El peso mexicano se perfila para cerrar el año 2025 con un desempeño excepcional, superando las expectativas iniciales del mercado. La divisa nacional, en un giro sorprendente, está a punto de alcanzar uno de sus mejores resultados históricos, impulsada por una confluencia de factores globales y locales.
El peso en la cúspide de su desempeño histórico
La moneda mexicana se encamina a registrar su segundo mejor año histórico, solo por detrás de 2023, cuando exhibió una revaluación cercana al 15 por ciento. Para consolidar un resultado entre los mejores de todos los tiempos en 2025, el peso solo requiere apreciarse un uno por ciento adicional, lo que significaría cerrar en 18.30 pesos por dólar o menos. Este escenario contrasta drásticamente con las proyecciones de finales de 2024, cuando el consenso del mercado lo situaba en 20.69 pesos por dólar.
Ramsé Gutiérrez, codirector de inversiones de Franklin Templeton México, señaló que, aunque pronosticar el tipo de cambio es una tarea de gran complejidad, el peso ha sorprendido. La interrogante principal radica en si logrará ese mínimo extra para posicionarse como el número uno en la historia, o si riesgos globales, locales o la estacionalidad del último trimestre alterarán este escenario prometedor.
La gran incógnita y los factores clave de su solidez
El especialista Ramsé Gutiérrez enumeró los factores que sustentan la actual fortaleza del peso. En primer lugar, destaca la debilidad global del dólar, que ha acumulado una pérdida del 10 por ciento en el año. Esta situación se atribuye al déficit fiscal de Estados Unidos y a las políticas de la administración de Donald Trump, las cuales han mermado su atractivo como activo refugio.
Adicionalmente, el carry trade —estrategia de endeudarse en divisas de baja rentabilidad para invertir en mercados más atractivos— mantiene al peso como una de las monedas preferidas. El diferencial de tasas entre México y Estados Unidos lo hace rentable para esta estrategia de rendimiento.
Aunque la narrativa del nearshoring avanza a un ritmo lento debido a las políticas comerciales de Estados Unidos, México permanece en el radar de los inversionistas. Se anticipa un repunte una vez que se disipe la incertidumbre.
Resiliencia cambiaria y perspectivas a futuro
Al cierre de la semana, el peso operó en 18.3855 unidades por dólar spot, acumulando una apreciación anual del 12 por ciento. No obstante, el consenso actual del mercado prevé una ligera depreciación hacia finales de año, estimando un cierre cercano a los 19.08 pesos por dólar.
Janneth Quiroz, directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Monex, enfatizó que los inversionistas apuestan a una mayor apreciación del peso. Esta expectativa se fundamenta en la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) implemente bajas consecutivas en su tasa de interés de referencia. Tal movimiento mantendría estable el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos en 3.25 puntos porcentuales, dado que el Banco de México continuará su propia disminución hasta el 7 por ciento este año.
El marco favorable y los desafíos pendientes
Santiago Leal, director de estrategia de mercados de Banorte, indicó que el debilitamiento del dólar ha configurado un marco operativo favorable para el peso, complementado por una compresión de las primas de riesgo locales.
«A pesar de la revaluación positiva de la prima de riesgo mexicana, consideramos que 2026 continuará contribuyendo a un escenario favorable para los activos del país», detalló Leal. Añadió que el proceso de renegociación del T-MEC podría inducir cierta presión en las volatilidades implícitas de diversos activos ante la incertidumbre a corto plazo. Sin embargo, Leal sostiene que la resolución favorable y la potencial detonación de nuevos flujos no están completamente descontadas por el mercado. La resiliencia del peso, concluyó, continuará en coyunturas globales y locales más propicias.