
Por: Jorge A. Martínez Lugo.
El matrimonio por conveniencia que tiene el PT con Morena vive una crisis, que seguramente será superada por el alto pragmatismo de la dirigencia de ambos partidos; no por sus militancias que muchas veces caminan por rumbos distintos. Además, esta rechifla se da en un momento de tensión entre el PT y Morena, acusado éste de actuar con soberbia.
El abucheo a Gerardo Fernández Noroña es apenas una muestra de lo que está pasando entre las dirigencias y sus militancias, tanto de Morena como del PT.
Ahora que ha salido a la luz pública más información sobre ese episodio aparentemente anecdótico, tiene varias aristas que es importante comentar. Resulta que Fernández Noroña fue invitado al Congreso Nacional del PT, donde por cierto fue reelegido como presidente y dueño Alberto Anaya Gutiérrez, quien es el único presidente que ha tenido el partido rojo de la estrella amarilla desde que fue fundado en 1990 por el presidente Carlos Salinas.
Al tomar la palabra en dicho congreso nacional, Fernández Noroña comentó o reclamó que el PT haya votado por el desafuero de Cuauhtémoc Blanco y no a favor de la impunidad otorgada por la dirigencia de Morerna-PVEM al exfutbolista y exgobernador de Morelos para evitar su desafuero para enfrentar acusaciones judiciales por intento de violación contra su propia media hermana.
Ante ese reclamo, aunado a que Noroña renunció al PT que lo llevó al Senado y se pasó a Morena, pues el abucheo no se hizo esperar; primero, porque les vino a reclamar en su propia fiesta y en casa y, segundo, porque los había traicionado al pasarse a Morena. ¡Házme el favor, Noroña!
Entonces todo adquiere sentido y tampoco se justifica que el senador expetista y ahora morenista se haya puesto “digno” y haya abandonado el congreso, porque de todos modos lo estaban echando del recinto.
Después Anaya intentó exculpar y hasta pidió disculpas a Noroña por el reclamo que el neo morenista fue hacerle a los petistas en su propio congreso y que provocó la rechifla de los congresistas, integrados por representantes populares y dirigentes partidistas.
La rechifla es una muestra que las dirigencias partidistas son altamente pragmáticas y toman decisiones en contra del sentir de sus militancias, tanto en el PT, en Morena, como en los demás partidos políticos en México.
Sin embargo, quienes abuchearon a Noroña, también son chapulines saltarines, provenientes de otros partidos, principalmente de los que no tienen cabida en candidaturas de Morena y el verde; los verdaderos petistas, son la minoría.
En realidad Morena utiliza al PT como “vientre en renta”, es decir, ni siquiera son militantes del PT; sus candidatos no ganan con votos del PT sino con votos de Morena trasvasados a sus candidatos, cuyos perfiles nada tienen qué ver con un partido temático del trabajo. En Quintana Roo por ejemplo, los tres diputados del PT no eran sus militantes, además, sus votos con los que ganaron no son del PT sino de Morena, que se limita a ser una franquicia que se renta en cada elección y cuyas candidaturas tienen precio monetario y político.
PT Y VERDE PERDERÍAN REGISTRO
En realidad el PT ya perdió dos veces su registro y lo ha salvado primero el PRI y después por Morena, porque les hace falta para sumar mayorías en las cámaras de senadores y diputados, así como en los congresos estatales. Si el PT va solo en elecciones volvería a perder su registro.
Lo mismo aplica para el partido verde; nunca ha ido solo en alguna elección desde que fue creado en la época de Carlos Salinas, igual que el PT. Tanto el PT como el PV perderían sus registros si van solos. Así que la rechifla a Noroña, es simplemente, piedra contra cocoyol. Usted tiene la última palabra.