Eso de que “amor con amor se paga”, en el caso de Quintana Roo aplica… pero al revés.
Cancún se entregó a Andrés Manuel López Obrador, a Claudia Sheinbaum y, en consecuencia, a Morena. Pero ni el anterior Presidente ni la actual Presidenta devolvieron el cariño: dejaron solos a los cancunenses con el mantenimiento y la conservación de la Zona Hotelera.
Desde la creación de Cancún, Fonatur se hacía cargo de la Zona Hotelera, hasta que llegó la 4T y dejó la responsabilidad a las autoridades locales. Aunque, en realidad, el Gobierno federal no “entregó” Fonatur a Quintana Roo: lo dejó caer. Le pasó al estado la responsabilidad total del corredor turístico —orgullo mundial— pero olvidó un pequeño detalle: los recursos. Una transferencia, pero sin presupuesto.
Para completar la “herencia”, Fonatur dejó proyectos inconclusos, plantas de tratamiento a medio uso, luminarias viejas, paraderos oxidados…
Sale Fonatur entra Foatqroo
Para reemplazar a Fonatur, el Gobierno del Estado, a través de Sefiplan, creó el Foatqroo, un fideicomiso que llegó acompañado de otra sorpresa: el mantenimiento fue concesionado a una empresa privada, Engintra, mediante un contrato emergente que apareció antes que cualquier programa presupuestal hecho como Dios manda. Transparencia, la indispensable ausente.
Y como la canción de borreguitos, cada año es menos el presupuesto para la Zona Hotelera. En 2024 —último año de operación de Fonatur— se asignaron 155 millones de pesos solo para ese ejercicio. En cambio, el Foatqroo contempló 286 millones a ejercer en tres años (2025–2027): unos 100 millones por año, una reducción disfrazada de modernización.
Hubo promesas de transferencias directas de la Federación al Gobierno del Estado para la Zona Hotelera. Pero esos recursos no llegaron, o al menos nadie ha informado si algún día aparecerán.
Ayuntamiento sale al quite
La situación se volvió asfixiante al extremo de que, a principios de año, el Ayuntamiento de Benito Juárez tuvo que sacar 50 millones de pesos de su propio presupuesto para evitar que la Zona Hotelera se deteriorara más. Lo aprobó el Cabildo el 20 de enero de 2025.
Un municipio rescatando lo que la Federación dejó tirado en la playa.
Mejoras
Pero no fue suficiente, y ahora el Gobierno estatal intenta salir al quite con un gravamen bajo el eufemismo de Contribuciones de Mejoras, que obligará a los propietarios de la Zona Hotelera a financiar las obras según el valor más alto de sus inmuebles. Es decir:
Lo que pagaba la Federación ahora lo pagarán los hoteles, los condominios y, eventualmente, los turistas.
El Gobierno federal dejó Fonatur a Quintana Roo sin recursos, sin estrategia y sin responsabilidad.
El Estado hace malabares y hasta recurrió a una concesión privada para cumplir la tarea.
El Ayuntamiento tuvo que poner dinero para que la Zona Hotelera no colapse.
Y ahora, para 2026, está la imperiosa necesidad de obtener recursos que la Federación ya no dio.
Y no, el amor no fue recíproco.
