El panorama laboral mexicano en el segundo trimestre de 2025 revela una paradoja estructural: aunque la ocupación creció, la mayor parte de este incremento se concentró en la precariedad. Los datos del Inegi confirman que el empleo informal en México 2025 se disparó, encendiendo alarmas sobre el bienestar social y la estructura económica de la nación.
Radiografía de la precariedad laboral: Cifras que alarman
Al cierre del segundo trimestre de 2025, la ocupación laboral en México ascendió a 59.4 millones de personas, lo que representa un crecimiento de 439 mil 751 puestos de trabajo con respecto al periodo enero-marzo del mismo año. Sin embargo, este aumento en la población ocupada, tanto formal como informal, esconde una preocupante tendencia hacia la informalidad. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) subraya que este incremento se tradujo en una mayor precariedad, manifestada en la falta de acceso a instituciones de salud y la ausencia de ingresos, entre otras carencias.
El ascenso imparable de la informalidad
En el periodo de abril a junio de 2025, la informalidad superó con creces al crecimiento del empleo formal. La cifra de personas ocupadas en la informalidad alcanzó los 32.6 millones, un incremento de 546 mil 349 personas en comparación con el primer trimestre del año. Por otro lado, la ocupación formal sumó 26.9 millones de personas, con un aumento trimestral de 106 mil 598 puestos.
Esta dinámica elevó la tasa de informalidad laboral a un 54.8 por ciento al cierre de junio, superando el 54.3 por ciento registrado en el primer trimestre. Estos números no solo son estadísticas; son el reflejo de millones de vidas sin seguridad social ni prestaciones.
El sector terciario lidera la informalidad
El comportamiento ascendente del empleo informal se explica, casi en su totalidad, por el desempeño del sector terciario. Este sector, que engloba servicios, sumó 212 mil 554 personas más en su medición secuencial.
Distribución por actividades económicas:
- Comercio: Lideró con 117 mil 561 puestos.
- Transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento: Aportó 39 mil 634 plazas.
- Servicios financieros y profesionales: Contribuyó con 28 mil 55 nuevos empleos.
En contraste, el sector industrial registró un aumento de 32 mil 227 puestos de trabajo, mientras que el sector primario (que incluye agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca) sumó 156 mil plazas de manera trimestral en el mismo periodo.
Indicadores de precariedad extrema
El Inegi también reveló un aumento significativo en los indicadores de precariedad. Las personas que no reciben ingresos vieron un incremento de 203 mil 653 en el segundo trimestre. Aún más alarmante es el dato de los ocupados que carecen de acceso a servicios de salud, que subieron en 386 mil 925 durante el periodo de referencia. Estas cifras destacan la vulnerabilidad de una parte considerable de la fuerza laboral mexicana.
Contexto anual: Un crecimiento de baja calidad
Respecto al segundo trimestre de 2024, la población ocupada experimentó un aumento de 113 mil 599 personas. Los sectores de actividad económica con los mayores incrementos en su población ocupada durante los últimos 12 meses fueron los transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento; comercio; restaurantes y servicios de alojamiento, así como servicios profesionales, financieros y corporativos.
Desempleo y subocupación: Un panorama matizado
En este mismo periodo, la población desocupada ascendió a 1.6 millones de personas, lo que equivalió a un 2.7 por ciento de la población. Por su parte, la población subocupada, que busca y tiene la necesidad de trabajar más horas, fue de 4.3 millones de personas y representó el 7.2 por ciento de la población ocupada. Este porcentaje es inferior al del segundo trimestre de 2024, que fue del 7.4 por ciento.
La tasa de condiciones críticas de ocupación, calculada a partir de salarios mínimos equivalentes (con base en enero de 2025), se ubicó en 32.5 por ciento, una mejora frente al 36.7 por ciento registrado un año antes. Pese a estas leves mejoras en ciertos indicadores, la preponderancia de la informalidad y la falta de acceso a derechos básicos como la salud y un ingreso estable, configuran un reto mayúsculo para la política laboral nacional. ¿Podrá México revertir esta tendencia y garantizar empleos dignos para su creciente población activa.