En vísperas de su primer y fugaz encuentro con el mandatario estadounidense Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó la tensa renegociación del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC). La mandataria, optimista, busca despejar la amenaza de expiración del acuerdo comercial y avanzar en la agenda bilateral.
La agenda relámpago en Washington: del sorteo a los aranceles
El 05 de diciembre de 2025, la presidenta Sheinbaum Pardo viajó en un avión de la Secretaría de la Defensa Nacional rumbo a Washington. El encuentro con el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, se daría en el contexto del sorteo de la Copa Mundial de la FIFA.
La presidenta aseguró que el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) «no se termina» y resaltó su deseo de convenir con su homólogo, en el breve tiempo en que se reunirán, «hacia dónde continúa todo el proceso de acuerdos relacionados con el comercio”.
La reunión, descrita como «muy breve», tiene un objetivo claro: “platicar un poco de esto con el presidente Trump” y ver “hacia dónde seguimos trabajando juntos”.
Temas clave y optimismo presidencial
Sheinbaum también busca avanzar en el espinoso tema de los aranceles sobre automóviles, acero y aluminio.
Pese a que Trump planteó previamente la posibilidad de que al T-MEC se le deje expirar o se elabore otro acuerdo, la presidenta mantuvo una postura firme y positiva:
- Separar la integración regional «causaría muchos problemas a Estados Unidos y también a México».
- El T-MEC es «garantía de la competitividad de la región frente al mundo entero».
- Consideró que todo «va a salir bien, soy muy positiva… nos necesitamos los tres países».
Además, indicó que se encontrará con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, antes de la ceremonia. Mantenerse juntos es «muy importante para la región, para nuestros pueblos y nuestras naciones».
La presidenta recordó que la dependencia mutua es evidente, señalando que Estados Unidos depende «mucho de México y también de nuestros mexicanos allá». Agregó que la oportunidad es propicia para hablar de la honestidad y el trabajo de los «paisanos».
El itinerario y la voz de respaldo en el gabinete
Al explicar su gira, la mandataria anticipó que se alojaría en un hotel de Washington y luego iría al Kennedy Center para el sorteo de la FIFA, donde los tres países estarán «juntos en un escenario deportivo, de paz y de unión».
Sobre la mecánica del sorteo, Sheinbaum Pardo señaló que “dura como cuatro minutos sacar la bolita para ver que grupo vamos a encabezar, nos vamos a nuestros asientos y ahí se termina”. Posteriormente, se llevaría a cabo una reunión con mexicanos y mexicanas en la ciudad.
- El mismo viernes por la noche, la comitiva regresaría para estar el sábado temprano en la celebración de los siete años de la transformación en el Zócalo capitalino.
- En la Ciudad de México, la secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, encabezará la conferencia matutina ese viernes.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, respaldó la visión optimista, pues, a pesar de las amenazas de Donald Trump, no ve «ninguna señal» de que el T-MEC vaya a terminar.
Repunte de inversión y el plan México 2026
En el ámbito económico interno, la presidenta destacó la creación de un nuevo consejo para la promoción de inversiones que contará con representantes de la iniciativa privada.
El objetivo de este consejo es fortalecer la «inversión pública y mixta para la infraestructura, sin detrimento de la propiedad sobre los recursos, tierras, carreteras y agua». Es decir, se pueden generar proyectos de inversión mixta que permitan avanzar en la infraestructura del país.
Tras reunirse con empresarios, entre ellos el presidente de Grupo Carso, Carlos Slim, Sheinbaum afirmó que están muy dispuestos a ayudar, no solo con sus propias inversiones, sino que también «promueven la inversión nacional y extranjera en nuestro país”.
Ratificó que para el año 2026 habrá un incremento de la inversión en:
- Carreteras
- Puertos
- Aeropuertos
- Trenes
- Agua
En cuanto al Plan México, la mandataria indicó que se trata de fortalecer las cadenas de valor y recuperar áreas productivas que se han ido perdiendo, mencionando como ejemplos las industrias textil y farmacéutica.
El mensaje de la presidenta es claro: la integración regional es estratégica para que, como continente, se pueda competir con Asia y Europa, logrando una «fortaleza enorme».
La brevedad del encuentro en Washington subraya la urgencia de definir la ruta comercial del continente. ¿Será suficiente un diálogo de minutos, en un contexto deportivo, para disipar las amenazas de Donald Trump y asegurar la competitividad que el T-MEC garantiza frente a las potencias de Asia y Europa, o la integración regional se enfrenta a un desafío estructural que requiere mucho más que optimismo presidencial?
