
El parlamento israelí, la knesset, votó el miércoles 23 de julio de 2025 a favor de una moción no vinculante que impulsa la anexión de cisjordania. Con 71 votos a favor y 13 en contra, la medida, informada por the times of Israel, busca reafirmar la soberanía israelí sobre un territorio considerado parte inalienable de su historia.
Declaraciones tras la votación
Tras la significativa votación, el presidente de la knesset, amir ohana, hizo una declaración contundente, afirmando: “La tierra de Israel pertenece al pueblo de Israel”. Ohana añadió con firmeza que “los judíos no pueden ser los ocupantes” de su propia patria ancestral.
El espíritu de la moción
La moción, una iniciativa conjunta de varios legisladores, fue presentada por el diputado del sionismo religioso simcha rothman, el diputado del likud dan illouz y el diputado de yisrael beytenu oded forer. El texto de la propuesta describe a judea, samaria y el valle del jordán como “una parte inseparable de la patria histórica del pueblo judío”, e insta a la aplicación de la soberanía israelí sobre estas áreas.
La propuesta establece claramente sus intenciones estratégicas: “Esta medida dejaría claro al mundo que Israel no aceptará soluciones que impliquen concesiones territoriales peligrosas y que está comprometido con su futuro como un estado judío seguro”.
Naturaleza no vinculante y perspectiva histórica
Es crucial destacar que, a pesar de la votación, las mociones para la agenda como esta carecen de implicaciones prácticas y no alterarán el estatus legal actual de cisjordania.
Sin embargo, las palabras del presidente amir ohana subrayan la profunda convicción detrás de esta acción parlamentaria. Él profundizó en la narrativa histórica, declarando: “Esta es nuestra tierra. Este es nuestro hogar. La tierra de Israel pertenece al pueblo de Israel. En 1967, la ocupación no comenzó; terminó, y nuestra patria fue devuelta a sus legítimos dueños. Somos los primeros habitantes de esta tierra. Los judíos no pueden ser los ‘ocupantes’ de una tierra que durante 3 mil años se ha llamado judea”.
Ohana concluyó con una visión asertiva sobre el futuro y la paz, manifestando: “Estas son verdades que ninguna falsa narrativa puede cambiar. Esta es la verdad histórica… y esta es también la única manera de lograr la paz verdadera mediante la fuerza y de destruir las falsas esperanzas que laten en los corazones de nuestros enemigos de que desapareceremos, seremos expulsados o nos retiraremos de nuestra patria. Estamos aquí para quedarnos”.
La postura de la knesset, aunque sin efecto legal inmediato, reafirma una visión profunda sobre la identidad y el futuro de israel. ¿Cómo resonarán estas declaraciones en la dinámica regional y global, y qué implicaciones tendrán para la búsqueda de una paz duradera en oriente medio?