El Salón de las Naciones en el Kennedy Center de Washington se prepara para un evento que trasciende lo deportivo. La FIFA anunció la participación estelar de Village People para el sorteo de la Copa del Mundo 2026, un acontecimiento con claros tintes políticos y catalogado como «repleto de estrellas con tintes claramente ‘trumpianos'».
El show del sorteo: Música disco y la sombra de Trump
La elección de los íconos de la música disco, anunciada el 03 de diciembre de 2025, llamó la atención inmediatamente. Village People, conocidos por su himno “Y.M.C.A.”, interpretarán la canción como colofón al sorteo del torneo de 2026, que tendrá lugar en el Kennedy Center. Este tema musical se ha convertido en un elemento básico y favorito en:
- Los mítines de campaña del presidente Donald Trump.
- Las recaudaciones de fondos realizadas en Mar-a-Lago, donde se ha visto al presidente bailando.
La FIFA describió el evento del viernes como un «programa de entretenimiento de clase mundial» y contará con figuras de alto perfil como co-anfitriones. El sorteo, organizado conjuntamente por Estados Unidos, Canadá y México, tendrá como anfitriones a:
- La supermodelo y personalidad de la televisión Heidi Klum.
- El comediante Kevin Hart.
- El actor Danny Ramírez.
Además, el espectáculo musical incluirá la participación del cantante clásico Andrea Bocelli y un dúo formado por la estrella británica del pop Robbie Williams, quien es embajador musical de la FIFA, y la cantante estadunidense Nicole Scherzinger.
El premio de la paz y la influencia presidencial
Los tintes políticos se extienden más allá de la elección musical. La FIFA también tiene previsto desvelar su nuevo galardón: el «Premio de la Paz – El futbol une al mundo».
Se espera que este galardón recaiga en el presidente Donald Trump, dada su petición previa de un Premio Nobel de la Paz a principios de ese mismo año. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien asistió a la toma de posesión de Trump en enero, ha manifestado anteriormente que el líder estadunidense merecía un reconocimiento mundial por su papel como mediador en el alto el fuego en Oriente Medio.
La fuerte conexión de Trump con la sede del evento también es notable. El presidente reformó el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas en febrero de 2025, asumiendo la presidencia de la organización. En esta transición, Trump sustituyó al filántropo multimillonario David Rubenstein y despidió a su presidenta, Deborah Rutter.
Un mega torneo con agenda política
El Mundial de 2026, la mayor edición de la historia del torneo, se celebrará del 11 de junio al 19 de julio. Ampliado a 48 equipos y 104 partidos, el certamen abarcará 16 sedes en Estados Unidos, Canadá y México.
El objetivo de la FIFA al albergar la mayoría de los partidos en estadios estadunidenses es claro: aprovechar el mayor mercado deportivo del mundo. Las sedes irán desde Ciudad de México hasta Vancouver y desde Nueva York hasta Los Ángeles.
Los asistentes y los ausentes
La esfera política regional e internacional estará fuertemente representada o notablemente ausente en el sorteo.
La mandataria Claudia Sheinbaum confirmó su asistencia al sorteo del Mundial 2026 en Washington. Según sus declaraciones, es «un buen momento para estar los tres [líderes de América del Norte] dando una imagen de que América del Norte y nuestro compromiso comercial sigue vigente”. El presidente Donald Trump también asistirá al sorteo.
Sin embargo, el evento también estará marcado por las ausencias:
- Irán no acudirá al sorteo del Mundial de futbol debido a trabas en las visas para sus delegados.
- Milei no acudirá a sorteo de la Copa Mundial 2026.
En notas relacionadas, se anunció que Cadillac estrenará diseño para sus autos en F1 durante el Supertazón, el 8 de febrero, en un anuncio de TV. La escudería será la undécima cuando la temporada inicie el 8 de marzo con los pilotos Valtteri Bottas y Sergio Pérez. Adicionalmente, se informó que la tercera etapa de venta de boletos para el Mundial comenzará el 11 de diciembre.
La mezcla de alto entretenimiento, figuras políticas de primer nivel y la entrega de un galardón con implicaciones geopolíticas consolidan el sorteo del Mundial 2026 no solo como un acto deportivo, sino como una declaración de intenciones políticas en el corazón de Washington. ¿Podrá la FIFA justificar esta inédita fusión de futbol y estrategia política sin desvirtuar la esencia del deporte?







