tropical Lorena ante la costa de la península mexicana de Baja California.
Alertas y zonas de impacto
Los vientos máximos sostenidos de la tormenta postropical Lorena alcanzaban los 56 kilómetros por hora (35 mph) al momento de su clasificación como baja presión remanente. A pesar de su debilitamiento progresivo, con una disipación esperada para el domingo, se pronostica que Lorena aún podría dejar hasta 30 centímetros (12 pulgadas) de lluvia en precipitaciones aisladas. Estas precipitaciones afectarían partes de los estados de Baja California Sur, Baja California, Sonora y Sinaloa. El riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en estas regiones se mantendrá activo hasta el viernes por la noche.
El gobierno de México, como medida preventiva, suspendió todas las alertas y avisos relacionados con Lorena el jueves, tras un análisis de su trayectoria. Sin embargo, el CNH advirtió sobre la posibilidad de lluvias intensas en Arizona y Nuevo México. Estas podrían dejar hasta 10 centímetros (4 pulgadas) de agua y causar inundaciones repentinas aisladas hasta el sábado, extendiendo el radio de impacto de los remanentes del sistema.
El huracán Kiko, bajo constante monitoreo
Mientras la atención se centra en los efectos de Lorena, el huracán Kiko mantiene su fuerza en el Pacífico. Según el NHC, Kiko sostenía la categoría tres en la escala Saffir-Simpson. Sus vientos máximos sostenidos se mantenían en los 200 kilómetros por hora (125 mph).
Trayectoria y posibles efectos en Hawái
La ubicación actual de Kiko lo sitúa a unos 2.108 kilómetros (1.310 millas) al este-sureste de Hilo, Hawái. Su avance es en dirección oeste a una velocidad de 14 kilómetros por hora (9 mph). Los pronósticos sugieren que Kiko podría ganar algo de fuerza durante el viernes antes de iniciar un proceso de debilitamiento a lo largo del fin de semana.
Las autoridades meteorológicas han señalado que la lluvia y el viento asociados al huracán podrían alcanzar Hawái la próxima semana. No obstante, aclaran que es prematuro determinar la ubicación exacta o la intensidad de estos efectos. Por ello, se ha instado a la población a seguir de cerca el avance del huracán. Hasta el momento, no se han emitido alertas ni avisos relacionados con Kiko. Sin embargo, se prevé que las marejadas provocadas por el huracán comiencen a llegar a las islas hawaianas a finales de este fin de semana.
La volatilidad de los fenómenos meteorológicos subraya la necesidad de una preparación constante y una vigilancia experta. ¿Estamos realmente preparados para los desafíos climáticos que se avecinan, o la inercia política y social nos deja vulnerables ante la imprevisibilidad de la naturaleza?