
La sucesión se le salió del huacal a la 4T.
Sorpresivamente, ayer se dio a conocer la conformación de la asociación civil “Alternativa por Quintana Roo”.
Formalmente, esta agrupación, en la que aparecen políticos experimentados, tiene como proclama principal: “llenar un vacío político enorme que ha surgido del debilitamiento de los partidos y de sus dirigencias”.
Y busca convocar a “líderes y exfuncionarios de todos los niveles de gobierno, sin importar su origen partidista, pero cuidando el arraigo y la honestidad en sus intenciones hacia el estado. Pretenden armar una “gran mesa de análisis” para impulsar proyectos que reanimen la participación ciudadana y mejoren las condiciones de vida de los quintanarroenses”.
Eso es lo formal.
Pero, en el fondo, la jugada busca respaldar a Rafael Marín Mollinedo rumbo a la gubernatura.
Aquí aplica plenamente aquella de “lo que pareces es”.
Aunque la realidad del exdirector del proyecto Transístmico no suena tan bien como parece.
El actual titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y el también proclamado padre fundador de Morena-QR enfrenta una paradoja: fundó el partido en la entidad, su ejército —esos llamados “morenistas puros”— es débil. Si ellos son su base… pues está en problemas.
Del otro lado, Eugenio “Gino” Segura tiene el respaldo de la nomenklatura de Morena, del PVEM… y hasta de prianistas.
Precisamente, “Alternativa por Quintana Roo”, desde fuera de Morena, se perfila como la plataforma principal de Rafael Marín, quien cuenta además como principales “fortalezas” sus cercanías con Claudia Sheinbaum y Andrés López Beltrán.
Con esta alternativa, la sucesión adelantada salió de la órbita del bipartito Morena-PVEM