A sus 86 años, Alejandro Gertz Manero, uno de los viejos lobos de la política mexicana, ha terminado su polémico paso por la Fiscalía General de la República (FGR). Su renuncia Alejandro Gertz Manero 2025, anunciada este jueves de finales de noviembre, lo coloca como próximo embajador “en un país amigo”, permitiendo a la presidenta Claudia Sheinbaum cerrar el círculo de su Gabinete de Seguridad.
La salida anunciada: el embajador a los 86 años
Después de meses de rumores sobre su salud y posible dimisión, el jueves de finales de noviembre de 2025 se confirmó la salida de Gertz Manero de la Fiscalía. El anuncio se dio a conocer a las 5:15 de la tarde, después de horas de caos en el Senado.
Su renuncia era la pieza final que necesitaba el Gobierno de Claudia Sheinbaum, pues el fiscal era la única figura clave de seguridad que no había sido elegida por la actual mandataria morenista. En su carta de dimisión, Gertz Manero puntualizó que su carrera pública no terminaba, ya que sería embajador en un país amigo.
La promesa rota de la autonomía fiscal
El nombramiento de Gertz como fiscal general en enero de 2019 fue impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Este cambio implicó una profunda reforma constitucional: la antigua Procuraduría se transformó en Fiscalía. El objetivo de este movimiento era dotar a la institución de autonomía de acción respecto del Poder Ejecutivo.
Bajo este nuevo esquema, el titular de la FGR debía ejercer el cargo de manera transexenal, con una duración total de nueve años. Gertz, que tenía 79 años al asumir, estaba programado para permanecer hasta los 88. Sin embargo, su salida anticipada ha puesto fin a su periodo.
Aunque la institución buscaba independencia, los críticos de Gertz sostienen que utilizó su enorme influencia para saldar venganzas personales y proteger supuestos negocios, ejerciendo un poder que podía convertirse en arma.
Un legado marcado por las venganzas personales
Para muchos observadores, el desempeño de Gertz fue el de un «fiscal egoísta», que utilizó su influencia para saldar cuentas personales.
El caso más notorio que ilustra este señalamiento es el relacionado con su excuñada, Laura Morán, y la hija de esta, Alejandra Cuevas:
- Gertz las denunció ante la Fiscalía de la Ciudad de México por la muerte de su hermano Federico.
- Aunque la Fiscalía capitalina cerró el caso en 2016 por falta de pruebas, fue reabierto en 2020, luego de que Gertz asumiera la dirección de la FGR.
- Alejandra Cuevas fue detenida y permaneció en prisión durante un año y medio, hasta que la Suprema Corte de Justicia ordenó su liberación.
Seis décadas en el círculo rojo: el expediente Gertz
Originario de la Ciudad de México y descendiente de una familia adinerada, Alejandro Gertz Manero consolidó una carrera política de casi seis décadas. Inició su función pública en 1961, tras concluir su carrera en Derecho, durante el último tramo del Gobierno de Adolfo López Mateos, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En 1975, en la Administración de Luis Echeverría, se convirtió en el primer zar antidrogas de México, un cargo formalmente denominado Coordinación Nacional de la Campaña contra el Narcotráfico.
- Esta campaña se conoció extraoficialmente como la Operación Cóndor.
- Dicha operación marcó el nacimiento del enfoque punitivista en la lucha contra las drogas que ha sido señalado como detonante de la actual crisis de violencia, desapariciones y desplazamiento forzado en el país.
Su pragmatismo político lo llevó a navegar por distintas corrientes:
- En 1998, Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), lo nombró secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
- En el año 2000, se unió al Gobierno de Vicente Fox (Partido Acción Nacional, PAN) como secretario de Seguridad Pública federal.
Desde ese puesto, Gertz atestiguó la primera fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, cabeza del Cártel de Sinaloa, de una prisión de máxima seguridad en Jalisco en 2001, supuestamente escondido en un carrito de lavandería. Gertz se mantuvo en su cargo hasta 2004, cuando presentó su renuncia para jubilarse a los 65 años. Tuvo un breve regreso testimonial en 2009 como diputado federal por Movimiento Ciudadano, donde presentó 14 iniciativas que no prosperaron y se ausentó en más de la mitad de las votaciones.
La fortuna oculta y los conflictos de interés
Alejandro Gertz era nieto del empresario alemán Cornelius Gertz y propietario de una riqueza que generó varias controversias, pues según la crítica, no reveló su tamaño ni sus posibles conflictos de interés a la Secretaría de la Función Pública.
Reportes periodísticos han indicado la adquisición de:
- Bienes en España: Cuatro viviendas con valor de 113 millones de pesos (más de seis millones de dólares).
- Propiedades en EE. UU.: Un departamento en Nueva York y otro en Santa Mónica, California, valuados en 3.5 millones de dólares, según publicó Univisión.
- Vehículos de lujo: Una acusación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), dada a conocer por El Universal, señaló la compra de 122 vehículos de lujo por 110 millones de pesos.
Gertz siempre negó cualquier irregularidad en el origen de su inmensa fortuna.
El escudero de López Obrador y la justicia selectiva
La llegada de López Obrador a la Presidencia en 2018 significó un nuevo retorno de Gertz, esta vez con un poder que jamás tuvo antes. El artífice de su nombramiento como fiscal general fue Julio Scherer Ibarra, quien fungía como consejero jurídico de la Presidencia de la República. La estruendosa ruptura entre ambos en 2021 puso en duda la imparcialidad de la procuración de justicia.
Gertz fue visto como un escudero que alineaba la Fiscalía con los anhelos del presidente López Obrador, en una muestra de justicia selectiva:
- Caso Cienfuegos: Cuando Estados Unidos detuvo al general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa, por narcotráfico, López Obrador se incomodó. Tras ser devuelto a México, la FGR no emprendió acciones legales en su contra por falta de pruebas. Gertz, incluso, amenazó con denuncias internacionales contra los investigadores estadounidenses.
- Corrupción y Devolución: El fiscal prestó oídos a la concepción de justicia del presidente (que prefería la devolución de lo robado sobre la cárcel). Bajo esta filosofía, la FGR procesó los fraudes a Pemex y los sobornos del caso Odebrecht, involucrando a figuras como Alonso Ancira y Emilio Lozoya.
- Impunity en Morena: La FGR cerró el expediente por delitos electorales contra Pío López Obrador, hermano del presidente, quien fue grabado en video recibiendo grandes cantidades de efectivo para presuntamente financiar campañas de Morena.
- Presión contra adversarios: Por el contrario, Gertz no mostró clemencia con los enemigos de López Obrador. Rosario Robles estuvo encarcelada sin sentencia durante tres años por los desvíos de la Estafa maestra en el Gobierno de Enrique Peña Nieto. Gertz la presionó para que implicara a Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda, un cometido que el fiscal no logró.
El eslabón que faltaba: la relación tensa con sheinbaum
La llegada de Claudia Sheinbaum al poder dejó a Gertz Manero como una pieza desalineada. A pesar de los gestos de acercamiento hacia la nueva presidenta y hacia Omar García Harfuch, los rumores de presión desde Palacio Nacional para que dejara el cargo se intensificaron, ya que el artículo 102 de la Constitución limitaba la remoción del fiscal a motivos graves.
La presidenta Sheinbaum insinuó la necesidad de modificar el funcionamiento de las Fiscalías, ante la impunidad que “ronda el 95%” en el país.
Sheinbaum también ha expresado críticas recientes:
- Falta de coordinación: Horas antes de la renuncia, la presidenta señaló que se necesita “mucha más coordinación entre las Fiscalías estatales y la Fiscalía General de la República”.
- Caso Miss Universo: Esta misma semana, Gertz recibió regaños por la polémica del certamen, cuyo poderoso presidente, Raúl Rocha, tenía una orden de detención y era investigado por la FGR desde 2024. Integrantes de la Fiscalía General también aparecían en esta indagación.
- Crisis resuelta: Gertz fue útil para cerrar algunas de las primeras crisis, como el hallazgo del rancho de Teuchitlán (centro de reclutamiento forzado del Cártel Jalisco Nueva Generación), donde puso la cara para negar que se tratara de un centro de exterminio, como apuntaban los colectivos de buscadoras.
Los críticos del exfuncionario consideran que Gertz desaprovechó la naciente independencia de la FGR para encaminar al país hacia una verdadera procuración de la justicia. Esta tarea recae ahora en un aliado de Sheinbaum.
La ‘eternidad’ de Gertz en la vida pública mexicana ahora lo lleva a la diplomacia. Pero la verdadera pregunta que queda pendiente es si su sucesor, el último eslabón de la cadena, utilizará la autonomía que Gertz desdeñó para finalmente enfrentar la impunidad estructural de México o si la Fiscalía continuará siendo, simplemente, un brazo ejecutor de la voluntad sexenal.
