En la sierra de El Rosario, Sinaloa, la desesperación por la creciente inseguridad ha llevado a pobladores a bloquear el acceso a la construcción de la presa Santa María. Esta acción es un contundente llamado de atención al gobierno estatal, que, según denuncian, los ha sumido en el olvido frente a la violencia extrema.
El bloqueo de la presa Santa María: Un grito de auxilio
Habitantes de comunidades serranas del municipio de El Rosario, Sinaloa, iniciaron una protesta este 16 de septiembre de 2025 al bloquear el paso a los camiones que trasladan a los trabajadores de la empresa ICA, encargada de la construcción de la termoeléctrica en la presa Santa María. La manifestación, liderada por hombres, mujeres y adolescentes, se llevó a cabo a la altura de Palmarito, en la intersección que conduce a Maloya y Santa María, con el objetivo de exigir seguridad y la instalación de una base militar en la región.
Las poblaciones afectadas por esta crisis de inseguridad incluyen a Santa María, Jalpa, Charco Hondo, La Rastra, Las Negras, Corral de Piedra y Maloya. Desde hace un año, estas comunidades viven bajo el yugo de la violencia desatada por la pugna entre dos grupos del cartel de Sinaloa, lo que les impide bajar a la cabecera municipal de Rosario para adquirir víveres con libertad. Solo pueden hacerlo si son trasladados y acompañados por personal militar, una situación que, describen, es extremadamente complicada dada la distancia y los tiempos de espera.
Demandas urgentes ante el abandono estatal
La principal exigencia de los pobladores es la instalación de una base militar permanente en el pueblo de Chilillos. Desde esta ubicación estratégica, los militares podrían recorrer las comunidades de la sierra, garantizando la seguridad y permitiendo que los habitantes accedan a servicios básicos y alimentos sin riesgo.
La urgencia de una base militar en Chilillos
La presencia militar constante es vista como la única solución viable para resarcir la grave afectación que tienen las tiendas comunitarias, anteriormente operadas por Diconsa. Actualmente, la adquisición de alimentos depende del resguardo del ejército para bajar a la cabecera municipal, un proceso que genera significativas complicaciones y dilaciones.
Abandono de servicios básicos y compromisos incumplidos
Más allá de la seguridad, las comunidades serranas denuncian un profundo abandono por parte del gobierno estatal.
- En La Rastra, la queja principal es la ausencia total de servicio médico y medicamentos esenciales para la atención de los pacientes.
- En Santa María, los habitantes acusan al gobierno de tenerlos en el olvido y exigen el cumplimiento de ocho compromisos pendientes desde su traslado a la nueva población. Estos compromisos incluyen:
- Terminación de viviendas.
- Conclusión del templo.
- Iluminación con alumbrado público.
- Colocación de bomba de agua potabilizadora.
- Proyecto de museo.
- Colocación de bomba de agua (reiterado).
- Proyecto de un área para basurero.
- Terminación del acceso al panteón del poblado.
Esta protesta no es solo por seguridad; es un reclamo integral de dignidad y atención básica. La sierra de El Rosario, con sus comunidades asediadas, demanda una intervención inmediata y efectiva del gobierno para restaurar la paz y garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos. ¿Serán escuchadas estas voces que, desde el corazón de Sinaloa, claman por el cumplimiento de la ley y la justicia?