El miércoles 26 de noviembre de 2025, la megaciudad de Hong Kong se enfrentó a un siniestro de proporciones aterradoras, catalogado como el peor en décadas. El fuego arrasó varias torres del inmenso complejo residencial Wang Fuk Court, ubicado en el distrito de Tai Po. Este devastador evento, que duró más de ocho horas, ha puesto el foco en la seguridad de las estructuras en renovación en la densamente poblada urbe.
Balance oficial de la tragedia: 36 muertos y casi 300 desaparecidos
La cifra de víctimas por el incendio de varios bloques de viviendas en el distrito de Tai Po aumentó a 36 fallecidos, según anunció el jefe del Ejecutivo de Hong Kong, John Lee. Esta información fue recogida por el diario hongkonés South China Morning Post.
Las cifras del desastre son impactantes:
- Fallecidos: 36 personas, según la última actualización de John Lee.
- Desaparecidos: 279 personas están extraviadas o desaparecidas.
- Heridos: Se reportan 29 personas hospitalizadas.
- Estado crítico: Siete de los hospitalizados se encuentran en estado crítico. No obstante, la autoridad hospitalaria de Hong Kong reportó 23 heridos, incluidos seis en estado crítico y 11 considerados pacientes graves.
Entre las víctimas mortales se encuentra al menos un bombero. El director de los Servicios de Bomberos informó que un bombero apellidado Ho estaba entre los 13 muertos iniciales reportados. Otro reporte detalló que el fallecido era un bombero de 37 años que fue encontrado con quemaduras en el rostro. Además de visitar a los heridos hospitalizados, el jefe Lee también acudió a la familia del bombero que ha fallecido.
El presidente de China, Xi Jinping, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y a los afectados por la catástrofe, pidiendo que se hiciera todo lo posible para extinguir el incendio y minimizar las víctimas y las pérdidas, según reportaron los medios estatales.
Lucha contra el fuego y el colapso estructural
El incendio, que comenzaba a estar «gradualmente bajo control» después de superar las ocho horas de duración, movilizó un esfuerzo masivo de los equipos de emergencia. El jefe del Ejecutivo de Hong Kong detalló que se desplegaron más de 140 camiones de bomberos y más de 800 bomberos y paramédicos. También se están utilizando drones en las tareas de extinción.
Las labores de rescate fueron extremadamente complejas debido a las condiciones dentro del complejo:
- Las autoridades indicaron que las altas temperaturas dentro de los edificios y la caída de andamios y escombros dificultaban el avance de los equipos de rescate.
- Derek Armstrong Chan, subdirector de operaciones del servicio de bomberos, afirmó que “la temperatura en el lugar es muy alta” y que había algunos pisos a los que no habían podido llegar para asistir a las personas que pedían ayuda.
- Un alto mando policial de Tai Po confirmó que, al no estar controlado el fuego en ninguno de los bloques, resultaba imposible realizar registros piso por piso para confirmar la evacuación, por lo que se desconocía cuántas personas permanecían atrapadas. Agentes en el lugar confirmaron no poder entrar al caer la noche.
- Una organización de rescate animal calculó que más de un centenar de mascotas habían quedado atrapadas en los edificios.
El complejo residencial Wang Fuk Court cuenta con mil 984 viviendas (unos 2,000 apartamentos), que albergan a unos 4 mil residentes. El fuego, avivado por los fuertes vientos, se extendió a siete de los ocho bloques del complejo. Más de 700 personas fueron trasladadas a centros comunitarios y ocho albergues temporales dieron refugio a alrededor de 900 residentes afectados, según el Gobierno de Hong Kong.
El peligro de los andamios de bambú y el poliestireno
El origen del fuego se localizó en el andamiaje exterior de varios pisos del complejo Wang Fuk Court, que se halla inmerso en un proceso de renovación por un valor de 330 millones de dólares hongkoneses (equivalente a 42 millones de dólares o, aproximadamente, 778 millones 333 mil 50 pesos mexicanos). Este proceso de renovación había generado descontento entre numerosos residentes el año pasado.
El incendio, que fue inicialmente clasificado como alarma de nivel 1, escaló rápidamente a nivel 4 a las 15:34 horas local. A las 18:22, ya se había declarado la alarma número 5, la más alta de la ciudad.
Fallas estructurales que aceleraron la tragedia
El director del servicio de bomberos de la urbe semiautónoma, Andy Yeung Yan-ki, señaló un factor crítico en la rápida propagación de las llamas: se había encontrado poliestireno expandido, un material utilizado para el aislamiento térmico, dentro de los edificios siniestrados.
Según el jefe de los bomberos de Hong Kong, ese material provocó que el fuego se extendiera de forma más rápida entre los bloques e incendiara apartamentos residenciales a través de los pasillos.
Incidentes como este subrayan preocupaciones recurrentes sobre la seguridad en los andamios de bambú, comunes en Hong Kong por su ligereza y bajo costo. La Asociación por los Derechos de las Víctimas de Accidentes Industriales expresó su “profunda preocupación” por los incendios relacionados con andamios, señalando incidentes similares previos en abril, mayo y octubre.
La voz de los vecinos: «Arden en cadena y nadie los apaga»
La tragedia generó una profunda indignación entre los residentes por la aparente lentitud en la extinción. Vecinos de la zona ofrecieron testimonios desoladores:
- Una residente, de apellido Cheung, declaró que “los edificios arden en cadena y nadie parece apagarlos”, y recordó que en las obras cercanas se habían detectado obreros fumando, motivo por el que se habían impuesto multas.
- Harry Cheung, de 66 años, residente del bloque dos desde hace más de 40 años, dijo haber oído «un ruido muy fuerte hacia las 14:45 horas» y vio cómo se declaraba el incendio en un bloque cercano, lo que lo llevó a recoger inmediatamente sus pertenencias.
- Un residente apellidado Wong, de 71 años, rompió a llorar, diciendo que su mujer estaba atrapada dentro de uno de los edificios.
- Yuen, un residente de 65 años con cuatro décadas en la vivienda, relató la vulnerabilidad de sus vecinos, muchos de ellos adultos mayores con problemas de movilidad. Mencionó que las ventanas estaban cerradas por mantenimiento, lo que obligó a algunos vecinos a informar por teléfono para que evacuaran.
- So, de 57 años, afirmó estar preocupada porque hubiera gente atrapada, lamentando que “ya no hay nada que se pueda hacer por la propiedad”.
La gente se reunió en una pasarela cercana, observando con consternación cómo el humo salía de los rascacielos. Los departamentos fueron quemados. El Departamento de Servicios de Bomberos aconsejó a los residentes de los alrededores permanecer en el interior, cerrar puertas y ventanas y mantener la calma, además de evitar acudir a la zona afectada. Los residentes evacuados no saben cuándo podrán regresar a sus hogares.










