Los Seattle Seahawks (9-3) lograron una blanqueada contundente 26-0 ante los visitantes Minnesota Vikings en el Lumen Field, empatando el liderato de la NFC Oeste con Los Angeles Rams (9-3). Este análisis post-partido revela que, si bien la ofensiva de Seattle batalló, fue la exhibición defensiva la que sentenció el colapso de los Vikings, cuyo mariscal novato Max Brosmer pareció completamente abrumado.
La defensa de Seattle sentencia el futuro de los Vikings
El resultado final, 26-0, no solo fue la primera blanqueada de los Seahawks desde la victoria 26-0 sobre los Chicago Bears en 2015, sino que también solidificó su posición, poniendo fin a la esperanza de los Vikings (4-8) de pelear por la postemporada. Con este récord, Minnesota parece condenado a jugar para el draft en diciembre.
La clave del dominio fue una exhibición de agresividad, limitando a los Vikings a solo 83 yardas totales como equipo y aprovechando cada error. La jugada más importante del partido llegó con 2:59 por jugarse en la primera mitad, cuando el apoyador Ernest Jones IV interceptó un pase deficiente de Max Brosmer en cuarta oportunidad cerca de la línea de gol, regresándolo 85 yardas para anotar y dar a Seattle una ventaja de 10-0.
Además de la defensa, Seattle confió en la precisión de su pateador Pro Bowl, Jason Myers, quien convirtió cuatro goles de campo de larga distancia: 56, 54, 40 y 33 yardas.
El acoso a Sam Darnold y los ajustes ofensivos
A pesar de la victoria, el ataque de Seattle liderado por el mariscal Sam Darnold tuvo dificultades. Darnold, un ex mariscal de campo de Minnesota, había sugerido que practicar contra el grupo del coordinador defensivo Brian Flores lo ayudaría; sin embargo, fueron Flores y los Vikings quienes parecían tener las respuestas.
La defensa de Minnesota atacó temprano y con frecuencia, agotando el tiempo de Darnold. Cuando fue atacado, completó solo 5 de 9 pases para 29 yardas, sin touchdowns y con dos capturas, según Next Gen Stats.
En totales, el producto de la USC terminó con:
- Solo 128 yardas aéreas.
- Fue capturado cuatro veces.
- Fue golpeado siete veces.
- Perdió el balón dos veces (una recuperada por los Vikings).
El giro hacia el juego terrestre
Las defensas contrarias tenían la clara intención de anular a los principales receptores de pases de Seattle, Smith-Njigba (líder con 1,313 yardas recibidas) y Jefferson (segundo con 1,533 yardas recibidas en 2024). El dúo se combinó para apenas cuatro recepciones y 27 yardas en diez objetivos.
Para compensar, Seattle recurrió al juego terrestre, donde Kenneth Walker y Zach Charbonnet se combinaron para:
- 108 yardas terrestres totales.
- Una anotación.
Los Vikings, por otro lado, fueron ineficaces por tierra, terminando con solo 53 yardas terrestres como equipo.
Max Brosmer: abrumado en su debut
El mariscal de campo novato de los Vikings, Max Brosmer, quien no fue reclutado en el draft, parecía superado por la defensiva agresiva y talentosa de Seattle en su primera apertura en la NFL.
Brosmer concluyó el partido con estadísticas que reflejan su ineficacia:
- 19 de 30 pases completos para 126 yardas.
- Cero touchdowns.
- Cuatro intercepciones, incluyendo el pick-six de Jones.
- Un índice de pasador de 32,8.
Brosmer no recibió ayuda de sus compañeros, ya que los receptores de pases de Minnesota dejaron caer tres pases, y la protección fue deficiente. Fue capturado cuatro veces y presionado en catorce ocasiones. Para empeorar el panorama, los Vikings perdieron al centro Ryan Kelly (cadera) y al corredor Aaron Jones Sr. (hombro) por lesión durante el juego.
Proyecciones de playoffs y la crisis de mariscales en Minnesota
La defensa de Seattle, con su calibre de campeonato, podría llevar a los Seahawks a una carrera profunda en los playoffs. En los últimos cinco partidos, el equipo ha limitado a sus oponentes a 16,2 puntos por partido. El corredor de ventaja DeMarcus Lawrence estuvo omnipresente, forzando un balón suelto de Aaron Jones Sr. y presionando a Brosmer en una de las intercepciones. Jones IV, por su parte, lideró a Seattle con doce tacleadas combinadas y dos intercepciones.
Con esta victoria, los Seahawks, ganadores de seis de sus últimos siete juegos, se preparan para enfrentar a los Atlanta Falcons (4-8) la próxima semana.
Mientras tanto, los Vikings recibirán a los Washington Commanders. El entrenador en jefe Kevin O’Connell enfrentará una decisión crítica respecto al mariscal de campo:
- Volver a JJ McCarthy, si sale del protocolo de conmoción cerebral.
- Jugar con el reserva oficial John Wolford.
- Mantener a Max Brosmer como titular.
Con la temporada entrando en diciembre, el panorama es claro: mientras Seattle se apoya en una defensa con «calibre de campeonato» para asegurar su plaza en postemporada, Minnesota se hunde en la desesperación y el dilema del mariscal. La pregunta para el entrenador en jefe Kevin O’Connell no es si reemplazar a Max Brosmer, sino quién podrá detener la espiral descendente que los condena a jugar para el *draft*.







