El candidato Salvador Nasralla denunció la injerencia directa del presidente Donald Trump en los comicios hondureños de 2025. Una sorpresiva declaración de apoyo al rival conservador y un polémico indulto presidencial habrían sido clave en su rezago, avivando las sospechas de una grave interferencia de Trump en las elecciones de Honduras.
El factor Trump: la intromisión que redefinió la contienda presidencial en Honduras
Salvador Nasralla, candidato presidencial hondureño del Partido Liberal, afirmó el 5 de diciembre de 2025 que la interferencia de último minuto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las reñidas elecciones del país había dañado sus posibilidades de victoria, provocando su rezago a medida que avanzaba el conteo de votos.
Nasralla, tres veces aspirante a la presidencia y autodescrito como de centro-derecha, indicó en una entrevista con Reuters que el sorpresivo respaldo de Trump, otorgado la semana pasada al candidato conservador Nasry Asfura, había «volteado la carrera».
El respaldo de último minuto y el efecto «comunista al límite»
El candidato presidencial hondureño detalló el impacto de la declaración de Washington:
- «A mí me perjudicó porque yo iba ganando por bastante más diferencia», dijo Nasralla a Reuters la tarde del jueves en un hotel en el centro de Tegucigalpa.
- Nasralla también rechazó la afirmación de que Trump lo tachara de «comunista al límite».
Cifras y controversia: la revisión pendiente de las papeletas
Los resultados más recientes, publicados el jueves por la autoridad electoral con alrededor del 87% de las papeletas escrutadas, situaban a Nasralla en estrecha desventaja:
- Nasry Asfura: 40.27% de los votos.
- Salvador Nasralla: 39.38% de los votos.
Este estrecho margen podría cambiar, pues la autoridad electoral de Honduras informó que alrededor del 17% de las papeletas tienen «inconsistencias» y serán sometidas a revisión.
La sombra del narcotráfico y el bloque conservador regional
La crítica de Nasralla se extendió a un segundo movimiento de Washington en vísperas de la jornada electoral.
Críticas al indulto de Juan Orlando Hernández
El candidato liberal criticó el indulto de Trump al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien se encontraba cumpliendo una condena de 45 años de cárcel por narcotráfico en Estados Unidos.
Nasralla consideró que el exmandatario debe ser procesado en su país:
> «Creo que merece un castigo en Honduras, no sé de cuánto tiempo, pero que merece un castigo en Honduras y que la justicia hondureña lo tiene que enjuiciar y castigar», señaló.
El conservador Partido Nacional, al que pertenece Nasry Asfura, forjó una alianza estrecha con Washington bajo el mandato de Hernández, quien gobernó de 2014 a 2022 y fue arrestado poco después de dejar el cargo.
La estrategia de Washington en Latinoamérica
Trump no ha ocultado su objetivo de forjar un bloque de aliados conservadores en la región, una estrategia que abarca desde Nayib Bukele en El Salvador hasta Javier Milei en Argentina.
Denuncias de un fraude algorítmico y el fantasma de 2017
En medio de interrupciones en el recuento de votos de las elecciones del domingo y acusaciones de fraude, Nasralla ha acusado a sus rivales de conspirar para robar los comicios.
El derrumbe del sistema a las 3:00 am
Nasralla declaró que sus sospechas de manipulación electoral se dispararon sobre las 3:00 am hora local (0900 GMT) del jueves. En ese momento, su equipo informó que la página en internet de las elecciones se había apagado repentinamente.
Cuando el sitio volvió a estar en línea, «habían invertido todos», dijo el candidato, refiriéndose a que su estrecha ventaja se había esfumado.
- «Eso indica que hay algún algoritmo que no debe haber cambiado», añadió Nasralla, si bien reconoció que no tiene pruebas de que se hayan cometido irregularidades.
Es importante recordar que acusaciones generalizadas de conteos de votos manipulados e irregularidades persiguieron a Honduras en las reñidas elecciones presidenciales de 2017.
Opiniones divergentes: ¿fraude o incompetencia?
Ante la situación, los funcionarios electorales de Honduras instaron a la calma, mientras trabajan para resolver diversas complicaciones:
- Problemas con el sistema de conteo rápido.
- Dificultades técnicas que afectan un portal de internet diseñado para mostrar los resultados en tiempo real.
- Mantenimiento del sistema sin previo aviso.
Curiosamente, el lunes, con Asfura por delante en el recuento, fue Trump quien lanzó acusaciones de posible fraude sin presentar pruebas, y advirtió que habrá «un infierno que pagar» si se cambiaban los resultados.
No obstante, la Organización de Estados Americanos (OEA) no ha documentado hasta ahora ninguna manipulación. Otros expertos atribuyen los retrasos a la incompetencia y no al fraude. Eric Olson, asesor político de la Fundación Internacional de Seattle y experto en política hondureña, señaló: «Todos participaron en la construcción de un sistema electoral bastante débil y roto y esto es un subproducto de todas esas luchas internas que duraron semanas y meses». Olson concluyó: «Este proceso no es genial, pero ocurre todo el tiempo en el caso de Honduras».
La política hondureña se encuentra, una vez más, al borde del colapso institucional. Entre el riesgo real de un fraude algorítmico, la histórica fragilidad de su sistema electoral y la sombra persistente de la interferencia extranjera de Estados Unidos, la credibilidad de la democracia en la región pende de ese 17% de papeletas con «inconsistencias». ¿Podrá Honduras, asediada por alianzas conservadoras y la sombra del narcotráfico, validar una elección sin caer en una nueva crisis de legitimidad?
