Por: Jorge A. Martínez Lugo.
Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum alcanza un 79% de aprobación el día de su primer informe (Enkoll), las ministras y ministros de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) llegan con 64% de aprobación (Milenio).
La reforma al Poder Judicial es una de las más profundas del proyecto de nación que nació en 2018, por lo que las ministras y ministros están obligados a no fallarle al pueblo y al movimiento que representan. Junto con la SCJN tomaron posesión ayer 881 mujeres y hombres jueces y magistrados, la mitad de todo el Poder Judicial federal.
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NO ENTIENDEN EL MENSAJE DE LOS RITUALES
La cultura conservadora derrotada en las urnas y contraria a la 4T, ve con reprobación y hasta ridiculizan el simbolismo con el que comienza la nueva SCJN.
La ceremonia ancestral en Cuicuilco, la entrega del bastón de mando, la toga con bordados indígenas, todo ello les causa profundo escozor e indignación.
¿ACTOS RELIGIOSOS?
Margarita Zavala, por ejemplo, considera estas costumbres indígenas culturales como actos religiosos, lo cual le mereció una reprobación absoluta y amenaza con interponer denuncia judicial para prohibirlas; de ese tamaño son su obcecación e ignorancia; tanto, cuanto ella misma es católica confesa y se ufana en terminar sus discursos con “bendiciones” o “vayan con dios”, lo cual sí es un discurso religioso.
Los rituales que impulsa el nuevo ministro presidente de la Corte, Hugo Aguilar Solís, son ceremonias patrimoniales; acciones afirmativas de orgullo prehispánico que marcan la impronta de la nueva era en la Corte; con apego a los que menos tienen; dejar de estar al servicio de una élite; búsqueda de equilibrios en la impartición de justicia.
Claro, la sociedad eso espera, porque es lo que se ha prometido; la nueva Corte tiene el gran desafío de cumplir esa misión esperada. Tienen ante sí, el desafío de cumplir con sus sentencias.
Tan es así, que el relevo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, recibe a las nuevas y nuevos togados con una aprobación del 64%, contra una desaprobación espejo a la Corte creada por Ernesto Zedillo en enero de 1995, que alcanza 61% en negativos.
En las redes sociales, los ministros que se van arrastran el desgaste de años de enfrentamientos con el poder presidencial, mientras que quienes llegan irrumpen con un aire de legitimidad por el voto en las urnas, con datos de MilenIA Central de Datos e Inteligencia Artificial de Multimedios.
Una de las razones de tal aprobación es la llegada de un nuevo togado presidente de origen indígena, el primero después de 168 años, cuando Benito Juárez ocupó ese mismo cargo en 1857.
Pero si la oposición continúa con esa cerrazón, sin causas propias, sin construir un proyecto de país, continuarán abajo en las encuestas, con números cercanos al diez por ciento, mientras el morenismo está por encima del 45%.
Parece que no entienden que no entienden, lo cual genera una falta de contrapesos reales, malo para la democracia, porque hay grupos y tribus dentro de la 4T que hacen y deshacen, velando por sus propios intereses, confiados en el bono democrático del obradorismo. Usted tiene la última palabra.