Legado imborrable: La comunidad de Iztapalapa rinde tributo a profesor tras explosión

Conoce el emotivo homenaje al profesor Eduardo Noé García y al joven Juan Carlos Sánchez Blas, víctimas de la trágica explosión en Iztapalapa. Un legado imborrable.
Legado imborrable: La comunidad de Iztapalapa rinde tributo a profesor tras explosión

La Paz, Estado de México, 12 de septiembre de 2025. Una profunda ola de dolor y admiración ha unido a las comunidades de La Paz y Chimalhuacán con Iztapalapa, tras la trágica explosión en Iztapalapa. Más de 400 personas se congregaron en un sentido homenaje póstumo a Eduardo Noé García Morales, un profesor que dejó una huella imborrable.

Homenajes que conmueven: El adiós a las víctimas de la tragedia

Alumnos, docentes y padres de familia de la Secundaria 53 Adolfo López Mateos colocaron veladoras para honrar al profesor Eduardo Noé García. Su fallecimiento, ocurrido el 12 de septiembre, fue a consecuencia de las quemaduras graves sufridas tras la explosión de una pipa en el Puente de la Concordia el pasado miércoles 10 de septiembre. Este emotivo gesto fue uno de los varios que se extendieron por la comunidad.

En La Paz, Estado de México, el 12 de septiembre de 2025, a las 12:15 horas, estudiantes, maestros, alumnos egresados y padres de familia, sumando más de 400 personas, se congregaron para rendir homenaje a Eduardo Noé García Morales. Él fue profesor fundador de la Escuela Preparatoria Oficial (EPO) No. 327, quien falleció en la tragedia en la que explotó una pipa de gas LP en la zona del Puente La Concordia, en la alcaldía capitalina de Iztapalapa.

El recuerdo de Juan Carlos Sánchez Blas

Al mismo tiempo que se velaban los restos del profesor Noé en Chimalhuacán, un municipio vecino, en la colonia Ancón de La Paz, se despedía a Juan Carlos Sánchez Blas. Con tan solo 15 años de edad, Juan Carlos quedó atrapado en las llamas mientras se dirigía a su escuela del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Iztapalapa.

Por respeto a la petición de las familias de ambas víctimas, los velorios se llevaron a cabo de manera privada. La policía municipal de La Paz incluso impidió el acercamiento de cualquier medio de comunicación a la última morada del joven estudiante del IPN.

La impronta del profe Noé: Vocación y legado en la EPO 327

La comunidad de Lomas de San Sebastián acudió a la EPO 327, ubicada en la cima del cerro. Frente a un altar, se depositaron flores y veladoras. Una exalumna, con la técnica de amigurumi, elaboró un muñeco del maestro. Dentro de una cajita, que emulaba un ataúd y estaba adornada con velas led, se encontraban dos conmovedoras frases:

  •  “Cuando pienso en rendirme, recuerdo lo valiente que fuiste antes de irte al cielo.”
  •  “Las personas no son eternas, pero algunas tienen la capacidad de seguir, incluso, después de haberse ido. Y eso las vuelve infinitas.”

Sin poder contener el llanto, al menos una decena de personas tomaron el micrófono para compartir su dolor y expresar el profundo impacto que causó la pérdida de su compañero y profesor.

Un maestro versátil y carismático

Eduardo Noé García Morales era un profesor normalista reconocido por su versatilidad y carisma. Impartía diversas materias, incluyendo inglés, computación, activación física y artísticas. Sin embargo, su verdadera pasión residía en el pensamiento matemático, área en la que dejaba una huella especial en sus alumnos.

Fabiola González Hernández, directora de la EPO 327, durante su discurso y en una entrevista posterior, destacó el profesionalismo del maestro. El profesor García Morales fue una figura esencial como fundador de este plantel hace una década. Su compromiso se extendió más allá de las aulas, pues fue partícipe activo en la lucha por la construcción de la colonia en la cima del cerro, así como en la edificación y equipamiento de las aulas del inmueble.

La directora compartió una reflexión sobre su impacto: “Fue un gran ser humano, siempre con sueños de cambiar a la comunidad, de apoyar a los jóvenes; como pueden apreciar no nada más les daba clases, él les daba consejos, siempre tenía una perspectiva de cambio, mejoras de apoyar; entonces eso creo, que solamente las personas que tienen la vocación lo logran y trascienden más allá.”

El último viaje: La tragedia del 10 de septiembre

El «profe Noé», como cariñosamente le conocía la comunidad escolar, realizaba diariamente un viaje de 50 minutos desde su hogar en Chimalhuacán hasta Lomas de San Sebastián. La tarde del miércoles 10 de septiembre, poco después de la una, salió de la EPO 327 con destino a Santa Cruz Meyehualco, donde impartía clases de matemáticas en una escuela secundaria federal.

Alrededor de las 14:00 horas, quedó atrapado en el denso tránsito vehicular, intentando conectar con la avenida Ermita Iztapalapa. Fue precisamente en ese momento cuando la pipa volcó y se produjo el devastador incendio. Las llamas le provocaron quemaduras de gravedad, que lamentablemente resultaron en su deceso.

En Chimalhuacán, su esposa, también docente de la EPO 327, vela sus restos acompañada por sus tres hijas y familiares cercanos.

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