
La tensión escala en Oriente Medio. En el noveno día del conflicto directo, Israel mata 3 comandantes iraníes, intensificando los ataques contra objetivos militares y nucleares dentro de Irán. Esta escalada se produce mientras la comunidad internacional presiona por la desescalada, aunque los combates continúan marcando el ritmo de la confrontación.
Ataques selectivos y sitios clave
En el noveno día de combates directos, Israel anunció haber matado a tres comandantes de los Guardianes de la Revolución iraní durante bombardeos nocturnos. Entre los fallecidos se identifica a Said Izadi, encargado de la coordinación con Hamás.
También se afirma la muerte de Aminpour Joudaki, presunto líder de cientos de ataques con drones contra Israel, y Behnam Shahriyari, comandante de la Fuerza Quds.
Bajas y respuesta iraní
Los ataques israelíes también impactaron otras instalaciones militares. La agencia Isna informó que cuatro combatientes de los Guardianes de la Revolución murieron en un bombardeo contra un centro de entrenamiento en Tabriz, al noroeste de Irán.
Además, se atacaron “infraestructuras de almacenamiento y de lanzamiento de misiles en el centro de Irán”. Israel también bombardeó sitios de producción de centrifugadoras en la instalación de Isfahán, marcando la segunda ola de ataques en ese lugar desde el inicio de la guerra. Un ataque en la ciudad de Qom resultó en la muerte de un adolescente.
Irán ha respondido con lanzamientos de misiles y drones hacia territorio israelí. Los Guardianes de la Revolución confirmaron “operaciones combinadas” con “varias escuadrillas de drones Shahed” y misiles, alcanzando regiones como el aeropuerto Ben Gurión y el valle de Beit Shean.
Las cifras de víctimas varían según la fuente:
- Balance oficial iraní (15 de junio): 224 muertos en Irán, incluyendo militares, científicos nucleares y civiles.
- HRANA (ONG): Estima 657 muertos y 2.000 heridos en Irán.
- Autoridades israelíes: Reportan al menos 25 muertos en Israel por ataques de represalia iraníes.
El contexto del conflicto
La actual guerra directa entre Israel e Irán comenzó el 13 de junio. Israel inició una campaña de ataques aéreos para impedir que Irán obtenga la bomba atómica, objetivo que Teherán niega perseguir.
Israel ha golpeado cientos de instalaciones militares y nucleares, cobrando vidas de militares y científicos clave. Su canciller, Gideon Saar, estimó que la guerra ha retrasado el programa atómico iraní “al menos dos o tres años”, advirtiendo que la “campaña” militar será “larga”.
Ultimatums y negociaciones rotas
La comunidad internacional pide una desescalada, pero los movimientos diplomáticos son complejos. El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió el viernes que Irán tiene un plazo “máximo” de dos semanas para evitar bombardeos de Washington.
Las negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán, que se retomaron en abril tras años de interrupción, quedaron suspendidas por la ofensiva israelí. Irán, a través de su canciller Abás Araqchi, declaró que no las reanudará hasta que cesen los bombardeos israelíes.
Mientras, otras naciones reaccionan. El ministro turco de Exteriores, Hakan Fidan, acusó a Israel de empujar a la región a un “desastre total”, declarando en la OCI que el problema es “claramente israelí”. Por su parte, el director del OIEA, Rafael Grossi, afirmó ante la ONU que no hay indicios de que Irán esté fabricando un arma atómica.
La escalada militar entre Israel e Irán, marcada por los recientes ataques israelíes a comandantes y sitios estratégicos, subraya la intensidad del noveno día de guerra. A pesar de los llamados internacionales y los ultimátums, ambas partes parecen preparadas para una confrontación prolongada, sin cese a los ataques cruzados.