La legitimidad del Poder Judicial en México pende de los hilos de la ética y la transparencia. Decisiones recientes en el Estado de México exponen fallas estructurales que subrayan la necesidad urgente de fortalecer la disciplina judicial México. Estos episodios, que van desde la corrupción notarial hasta la delincuencia de altos exfuncionarios, demandan una acción inmediata que reconfigure los valores de quienes imparten justicia.
Fraude y despojo: la orden contra el titular de la notaría 117
Los hechos recientes en el Estado de México demuestran la necesidad de que la justicia actúe con contundencia contra quienes abusan de su posición. El Juzgado Quinto Civil del Distrito Judicial de Ecatepec, con residencia en Tecámac, emitió una orden directa en contra del notario Miguel Ángel Ibáñez.
Ibáñez, titular de la Notaría 117, debe desocupar y entregar de inmediato un inmueble a sus propietarios legítimos. La sentencia, dictada dentro del juicio de acción reivindicatoria 1653/2024, evidenció que el notario empleó tácticas fraudulentas con el objetivo de apropiarse del predio.
Los puntos clave de la determinación judicial son:
- Demandado: Miguel Ángel Ibáñez, titular de la Notaría 117.
- Mandato: Desalojar el inmueble en un plazo de ocho días.
- Ubicación: El predio ocupa actualmente la sede de la Notaría 117, en Tecámac, Estado de México.
La crisis de confianza y el papel de la disciplina judicial
Frente a casos de corrupción que involucran a figuras de alta responsabilidad, la reinvención del Poder Judicial en México se vuelve imperativa. Esta transformación no solo exige repensar su funcionamiento operativo, sino también los valores esenciales que sostienen la legitimidad de quienes imparten justicia en el país.
En este contexto, y tras una reflexión previa sobre la importancia de la ética y la urgencia de un código de ética renovado para las y los servidores judiciales, se enfatiza la relevancia crítica de la disciplina judicial.
La disciplina judicial se ha posicionado como un componente esencial para asegurar que las juezas, jueces, magistradas y magistrados actúen conforme a los más altos estándares éticos y jurídicos. Esto se logra a través de la implementación de medidas estrictas encaminadas a garantizar un actuar:
- Responsable
- Profesional
- Independiente
- Honesto
- Eficaz
El círculo rojo: cuando la política se encuentra con el crimen
La exigencia de disciplina y ética se extiende más allá del ámbito puramente judicial, alcanzando a figuras de la élite política. Recientemente, una exalcaldesa de Amanalco, Estado de México, fue condenada por ordenar el homicidio del síndico Miguel Ángel Lara.
Este tipo de actos criminales cometidos por exfuncionarios refuerza la crítica sobre la laxitud y los vacíos en los procesos de fiscalización y rendición de cuentas. Si bien la fuente informativa que contenía este detalle experimentó un error de extracción, el dato concreto del veredicto subraya la profundidad de la crisis institucional que atraviesa la entidad, urgiendo a una mayor disciplina judicial México para asegurar que la justicia sea expedita y alcance a todos los niveles del poder.
La reiteración de estos casos, desde la apropiación fraudulenta de inmuebles por parte de notarios en Tecámac hasta la criminalidad en la esfera política de Amanalco, coloca a la disciplina judicial en el centro del debate sobre la reforma del sistema. ¿Puede el Poder Judicial recuperar su legitimidad sin una purga profunda y una reafirmación irrestricta de su código ético?











