Por Leslie Gordillo/CARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- La reciente alerta de viaje emitida por el Departamento de Estado de Estados Unidos, que colocó a todo México bajo algún nivel de advertencia por motivos de seguridad e incluyó la palabra terrorismo, ha encendido las alarmas en el sector empresarial de Quintana Roo, donde el turismo representa uno de los pilares económicos.
Sergio León Cervantes, presidente de Empresarios por Quintana Roo, señaló que el anuncio norteamericano forma parte de un contexto más amplio de presiones políticas y comerciales, impulsadas por la administración de Donald Trump, que han puesto el tema de la seguridad en el centro del debate bilateral.
“La seguridad en Estados Unidos, el narcotráfico y la corrupción han escalado a niveles sin precedentes. En México tenemos tres grandes retos: seguridad, certeza jurídica y migración”, afirmó.
Te puede interesar: SEGURIDAD EN MÉXICO: Quintana Roo bajo alerta de EU por violencia y presencia de cárteles
Por su parte, Jovita Portillo, presidenta de la Confederación Patronal de la Repúblcia Mexicana (Coparmex) Quintana Roo, recordó que el estado es un destino reconocido mundialmente por su infraestructura, conectividad y hospitalidad, recibiendo millones de visitantes cada año.
“Sabemos que la seguridad es fundamental para preservar la confianza. Si bien existen retos, nuestras zonas turísticas cuentan con protocolos y cuerpos especializados que han permitido mantener un entorno seguro para el visitante”, declaró.
Sergio León explicó que, si bien Yucatán y Campeche se encuentran en el nivel 1, con precauciones normales, Quintana Roo figura en el nivel 2, igual que antes, pero que al incluirse terrorismo para todo el territorio, podría derivar en ajustes de itinerarios, cambios en reservas y recalculo de primas por parte de aseguradoras.
Subrayó la necesidad de que el Ejecutivo estatal y las secretarías de Turismo y Seguridad Ciudadana mantengan un diálogo directo con Washington para mejorar la percepción y aspirar a bajar la advertencia.
Jovita Portillo consideró que la alerta debe tomarse como una oportunidad para reforzar acciones y coordinación entre autoridades y sociedad civil.
Asimismo, exhortó a no generalizar ni sobredimensionar los riesgos, ya que ello puede dañar de forma injusta la percepción internacional y afectar el empleo de miles de familias.
Ambos líderes coincidieron en que la responsabilidad de garantizar un entorno seguro es compartida y que Quintana Roo sigue siendo un destino competitivo, vibrante y reiteraron su disposición a colaborar en estrategias integrales que fortalezcan la seguridad y el bienestar de la población, con el objetivo de blindar la principal actividad económica del estado frente a los efectos de la alerta estadounidense.