La jornada de búsqueda de desaparecidos Querétaro reabre una herida profunda en la sociedad mexicana. Lideradas por Yadira González, hermanas buscadoras se internaron en la Barranca de Cocheros, San Juan del Río, un «sitio de depósito» donde la naturaleza y la fauna dispersan los restos de las víctimas que las instituciones no han buscado.
La jornada de búsqueda en San Juan del Río
Este 8 de diciembre de 2025, integrantes del Colectivo Desaparecidos Querétaro iniciaron una nueva jornada de búsqueda de personas no localizadas. La operación se centra en la Barranca de Cocheros, ubicada cerca de la comunidad del mismo nombre en el municipio de San Juan del Río.
La hermana buscadora Yadira González, quien coordina el Colectivo Desaparecidos Querétaro y la red de buscadoras Unidas Siempre Buscando, explicó la relevancia del sitio. La zona se convirtió en un «sitio de interés» debido a un hallazgo realizado hace año y medio.
> «En la diligencia pasada, el último día de jornada, tuvimos el hallazgo de unos homóplatos y unas costillas y ya no nos dio tiempo para seguir revisando la zona», comentó González a La Jornada.
La jornada de búsqueda se extenderá hasta el 12 de diciembre, trabajando en un horario de 9 de la mañana a 5 de la tarde.
La peligrosa geografía del «sitio de depósito»
Yadira González enfatizó que el área no corresponde a un cementerio clandestino tradicional, sino a una «zona de depósito», lo que complejiza enormemente la localización e identificación de restos.
«Los cuerpos no están enterrados o sepultados, sino solamente están depositados desde el mirador. Avientan los cuerpos de las personas que buscamos y entonces una vez que el cuerpo llega a lo bajo de la barranca, pues ahí hay dispersión por fauna, por la misma agua, las inclemencias», detalló la coordinadora.
En el primer día de trabajo, el equipo no localizó restos humanos positivos. González precisó: «Todavía no localizamos algún resto positivo a humano, hemos localizado pura fauna. Lo que sí localizamos fueron coyotes y eso nos da el indicio de que efectivamente la misma fauna los dispersa».
El rastreo metódico y la colaboración interinstitucional
La búsqueda se realiza tras un análisis exhaustivo y metódico que busca optimizar los recursos limitados de los colectivos.
Metodología para identificar sitios de interés
Yadira González, experta forjada en casi 20 años de búsqueda, explicó el proceso que siguen para determinar los puntos de rastreo:
- Análisis de contexto y criminal.
- Revisión de notas periodísticas.
- Estudio de otros hallazgos previos.
- Mapeos satelitales y a pie.
Toda esta información se utiliza para verificar si la zona «tiene las condiciones favorables para poder depositar a una persona o para poderlas sepultar en dado caso». La vocera resaltó que, incluso si no encuentran restos, la jornada es considerada positiva, «porque ya es un sitio menos en donde buscarles».
Actores que participan en la operación
A la labor de descenso y rastreo se sumaron varios equipos:
- El equipo de descenso de la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta.
- La Guardia Nacional y Policía Estatal (encargadas de la seguridad perimetral).
- Personal de la Fiscalía General.
- El equipo de la Comisión Nacional de Búsqueda.
La verdad personal de una búsqueda que cumple 20 años
La labor de Yadira González está impulsada por el amor y la necesidad de encontrar a su hermano, Juan, quien desapareció en Querétaro en el 2006.
El próximo año, González cumplirá dos décadas buscándolo. Lo recuerda en presente: «Es un hombre trabajador, es comerciante, siempre se encargó de su familia. Cuando lo desaparecieron, tenía un lote de autos y 38 años».
Ella se niega a llevar un registro estadístico de los hallazgos positivos que logra el colectivo. Esta decisión se basa en una profunda reflexión sobre la magnitud de la crisis.
> «No suelo contarlos. Creo que es muy desalentador localizar 10, 20, 50, 100 y que cada día están desapareciendo 44 personas. Siento que nunca vamos a llegar a la cifra, desgraciadamente. Se me va a acabar la vida y no voy a poder encontrar a los que hoy no están. Y creo que todas las buscadoras y buscadores en este país no somos suficientes para encontrarlos a todos. Y ellos al final no son una cifra», sentenció.
La búsqueda no es solo por Juan, sino por todas las personas ausentes: «Les buscamos a todos, les buscamos a todas, a todos los que nos hacen falta. A quien localicemos en esta jornada, pues no nos los llevamos a casa. Puede ser que sea Juan, puede ser que sea alguna personita, algún hijo, hermano, padre, hermana de alguna de mis compañeras, pero también puede ser que sea de alguien más que no está acá».
Finalmente, las buscadoras reafirman su postura ante el Estado: «Lo que nosotros hemos aprendido es que las instituciones no los buscan, los buscamos nosotros, nosotras. Y ellos no están en un expediente, no están en un escritorio, están acá afuera y hay que salir a buscarles”.
Como cierre de esta jornada intensiva, las buscadoras anunciaron la instalación de un Árbol de la Esperanza el sábado 13 de diciembre a las 5 de la tarde, en el patio principal del Convento del Templo de la Cruz, en la ciudad de Querétaro, contando con el apoyo de la comunidad franciscana que acompañó el primer día de búsqueda.







