
El jitomate mexicano otra vez en la mira de EE.UU.
El conflicto comercial entre México y Estados Unidos por el jitomate revive una disputa histórica que podría golpear a los productores mexicanos, pero también al bolsillo del consumidor estadounidense. La palabra clave: dumping.
Un conflicto que se cocina desde hace décadas
La acusación de Florida: ¿realidad o proteccionismo?
Una vez más, los productores de jitomate en Florida han señalado a México por presuntamente incurrir en prácticas de dumping: exportar jitomates a precios por debajo del costo para desplazar a la competencia.
Esta acusación, que no es nueva, ha derivado en la posible imposición de una cuota compensatoria del 20.91% a los tomates mexicanos, una medida que podría entrar en vigor en 90 días.
Historia repetida desde 1996
Esta disputa no surgió ayer. Desde 1996, los productores floridanos han presionado al Departamento de Comercio de Estados Unidos para investigar a México por dumping. A lo largo de casi tres décadas, el resultado ha sido una serie de cinco acuerdos suspensivos que han evitado la imposición de aranceles. El más reciente fue firmado en 2019. Hoy, ese acuerdo está en peligro.
México defiende su jitomate: argumentos y contexto
Sin subsidios, sin trampas
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y la presidenta Claudia Sheinbaum han sido tajantes: el precio al que México exporta jitomates a EE.UU. es el real, sin subsidios ocultos ni distorsiones de mercado. A diferencia de ciertos productos estadounidenses que sí reciben apoyos gubernamentales, el jitomate mexicano llega al norte impulsado por eficiencia productiva y ventaja climática.
Impacto en consumidores estadounidenses
Más allá de la retórica diplomática, el mayor impacto podría recaer en los propios consumidores estadounidenses. Actualmente, 6 de cada 10 jitomates que se consumen en EE.UU. son mexicanos. De aplicarse la cuota compensatoria, ese jitomate llegaría con un sobreprecio del 20.91%, lo que haría subir los precios en supermercados y restaurantes al otro lado de la frontera.
Los tiempos de la negociación
Tres meses para evitar el castigo
Según Berdegué, la medida no entrará en vigor de inmediato. El gobierno de EE.UU. ha dado un plazo de 90 días, lo que abre una ventana de oportunidad para negociar un nuevo acuerdo suspensivo. México confía en que, como en ocasiones anteriores, el diálogo prevalezca.
“Esto ya lo vivimos antes y salimos adelante”, recordó el secretario en Palacio Nacional.
Falta de comunicación formal
Un punto que ha generado molestia en el gobierno mexicano es que la notificación de la medida no llegó por los canales diplomáticos habituales. Ni la Cancillería, ni Economía ni Agricultura fueron informadas formalmente; el aviso llegó a través de la representación legal de los productores mexicanos, algo que Sheinbaum calificó como “irregular”.
¿Y si se rompe el acuerdo?
Escenario uno: se logra una nueva suspensión
Si México y EE.UU. logran renovar el acuerdo, como en 2019, se suspendería la cuota y el comercio de jitomate seguiría fluyendo sin mayores sobresaltos. Este es el escenario que el gobierno mexicano considera más probable.
Escenario dos: entra en vigor la cuota del 20.91%
De no lograrse un acuerdo, el jitomate mexicano llegará a EE.UU. con ese arancel adicional, lo cual podría traducirse en:
- Reducción de exportaciones mexicanas.
- Aumento de precios al consumidor estadounidense.
- Posible escasez estacional en ciertos mercados.
- Aumento de tensiones comerciales entre ambos países.
Dumping en doble vía: lo que México también reclama
Casos activos contra productos estadounidenses
México también ha activado mecanismos antidumping contra importaciones estadounidenses, en especial de productos cárnicos:
- Pollo: Investigación concluida en 2012. Aunque se confirmó la práctica de dumping, México no ha aplicado cuotas compensatorias.
- Pierna de cerdo: Caso más reciente, actualmente en investigación. Las autoridades mexicanas analizan si se está vendiendo en territorio nacional a precios artificialmente bajos.
Este doble rasero deja ver que el dumping es un tema bilateral y que, en muchos casos, responde a tensiones políticas y económicas más que a criterios técnicos estrictos.
Lo que está en juego: más allá del jitomate
México, potencia agrícola
El jitomate es solo una pieza de un tablero mucho más amplio. México es líder mundial en exportación de productos agroalimentarios como aguacate, berries, cerveza y carne de res. Cualquier sanción en el sector puede tener efectos en cadena en el campo mexicano.
EE.UU., dependiente de la producción mexicana
La agricultura estadounidense, sobre todo en productos frescos, depende cada vez más de lo que se produce en México. Por clima, ubicación y costos laborales, México ha ganado terreno. De ahí que imponer barreras podría ser un tiro por la culata para la propia economía estadounidense.
Jitomate, diplomacia y futuro comercial
El jitomate mexicano está en el centro de una disputa que combina proteccionismo, política comercial y lucha por la competitividad agrícola. Aunque las acusaciones de dumping resurgen cíclicamente, la historia demuestra que los acuerdos son posibles.
México defiende su posición con argumentos sólidos, y el tiempo está a su favor para evitar un golpe arancelario que afectaría a ambos lados de la frontera. Este caso no solo pondrá a prueba la diplomacia económica mexicana, sino también la consistencia de la política comercial estadounidense ante sus propias necesidades internas.