En medio de las festividades patrias, un sombrío clamor de justicia resonó en Cuernavaca. Familiares y compañeros de Adrián Argeta Cruz, un repartidor asesinado, se manifestaron este 15 de septiembre, exigiendo a la gobernadora Margarita González y a la Fiscalía General del Estado (FGE) poner fin a la inseguridad en Morelos y esclarecer el homicidio.
Morelos: Un 15 de septiembre marcado por la protesta y el dolor
La mañana del 15 de septiembre de 2025, alrededor de las diez, Cuernavaca fue escenario de una significativa rodada-marcha. La movilización, iniciada en el bulevar Cuauhnáhuac-Cuernavaca, avanzó por Plan de Ayala, El Vergel, y posteriormente por las avenidas Matamoros y Galeana, esta última ubicada detrás del palacio estatal. Allí, los manifestantes se plantaron para demandar una audiencia directa con la gobernadora Margarita González y con personal de la FGE.
La fecha no fue elegida al azar. Los participantes buscaron llamar la atención y reiterar que, más allá de celebraciones y presentaciones de artistas como el cantautor Espinoza Paz, el estado de Morelos requiere urgentemente justicia y seguridad. Una de las demandas mínimas fue la instalación de luminarias en el Puente Sin Fin y en avenidas de Cuernavaca como Humboldt y Rufino Tamayo, consideradas puntos oscuros y peligrosos.
El caso adrián argeta: Inacción y exigencia de justicia
Adrián Argeta Cruz, de 27 años, repartidor de DiDi, fue asesinado el pasado 7 de junio en el Puente Sin Fin, en lo que se ha denunciado como un asalto frustrado. Su madre, Margarita Cruz Trujillo, reveló que, a más de tres meses del crimen, la FGE no ha detenido a los responsables. Ella sostiene que existen videos donde se pueden ver los rostros de los asesinos y las placas de las motocicletas utilizadas ese día.
La señora Cruz Trujillo denunció que la Fiscalía General del Estado ha dejado de contestar sus llamadas telefónicas y de informar sobre el avance de la investigación. «Hasta ahorita ya se quedó estancado el caso», recalcó la madre. Su desesperado llamado resonó entre la multitud: “Queremos justicia para Adrián Argeta, asesinado en el Puente Sin Fin el 7 de junio, también que cesen los delitos cometidos casi diario, en contra de los compañeros de mi hijo, los trabajadores de esta aplicación ya están cansados de la inseguridad y violencia que azota la ciudad y el estado”. La madre emplazó a la gobernadora a ponerse en sus zapatos y a demostrar la existencia de justicia en Morelos, exigiendo el esclarecimiento del homicidio y la detención de los culpables.
Seguridad pública vs. gastos de celebración: La encrucijada del gobierno estatal
La madre de Adrián Argeta cuestionó la pertinencia de las celebraciones patrias en un estado asolado por la violencia. “Hay robos, asesinatos, yo no veo nada para festejar nada, cuando Morelos tiene muchos asesinatos; yo me doy cuenta de la realidad que estamos viviendo, la gobernadora debería saber también, ¿Qué estamos festejando? ¿Qué cosa vamos a festejar asaltos?”, declaró, evidenciando una profunda brecha entre la gestión oficial y la percepción ciudadana.
Un punto de profunda crítica fue el gasto público destinado a la presentación del cantautor Espinoza Paz. La madre de la víctima estimó que el gobierno de Morelos podría estar pagando entre dos o tres millones de pesos por este evento, y sugirió que ese dinero debería ser invertido en mejorar la seguridad pública. Enfatizó la necesidad de recursos para iluminar zonas de alto riesgo como el Puente Sin Fin, la región entre Cuernavaca y Temixco, y El Polvorín, todas conocidas por su oscuridad y peligrosidad.
Otros motociclistas se sumaron a la denuncia, señalando no solo los robos, sino también el deplorable estado de las calles de Cuernavaca, plagadas de baches, y la falta de luminarias en avenidas céntricas como Humboldt y Rufino Tamayo. “¿Cuánto le van pagar a Espinoza Paz?, porque no han puesto alumbrado público en el Puente Sin Fin que está bien oscuro, ¿Cuántos muertos no han habido en esa zona?, porque no ponen una patrulla», concluyó la madre, sugiriendo que la solución para Morelos no es gastar en el grito de independencia, sino en patrullas y acciones concretas de seguridad.