La tarde del primer día de Hanukkah se transformó en un pandemónium absoluto. Más de mil personas disfrutaban en Bondi Beach cuando dos hombres armados desataron el ataque terrorista más mortífero en Australia en décadas. En medio del horror, un ciudadano, Ahmed al Ahmed, emergió del caos para evitar una masacre aún mayor.
Ahmed al Ahmed, el héroe de la vida real
El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, describió a Ahmed al Ahmed como un «héroe de la vida real», destacando que su intervención «sin duda salvó innumerables vidas». Ahmed, de 43 años, es propietario de una frutería y padre de dos hijos, y su acción resuena como un acto de coraje desinteresado.
Minns visitó a Ahmed en el hospital, donde se recupera de las heridas sostenidas durante su valiente intervención. El primer ministro del territorio publicó en redes sociales: «Anoche, su increíble valentía sin duda salvó innumerables vidas cuando desarmó a un terrorista a pesar de un enorme riesgo personal». Minns concluyó: «No cabe duda de que se hubieran perdido más vidas de no ser por el valor desinteresado de Ahmed».
Ahmed permanece ingresado y fue operado de las heridas de bala que presenta. Su primo Mustafa declaró a la cadena 7News Australia que había sufrido «dos heridas de bala, una en el brazo y otra en la mano». Sus padres, que hablaron con la cadena ABC, señalaron que había recibido cuatro o cinco balazos.
Su padre subrayó el espíritu de su acción: «Cuando hizo lo que hizo, no estaba pensando en el origen de las personas que estaba salvando, las personas muriendo en las calles. Él no discrimina entre una nacionalidad y la otra. Especialmente aquí en Australia, no hay diferencia entre un ciudadano y el otro».
La confrontación filmada en la playa de Sídney
Ahmed fue filmado luchando con uno de los atacantes en Bondi Beach, la playa más popular de Sídney. Un video verificado por la BBC mostró al atacante de pie detrás de una palmera, cerca de un pequeño puente peatonal, disparando su arma hacia un objetivo fuera de la vista.
Ahmed, que estaba escondido detrás de un auto estacionado, se abalanzó hacia el atacante, al cual logró derribar. La secuencia de hechos que se hizo viral fue:
- Ahmed corre hacia el atacante y le arrebata el arma.
- Logra empujarlo al suelo y le apunta con la misma arma.
- El atacante comienza a retroceder hacia el puente.
- Ahmed baja el arma y levanta una mano en el aire, aparentemente para mostrar a la policía que no era uno de los tiradores.
Sin embargo, el mismo atacante fue visto más tarde en el puente recogiendo otra arma y disparando de nuevo. El otro sospechoso también siguió disparando desde el puente.
Un evento judío como objetivo del ataque terrorista
El tiroteo ocurrió durante la celebración de la festividad judía de Hanukkah, en una zona verde de la playa de Bondi, a pocos metros de un parque infantil. Más de mil personas asistían al festival, disfrutando de música en vivo y camiones de comida, cuando, justo antes de las 7 de la tarde, hora local, se oyeron los disparos. Cerca de allí había un coche lleno de bombas improvisadas, las cuales nunca llegaron a explotar.
La policía calificó el incidente rápidamente como un ataque terrorista dirigido contra la comunidad religiosa judía. Barry, un testigo, declaró a la BBC que vio que disparaban a las personas a su alrededor mientras cientos de bañistas corrían, calificando la escena como «un pandemónium, un caos absoluto». Barry añadió que era «simplemente inconcebible… Que familias y niños de Bondi pudieran ser completamente masacrados solo por ser judíos».
Las cifras de víctimas varían entre los reportes de las fuentes:
- Al menos 15 personas murieron y decenas resultaron heridas.
- Otra fuente indica que al menos 16 personas han muerto y más de dos decenas han resultado heridas, entre ellas un niño.
La policía informó que los dos atacantes implicados eran un padre de 50 años y un hijo de 24 años. El hombre de 50 años murió en el lugar de los hechos, y el de 24 años se encuentra en estado crítico en el hospital. La policía también investiga si una tercera persona ayudó a organizar el ataque. Las autoridades confirmaron que uno de los atacantes era conocido por la policía, aunque no estaba bajo vigilancia por actos terroristas.
Reacciones internacionales y el aumento del antisemitismo
Este suceso es el tiroteo más mortífero en Australia desde la masacre de Port Arthur en 1996, un evento que modificó drásticamente las medidas de control de armas en el país.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, lo calificó como un «acto de antisemitismo malvado» y un «acto vil de violencia y odio». Albanese reconoció la figura de los ciudadanos valientes: «Hoy hemos visto a australianos correr hacia el peligro para ayudar a otros. Estos australianos son héroes, y su valentía ha salvado vidas».
Desde la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió la acción de Ahmed, de quien dijo tener «un gran respeto»: «Fue una persona muy, muy valiente, de hecho, la que llegó y atacó frontalmente a uno de los atacantes y salvó muchas vidas», declaró Trump.
El ataque se produce en medio del aumento de los actos antisemitas en Australia desde la ofensiva de Hamás contra Israel el 7 de octubre y la posterior guerra israelí en Gaza.
La presión desde Israel
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue acusado por el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, de no abordar la tendencia al alza del antisemitismo en el país. Sa’ar escribió en X: «¡El gobierno australiano, que ha recibido innumerables señales de advertencia, debe entrar en razón!».
Alex Ryvchin, codirector ejecutivo del Consejo Ejecutivo de la Comunidad Judía Australiana, declaró que los «peores temores» de la comunidad se habían hecho realidad. Robert Gregory, de la Asociación Judía de Australia, afirmó que muchos judíos se preguntarían si tienen futuro en Australia.
La pérdida de la sensación de seguridad
Tras el tiroteo, la zona se llenó de coches de policía y helicópteros. El comisario de policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, intentó tranquilizar a la población, instando a la calma, asegurando que la policía dedicaba todos sus recursos a la investigación, y pidiendo evitar la difusión de información errónea y especulaciones. «Quiero asegurarme de que no haya represalias», dijo el comisario Lanyon.
Australia se enorgullece de su reputación como país seguro, pero la tragedia ha afectado profundamente a la comunidad. Muchos residentes repitieron las mismas palabras pronunciadas tras un mortal ataque con arma blanca ocurrido en la cercana Bondi Junction en abril del año pasado: «Este tipo de cosas no pasan aquí». Danny Clayton, un periodista que presenció los hechos, dijo que algunas personas chocaron sus coches al intentar huir, reflejo del pánico que se apoderó de Sídney.
El coraje de Ahmed al Ahmed, quien no discriminó al arriesgar su vida por salvar a desconocidos, representa un faro de humanidad en una jornada oscura marcada por el odio. Este ataque no solo ha dejado una cifra trágica de muertos y heridos, sino que ha roto la percepción de seguridad que Australia tanto valoraba, planteando preguntas urgentes sobre el futuro del antisemitismo en el país.











