
Las observaciones más cercanas jamás realizadas del Sol, captadas por la sonda Parker de la NASA, marcan un punto de inflexión EN LA comprensión del clima espacial. Estas inéditas imágenes, reveladas la semana pasada, son una auténtica mina de oro para los científicos y prometen mejorar la protección de la Tierra contra las amenazas solares.
El legado de la sonda Parker: un hito científico
La misión Parker, lanzada en 2018, honra al astrofísico estadunidense Eugene Parker, quien en 1958 describió por primera vez los vientos solares, definidos como los flujos continuos de partículas provenientes del Sol. Este proyecto es la culminación de décadas de anhelo científico, como subraya Nour Rawafi, responsable científico de la misión Parker: “Esperábamos este momento desde finales de los años 50”. Aunque otras sondas espaciales habían estudiado el Sol, lo hicieron a una distancia considerablemente mayor.
Un viaje hacia el corazón solar
La sonda Parker ha culminado su entrada en su órbita final, alcanzando una proximidad sin precedentes de aproximadamente 6.1 millones de kilómetros de la superficie del Sol. Este récord se logró por primera vez en la Navidad de 2024 y se repitió en marzo y junio del mismo año, siguiendo un ciclo de 88 días. Para dimensionar esta cercanía, si la distancia entre la Tierra y el Sol fuera de un kilómetro, la sonda Parker se encontraría a tan solo 40 metros de la estrella.
Desvelando la dinámica del Sol
La cámara Wispr, la única de la nave, ha sido clave al captar imágenes mientras la sonda Parker exploraba la corona, la capa más externa de la atmósfera solar. Estas nuevas imágenes, compiladas en un breve video, revelan por primera vez en alta resolución las eyecciones de masa coronal (CME). Estos son enormes chorros de partículas ionizadas que inciden directamente en la aparición de fenómenos climáticos espaciales. Las espectaculares auroras boreales visibles en mayo pasado, por ejemplo, son una de las consecuencias de estas erupciones. “Tenemos varias CME apiladas unas sobre otras, es lo que las hace tan únicas”, explica Nour Rawafi, añadiendo que “es realmente increíble ver esta dinámica en acción”.
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Otro hallazgo sorprendente es la estructura conocida como capa de Corriente heliosférica, un límite invisible donde el campo magnético del Sol oscila de norte a sur, trazado por el viento solar. Su importancia radica en su papel esencial en la propagación de las erupciones solares y su potencial impacto en la Tierra.
Implicaciones directas para la Tierra
El clima espacial representa una amenaza real con graves consecuencias, que incluyen la sobrecarga de redes eléctricas, la interrupción de comunicaciones y daños a los satélites. En un contexto de crecimiento exponencial de satélites en órbita, prevenir colisiones se vuelve cada vez más complejo, especialmente durante las perturbaciones solares que pueden desviar sus trayectorias. Las observaciones detalladas de la sonda Parker son, por tanto, fundamentales para mitigar estos riesgos.
Protegiendo la infraestructura crítica
Los fenómenos solares pueden generar eventos extremos. Las famosas tormentas de Halloween de 2003, ocurridas durante una fase descendente del ciclo solar, obligaron a los astronautas de la Estación Espacial Internacional a tomar precauciones adicionales contra las radiaciones. La capacidad de prever y comprender estos eventos es crucial para la seguridad global.
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Un futuro con décadas de observación
El Sol se encamina hacia el mínimo de su ciclo de actividad, un evento que se prevé en los próximos cinco a seis años. La expectativa de Nour Rawafi de “captar una de estas gigantescas erupciones (…) sería un sueño” destaca la importancia de la continuidad de la misión. La sonda Parker cuenta con mucho más combustible del inicialmente previsto, lo que podría permitirle operar durante varias décadas más, hasta que la degradación de sus paneles solares impida mantener su orientación. Al finalizar su misión, la sonda se desintegrará lentamente, transformándose, según Rawafi, en parte del propio viento solar.
Las imágenes y datos sin precedentes de la sonda Parker no solo revelan la intrincada dinámica de nuestra estrella, sino que también refuerzan la capacidad de la humanidad para prever y protegerse de los fenómenos cósmicos. ¿Qué otros secretos revelará el Sol a medida que la sonda Parker continúa su incansable viaje a través de su corona?