El cometa 3I/ATLAS o C/2025 N1, el tercer objeto interestelar conocido que ha ingresado a nuestro sistema solar, se encuentra en el centro de un debate científico sobre su futuro. Este cuerpo, que no está limitado por la gravedad solar, experimentará un cambio significativo en su trayectoria que, según expertos, será dictado no solo por la física conocida, sino por anomalías sin explicación natural. Un estudio reciente expone que la intervención de Júpiter en 2026 reescribirá su ruta hacia el espacio interestelar.
El viajero más veloz de la vía láctea
Descubierto por el sistema ATLAS de la NASA el 1 de julio de 2025, el cometa 3I/ATLAS ha capturado la atención de la comunidad científica. Su alta velocidad, cercana a los 58 km/s al entrar en nuestro sistema, lo convierte en el objeto interestelar más rápido detectado hasta ahora. Su trayectoria hiperbólica confirma un origen externo, lo que permite estudiar materiales procedentes de regiones remotas de la Vía Láctea.
Los análisis dinámicos indican que este enigmático visitante habría llegado desde la constelación de Sagitario y que, tras su paso, abandonará el sistema solar en dirección a Géminis. Los autores del estudio apuntan a que podría proceder del disco grueso de la galaxia, una zona asociada a estrellas de gran antigüedad, debido a la elevada velocidad vertical del cometa respecto al plano galáctico. Sin embargo, precisan que «es incierto confirmar la región de origen utilizando únicamente la información cinemática».
Investigaciones previas ya habían postulado que este cuerpo no había tenido encuentros cercanos en 10 millones de años y que podría haber viajado en solitario durante miles de millones de años, reforzando la hipótesis de que procede de un antiguo sistema planetario o de una exo-nube de Oort.
Júpiter: el perturbador que reescribe la órbita del 3I/ATLAS
La clave para comprender el futuro inmediato del cometa se encuentra en el planeta más grande del sistema solar. Un estudio de simulación dinámica realizado por Goldy Ahuja y Shashikiran Ganesh del Physical Research Laboratory de la India, y publicado en el repositorio científico arXiv, confirmó que Júpiter, el gigante gaseoso, ejercerá una «fuerte perturbación» en los parámetros orbitales del cuerpo.
Aunque el cometa tuvo una aproximación a Marte en octubre de 2025 a una distancia de 0.194 unidades astronómicas (au), el impacto de ese encuentro es considerado mínimo. El evento crucial se dará en 2026:
- Fecha clave: El 16 de marzo de 2026.
- Distancia de encuentro: 0.357 au de Júpiter.
Esta distancia es crucial, ya que se encuentra muy cerca del radio de Hill de Júpiter, estimado en 0.355 au, garantizando una alteración notable en su rumbo.
La simulación REBOUND y los cambios orbitales drásticos
Para proyectar el futuro del cometa, Ahuja y Ganesh utilizaron un programa de computadora avanzado llamado REBOUND. Los investigadores analizaron cientos de modelos orbitales basados en clones estadísticos de 3I/ATLAS.
Los resultados indican que la cercanía con Júpiter alterará drásticamente características clave de su movimiento, como su forma orbital (excentricidad) y su ángulo de inclinación, afectando incluso su velocidad mientras se aleja del plano del sistema solar.
La aceleración anómala y el efecto “vapor”
Más allá de la fuerza gravitacional joviana, los científicos han señalado la presencia de una nueva anomalía en 3I/ATLAS que tiene difícil explicación natural, específicamente en su aceleración no gravitatoria. Las dudas persisten sobre la magnitud de este fenómeno, el cual podría aumentar aún más la desviación final del cometa.
Este efecto ocurre debido a que los cometas están hechos de hielo: al acercarse al Sol, el calor provoca la desgasificación (el hielo se convierte en gas). Este vapor actúa como pequeños propulsores, empujando ligeramente al cometa. Las simulaciones demostraron que si este efecto de «vapor» es fuerte, el cambio en la trayectoria del cometa 3I/ATLAS será mucho mayor.
La magnitud de ese desvío final dependerá de la combinación entre las fuerzas gravitatorias y los procesos físicos que afectan al núcleo del cometa, lo que incluye la presión de radiación solar.
El debate sobre su origen extraterrestre
El enigma de esta aceleración no gravitatoria ha provocado especulación en la esfera pública y científica, planteando interrogantes sobre el origen del objeto:
- Nicky Fox, de la NASA, ha manifestado que el cometa «es diferente porque no nació aquí».
- El científico Avi Loeb ha investigado y planteado la posibilidad de que el 3I/ATLAS sea tecnología de otro planeta.
- Elon Musk ha comentado que «sería una nave espacial muy pesada si estuviera entera hecha de níquel».
La ventana de observación para la misión Juno
Debido a su aproximación, varias misiones de la NASA están colaborando para rastrear y estudiar el cometa 3I/ATLAS. Los autores del estudio recomiendan centrar las observaciones en las fechas más próximas a la aproximación a Júpiter.
Para la misión Juno, que actualmente orbita el gigante gaseoso, el estudio de Ahuja y Ganesh sugiere una ventana óptima de observación para estudiar su aceleración no gravitatoria y evaluar los efectos del campo gravitacional joviano:
- Intervalo: Entre el 9 y el 22 de marzo de 2026.
- Cercanía: El cometa se encontrará a 0.4 au o menos de la sonda en ese periodo.
El estudio se ha convertido en una de las fuentes más completas para comprender la evolución de 3I/ATLAS antes de que continúe su viaje interestelar rumbo a Géminis. ¿Logrará la sonda Juno capturar los datos suficientes para desvelar si la anomalía es solo un «efecto vapor» o si, como sugieren algunos, es la firma de un origen aún más remoto e inexplicable? La trayectoria final del cometa 3I/ATLAS está aún por escribirse.
