Hollywood contiene la respiración ante el inminente acuerdo que podría reconfigurar el entretenimiento global. Tras una encarnizada guerra de pujas con gigantes como Comcast y Paramount Skydance, Netflix se ha alzado victoriosa, entrando en negociaciones exclusivas para concretar la polémica adquisición de Warner Bros. Discovery y su invaluable catálogo de franquicias, si las autoridades antimonopolio lo permiten.
La delicada situación que empujó a Warner Bros. Discovery a la subasta
La decisión de buscar una venta integral de sus estudios, su plataforma de streaming HBO Max y su catálogo histórico no fue impulsada por la fortaleza, sino por la presión financiera. Según las fuentes, la situación de Warner Bros. Discovery (WBD) ha estado marcada por un alto nivel de deuda, recortes continuos y diversas reestructuraciones que, a la postre, no lograron mantener a flote el conglomerado.
El deterioro de su valor bursátil y la incertidumbre sobre la sostenibilidad de su modelo de negocio aceleraron lo que parecía impensable hace poco: una «estrategia de salida». Esto derivó en una subasta silenciosa entre varios gigantes del sector.
- Antecedentes recientes: En octubre, el consejo de Warner Bros. Discovery ya había rechazado una oferta de aproximadamente $60,000 millones de dólares de Paramount y posteriormente lanzó el proceso formal de venta.
Netflix: oferta ganadora bajo acusaciones de favoritismo
Netflix se ha consolidado como el principal postor tras una subasta que ha estado plagada de tensiones y controversias. La plataforma habría presentado la oferta más atractiva para adquirir los estudios de cine y televisión de WBD junto con sus activos de streaming. La empresa habría ganado la guerra de pujas, imponiéndose a Paramount Skydance y Comcast.
Existe una ligera variación en los datos sobre la valoración del acuerdo:
- Medios como Meristation reportan que la plataforma presentó la oferta más alta, de unos $30 dólares por acción.
- Reuters, citando una fuente, y Deadline señalan que el acuerdo está valorado en torno a los $28 dólares por acción.
Además, CNBC informó anteriormente que la propuesta de Netflix consiste en un 85% en efectivo por los activos que busca adquirir, lo que se espera que, de concretarse, reduzca los costes de las plataformas para los consumidores al agrupar Netflix y HBO Max.
La controversia del proceso de venta
La competencia no ha aceptado fácilmente el aparente triunfo de Netflix. El proceso, que según The Wrap ha estado marcado por numerosas tensiones y acusaciones de favoritismo, culminó con Paramount Skydance acusando abiertamente a Warner Bros. Discovery de llevar a cabo un proceso de venta injusto.
Según una copia de la carta a la que tuvo acceso Reuters, el equipo jurídico de Paramount expresó su preocupación por la «imparcialidad y adecuación» del proceso de licitación. Esta preocupación se fundamenta en informes de los medios de comunicación que indican que la dirección de Warner Bros. Discovery, específicamente el consejero delegado (CEO) David Zaslav, favorece la propuesta de Netflix.
Paramount Skydance, dirigida por David Ellison, ha exigido:
- Confirmación sobre la formación de un comité especial independiente de miembros imparciales del consejo para evaluar las ofertas y supervisar el proceso de venta.
- Que dicho comité esté compuesto por consejeros «sin apariencia potencial de parcialidad u obligaciones con otros cuyos intereses puedan diferir de los de los accionistas».
Desde Paramount, además, se ha señalado que el proceso pudo estar «contaminado por conflictos de gestión, incluidos ciertos posibles intereses personales de sus directivos por funciones posteriores a la transacción y compensaciones como incentivos económicos incorporados en recientes modificaciones a los acuerdos de empleo». Irónicamente, Paramount había ofrecido a David Zaslav un puesto en la empresa si se fusionaban.
El obstáculo regulatorio: el riesgo de $5,000 millones
A pesar de haber ganado la puja y ser el único interlocutor en las negociaciones exclusivas con Warner Bros. Discovery, la compra dista de ser un hecho y el proceso aún deberá someterse a un duro escrutinio regulatorio. El acuerdo debe superar un examen «extremadamente riguroso» por parte de organismos de los Estados Unidos, incluyendo la Comisión Federal de Comercio (FTC) y el Departamento de Justicia.
Netflix ha mostrado su determinación al ofrecer una indemnización de $5,000 millones de dólares si los reguladores bloquean el acuerdo, según informó Bloomberg News, una cláusula de ruptura que añade una capa adicional de riesgo y presión. La noticia del posible acuerdo ha llevado a Warner Bros. Discovery a buscar otra ronda de ofertas de los pretendientes a finales del jueves, según el Wall Street Journal.
Consecuencias institucionales: el temor de Hollywood
Si la absorción se materializa, Hollywood experimentará una reconfiguración sin precedentes, alterando drásticamente el equilibrio del mercado global. Netflix pasaría de ser un gigante del streaming a controlar activos fundamentales, incluyendo:
- El estudio cinematográfico Warner Bros. Pictures.
- HBO y HBO Max.
- Warner Bros. Pictures Animation.
- Cartoon Network Studios.
- DC Entertainment (incluyendo DC Studios).
Un consorcio de importantes figuras cinematográficas ha instado al Congreso de Estados Unidos a intervenir si la oferta prospera, advirtiendo de una «inminente crisis económica e institucional» en Hollywood.
La carta anónima y el futuro de las salas de cine
Miembros del Congreso, tanto republicanos como demócratas, recibieron el jueves 4 de diciembre una carta abierta y anónima atribuida a «productores de películas preocupados», que, por temor a las represalias, se negaron a identificarse públicamente «dado el considerable poder de Netflix como comprador y distribuidor», como recoge Variety. Se informó que entre los firmantes hay cineastas de gran renombre.
La misiva recoge tres focos principales de preocupación, siendo el más crítico la potencial destrucción de puestos de trabajo y el colapso de las salas de cine. Esto se debería a la previsible reducción de las ventanas de distribución.
Aunque Netflix, a través de ejecutivos como Ted Sarandos y Greg Peters, se responsabilizaría de mantener los compromisos actuales de Warner Bros. de estrenar en salas comerciales, el gremio de actores y actrices teme la compra. Los líderes de Netflix siempre se han mostrado más interesados en alimentar el streaming, acortando las ventanas de exhibición a 17 días. La organización comercial de exhibidoras, Cinema United, y el Directors Guild of America ya han avisado de las graves consecuencias que tendría esta fusión para la industria cinematográfica y las salas. La carta concluye instando al Senado y la Cámara de Representantes a someter el acuerdo al máximo escrutinio antimonopolio, pues está en juego «una preciada forma de arte».
Hollywood aguanta la respiración. Mientras los reguladores preparan sus informes y las compañías ajustan los últimos flecos, la posible fusión no es solo una transacción económica, sino un punto de inflexión que podría sepultar el modelo tradicional de cine y producción televisiva. ¿Podrá la promesa de un megacatálogo global justificar el riesgo de un monopolio que los propios creadores temen que devore la diversidad y el arte que dice proteger?







