En un movimiento estratégico para consolidar acuerdos comerciales, japón intensifica sus gestiones con estados unidos. El principal negociador arancelario japonés, Ryosei Akazawa, viajará a Washington a partir del martes, 4 de agosto de 2025, para asegurar la firma de una orden ejecutiva clave sobre los aranceles a automóviles, un tema central en la política comercial bilateral.
La urgencia diplomática de Tokio
La visita de Ryosei Akazawa, principal negociador arancelario de japón, a la capital estadounidense marca una fase crítica en las relaciones comerciales entre ambas potencias. El objetivo primordial de esta misión diplomática es ejercer presión sobre la administración del presidente Donald Trump para que se formalice mediante una orden ejecutiva el arancel del 15 por ciento acordado para la importación de automóviles. Akazawa ha sido enfático al respecto. «Presionaremos a Estados Unidos para asegurar que se firme una orden ejecutiva sobre el arancel acordado para automóviles y componentes automotrices lo antes posible», declaró Akazawa al parlamento, subrayando la prioridad de Tokio en este asunto.
El acuerdo arancelario: Detalles y reducciones significativas
El mes pasado, Estados Unidos y Japón alcanzaron un acuerdo comercial que sentó las bases para una reducción sustancial de los aranceles sobre las importaciones de automóviles japoneses. Este pacto establece una tasa del 15 por ciento, una disminución significativa respecto a los gravámenes que anteriormente sumaban un total del 27.5 por ciento. Además, los aranceles aplicables a otros productos japoneses, que estaban fijados en el 25 por ciento, también verán una reducción al 15 por ciento, reflejando un ajuste amplio en la estructura arancelaria.
La «acumulación» de gravámenes, una preocupación adicional
Más allá de la implementación del 15 por ciento, Japón ha puesto sobre la mesa una preocupación adicional crucial conocida como el problema de la «acumulación«. Este fenómeno se refiere a situaciones donde los bienes pueden verse afectados por múltiples aranceles, incrementando de manera desproporcionada su costo. En este sentido, Akazawa ha manifestado que japón busca asegurarse de que los productos que ya están gravados con una tasa superior al 15 por ciento queden exentos de cualquier tasa adicional que pudiera derivarse de la nueva disposición. Esta salvaguarda es vital para proteger la competitividad de ciertos productos japoneses en el mercado estadounidense.
La insistencia de Japón en la pronta firma de esta orden ejecutiva y la clarificación de las condiciones de aplicación del arancel del 15 por ciento, particularmente en lo que respecta a la «acumulación«, reflejan la complejidad y la delicadeza de las negociaciones comerciales internacionales en un entorno económico volátil. La resolución de estos puntos será determinante para la estabilidad del comercio bilateral y sentará un precedente para futuras interacciones.