La liberación del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, de una prisión estadounidense, ha desatado una ola de reacciones en Centroamérica. El polémico indulto otorgado por Donald Trump, tan solo días antes de las elecciones en Honduras, obliga a Hernández a permanecer en Estados Unidos, ya que su esposa, Ana García de Hernández, denuncia la falta de garantías de seguridad en su país.
La advertencia de Ana García: «Es muy peligroso» volver a Honduras
El 2 de diciembre de 2025, el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue liberado de una cárcel en Virginia Occidental, Estados Unidos, tras la decisión ejecutiva del presidente Donald Trump. A pesar de la excarcelación, Ana García de Hernández, esposa del exmandatario, aseguró que el retorno a Honduras no es viable de momento.
La señora García de Hernández, quien actualmente no puede ingresar a Estados Unidos porque su visa fue revocada, declaró a la BBC el 3 de diciembre de 2025 que su esposo permanecerá en territorio norteamericano debido al riesgo.
- «Es muy peligroso para un expresidente volver en estas condiciones, donde lo que se cultivó de parte del gobierno (de Xiomara Castro) era ese discurso de odio», afirmó.
- Sostuvo que no creen que existan las condiciones para que él pueda regresar «en este momento».
- Aunque su «anhelo es estar aquí», la familia debe pensar en cuáles son «las mejores condiciones» para poder superar el trauma vivido a lo largo de los últimos cuatro años.
Ana García de Hernández, al igual que su familia, tiene la visa revocada para ingresar a Estados Unidos. Indicó que iniciarán los trámites pertinentes para levantar la sanción y poder reunirse con el exmandatario. Afirmó, además, que el posible retorno de su marido a Honduras dependerá «sobre todo de las condiciones de seguridad que se le garanticen».
El factor Trump: indulto y defensa de la causa MAGA
Juan Orlando Hernández, integrante del conservador Partido Nacional, gobernó Honduras entre 2014 y 2022. El indulto, conocido días antes de las elecciones en el país centroamericano, desató la polémica.
Donald Trump utilizó su red Truth Social para defender la liberación, alegando que Hernández «ha sido tratado con mucha dureza e injusticia».
La esposa del expresidente reveló que la decisión no fue espontánea, señalando el papel clave del movimiento trumpista en esta liberación:
- Miembros del movimiento MAGA (Make America Great Again) defendieron activamente la causa de Hernández.
- Estos simpatizantes intercedieron directamente ante el propio Trump para conseguir la liberación del exmandatario hondureño.
- García recordó que el presidente estadounidense había prometido en campaña que «se iba a encargar de que ninguna persona tuviera que sufrir la persecución del Estado» y que, con este acto, cumplió con su marido.
Paralelismos en la justicia: el caso de Nueva York
Ana García de Hernández comparó directamente la situación judicial de su esposo con la de Donald Trump, pues ambos fueron investigados por la Fiscalía del distrito sur de Nueva York y condenados «sin pruebas», según su perspectiva.
La esposa del político hondureño aseguró que su marido fue juzgado con «un testimonio basado en chismes» y que su condena fue parte de «un libreto que impulsa la izquierda».
El historial judicial: condena por «narcoestado»
Juan Orlando Hernández estaba recluido en una prisión de Virginia Occidental tras ser condenado a 45 años de cárcel en junio de 2024. La condena se produjo por su papel como cabecilla de una organización criminal que introdujo más de 400 toneladas de cocaína en Estados Unidos.
Tres meses después de dejar su puesto en 2022, el expresidente fue arrestado y extraditado a Nueva York para enfrentar cargos federales.
El tribunal neoyorquino lo había declarado culpable de:
- Importar cocaína.
- Posesión de «dispositivos destructivos», específicamente ametralladoras.
Los fiscales alegaron en el juicio que Hernández había manejado Honduras como un «narcoestado». Lo acusaron de aceptar millones de dólares en sobornos de narcotraficantes a cambio de protección legal, y de asociarse con «algunos de los narcotraficantes más importantes del mundo para construir un imperio corrupto y brutalmente violento basado en el tráfico ilegal de toneladas de cocaína a EE.UU.».
Frente a la corte, Hernández defendió su inocencia, asegurando haber sido «acusado errónea e injustamente».
Reacciones y el pulso electoral en Honduras
La noticia sobre el indulto, que se produjo el 2 de diciembre de 2025, ha sido recibida con una mezcla de incredulidad y resignación en Honduras, mientras que sus seguidores se mostraron eufóricos.
El indulto se enmarca en un contexto de alta tensión política electoral. Los hondureños concurrieron el domingo a las urnas. Aunque el ganador aún se desconoce, el escrutinio del 69% de las mesas muestra una diferencia ajustada entre el nacionalista Nasry Asfura y el liberal Salvador Nasralla. La candidata oficialista, Rixi Moncada, quedó relegada al tercer lugar en la contienda. El nuevo presidente asumirá el cargo el 27 de enero.
El drama de Juan Orlando Hernández, liberado pero exiliado por temor a su seguridad, plantea serias preguntas sobre la soberanía judicial y la influencia política estadounidense en Centroamérica. ¿Podrá Honduras cerrar el capítulo del supuesto «narcoestado» si sus principales actores políticos encuentran refugio y apoyo en las altas esferas del poder extranjero?
