En medio de la fuerte controversia tras la aprobación de la Ley General de Aguas en la Cámara de Diputados, Efraín Morales, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), defendió la legislación, calificándola como un “acto de justicia para México”. Morales advirtió que las críticas son impulsadas por quienes se han enriquecido históricamente a costa del recurso hídrico y ahora ven la pérdida de sus privilegios.
La defensa institucional: una ley «de justicia para el pueblo de México»
Desde la Ciudad de México, el 4 de diciembre de 2025, el director de la Comisión Nacional del Agua, Efraín Morales, aseguró que la nueva Ley General de Aguas es “un acto de justicia para México”. Según el funcionario, con mentiras se ha querido “meter miedo a los productores” respecto a las reformas.
Morales consideró estos movimientos como “actos desesperados de aquellos que ven perder sus privilegios, de aquellos que durante años se han enriquecido a costillas de un recurso natural tan preciado para todas y todos los mexicanos”.
Insistió que la iniciativa representa un cambio de visión profundo para:
- Garantizar el derecho de las personas a contar con agua suficiente.
- Asegurar que se “abra la llave de nuestras casas y que contemos con agua”.
- Garantizar que aquellas comunidades que históricamente han sido privadas del vital líquido puedan acceder a él.
El titular de Conagua destacó que las modificaciones traerán grandes beneficios al país. “Es una iniciativa que garantiza agua para todas y para todos en el país y es sobre todo un acto de justicia para el pueblo de México”.
El combate a la corrupción y la restitución del dominio nacional
El director Efraín Morales añadió que lo que se está restituyendo con esta iniciativa es que “el agua regrese a manos de la nación, de quien más necesita”, garantizando que las personas puedan tener acceso a este vital líquido y que se cuiden los recursos naturales.
Además de la protección social, la ley se enfoca en la transparencia y la anticorrupción. Manifestó que se va a tener un sistema de concesiones totalmente transparente, totalmente público, con total certeza para todos los usuarios y, sobre todo, con que haya cero tolerancia a la corrupción.
Morales también subrayó que “parte de lo que se está estableciendo en la iniciativa es castigar el delito de la corrupción”, citando como ejemplo el ofrecimiento de “recursos o dádivas para obtener un título de conexión”.
Otro punto relevante es el reconocimiento explícito a los sistemas comunitarios que operan de una manera tradicional en muchas regiones de México.
El pulso político y las reacciones inmediatas
La defensa de Conagua se da en un ambiente de marcada inconformidad social y política. La Jornada, el 4 de diciembre de 2025, reportó que las reacciones adversas no cesan tras la aprobación de las dos leyes en la Cámara de Diputados.
El contexto de las protestas:
- Campesinos de seis estados manifestaron su inconformidad por el dictamen de la Ley de Aguas.
- Se registraron bloqueos de agricultores que se extienden a estados como Chihuahua, Baja California, Guanajuato y Zacatecas.
- Campesinos anunciaron un repliegue en San Lázaro, aunque sin lograr un acuerdo definitivo sobre la Ley de Aguas.
El director de Conagua les pidió a los productores mantenerse informados y “no caer en narrativas falsas”, asegurando que serán los más beneficiados con la nueva legislación.
En el marco de la agenda política nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que informará sobre el rumbo y los retos de su gobierno durante un mitin programado para el 6 de diciembre. Señaló que la lucha ahora es “por la transformación con nuevos mecanismos”, distinta a cuando se luchaba para transformar la nación desde afuera.
Además, la presidenta Sheinbaum aseguró que asistirá al sorteo de la Copa Mundial de Futbol 2026 en Washington, donde mantendrá reuniones bilaterales con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney.
La confrontación entre la narrativa de la Comisión Nacional del Agua, que promueve la Ley General de Aguas como una herramienta de justicia social y combate a la corrupción, y las protestas extendidas de los productores, subraya la profunda disputa por el control del recurso hídrico nacional. ¿Podrá la promesa de un sistema transparente y la amenaza de castigar privilegios revertir la desconfianza histórica de quienes temen perder su sustento ante la redefinición del dominio sobre el agua?
