
Inversión histórica: México cautiva capital extranjero en medio de la incertidumbre
La llegada masiva de capital extranjero al país en los primeros meses de 2025 no es casualidad. A pesar de los vientos contrarios provenientes del norte —con una nueva guerra comercial desatada por Donald Trump—, México rompió su propio récord en inversión extranjera directa (IED), mostrando que el país, con todo y desafíos, sigue siendo una apuesta segura para los grandes capitales.
¿Cuánto capital llegó y qué significa este récord para México?
Con 21 mil 373 millones de dólares en IED solo en el primer trimestre de 2025, México no solo superó sus cifras previas, sino que consolidó una narrativa positiva frente a un panorama internacional adverso. El incremento del 5.4% respecto a 2024 confirma una tendencia de confianza sostenida que se refleja en los flujos económicos globales.
La cifra no solo es impresionante en volumen: es un termómetro del estado actual de la economía mexicana en el radar global. Se trata de un voto de confianza en sus estructuras legales, su potencial industrial, y, sobre todo, su posición estratégica en el T-MEC.
¿Quién está invirtiendo en México? Los países que apuestan por el futuro mexicano
Estados Unidos: el socio que no se va
A pesar de las tensiones políticas, Estados Unidos se mantuvo firme como el principal inversionista, aportando el 37.8% de la IED, lo que equivale a 8 mil 300 millones de dólares. Esta cifra subraya la paradoja del momento: mientras Washington impone barreras, el capital estadounidense fluye hacia el sur con fuerza renovada.
Europa también confía: España y Países Bajos destacan
España, con una participación del 15%, y Países Bajos, con el 8.3%, completan el podio de inversionistas. Le siguen Reino Unido (5.7%) y Alemania (5%), consolidando a Europa como una fuente clave de capital.
En conjunto, estos cinco países generaron el 71.4% de la IED, una concentración que refleja tanto la fortaleza de los vínculos históricos como la claridad de los intereses estratégicos.
Sectores favoritos del capital extranjero: manufactura, finanzas y minería
La industria manufacturera, protagonista indiscutible
Con el 43.2% del total, la manufactura se mantiene como el corazón de la IED en México. Este sector, que engloba desde automotriz hasta electrónica, es un eje clave del modelo exportador mexicano, y su dinamismo es central en la competitividad global del país.
Finanzas y minería también brillan
El sector financiero, con un 24%, y la minería, con un 6%, muestran que la diversificación también es parte del atractivo mexicano. Servicios sofisticados y recursos naturales siguen siendo imanes para la inversión internacional.
¿Dónde se invierte más? Las entidades que concentran la IED
Ciudad de México, el epicentro del capital
La capital del país absorbió más del 55% del total nacional, es decir, 11.8 mil millones de dólares. Su rol como centro de decisión, infraestructura y servicios especializados sigue siendo determinante.
Nuevo León y Estado de México: polos industriales estratégicos
Nuevo León (13%) y el Estado de México (9%) refuerzan su papel como motores industriales. Los siguen Baja California (4%) y Guanajuato (3%), consolidando un corredor de inversión que combina logística, mano de obra calificada y cercanía con EE.UU.
El factor T-MEC y su revisión adelantada
La noticia del adelanto en la revisión del T-MEC para el segundo semestre de 2025, anunciada por Marcelo Ebrard, marca un punto de inflexión. Aunque originalmente prevista para 2026, esta revisión anticipada busca dar certeza a los inversionistas, consolidando el acuerdo como ancla del crecimiento regional.
El contexto no es menor: la guerra comercial desatada por Trump ha generado ruido en los mercados, y México aparece como una opción de nearshoring ideal para empresas que buscan estabilidad dentro del marco norteamericano.
México, centro neurálgico del capital en América Latina
Este récord de IED no es una anécdota aislada. Es parte de un proceso de consolidación del país como hub de manufactura, exportación y servicios de alto valor. La combinación de ubicación estratégica, tratados internacionales, y un ecosistema productivo en expansión sigue atrayendo inversiones multimillonarias.
Frente a un mundo que redefine sus cadenas de suministro, México se presenta no como alternativa, sino como destino principal.
¿Qué sigue para México?
El flujo histórico de inversión extranjera en 2025 es más que una cifra: es una señal clara de que el país ha sabido posicionarse a pesar de la incertidumbre global. Con Estados Unidos como principal socio, pero con un abanico europeo sólido y sectores estratégicos en expansión, México encara la segunda mitad del año con una oportunidad histórica de fortalecimiento económico.
La revisión del T-MEC será un momento decisivo. Si se gestiona con inteligencia, podría sellar un ciclo virtuoso de inversión, crecimiento y posicionamiento global que trascienda coyunturas políticas.