El ingreso corriente promedio de los hogares mexicanos experimentó un notable aumento del 10.6 por ciento en los últimos dos años, impulsado por el trabajo, pensiones y programas sociales, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este crecimiento redefine el panorama económico familiar en México.
Desglose del crecimiento y sus fuentes
La Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (Enigh) 2024 del Inegi detalla que un hogar mexicano tuvo un ingreso corriente promedio mensual de 25 mil 955 pesos durante 2024. Este incremento representa 2 mil 491 pesos adicionales en promedio por hogar de 2022 a 2024. Para todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el ingreso corriente total creció 15.66 por ciento.
El motor del ingreso: trabajo y transferencias
Los ingresos por trabajo se consolidan como la fuente más significativa para los hogares en el país, aportando 17 mil 33 pesos promedio mensual, lo que equivale al 65.6 por ciento del ingreso total. Este rubro específico aumentó 10.5 por ciento de 2022 a 2024. Le siguieron en importancia las transferencias, que incluyen jubilaciones, becas, programas sociales y donativos, sumando 4 mil 600 pesos promedio mensual y representando el 17.7 por ciento del ingreso.
Impacto de los programas sociales
Un factor clave en este crecimiento ha sido el incremento en los beneficios por programas sociales. El ingreso promedio por estos programas alcanzó los 833 pesos mensuales en 2024, una cifra significativamente superior a los 654 pesos registrados en 2022, y muy por encima de los 326 pesos de 2018. Esto significa un aumento del 155.5 por ciento entre 2018 y 2024.
Radiografía por deciles y geografía: persistencia de la desigualdad
El Inegi precisó que el ingreso promedio trimestral por hogar en México fue de 77 mil 864 pesos en 2024, un 11 por ciento más que en 2022. No obstante, la encuesta reveló que los hogares con mayores ingresos percibieron 14 veces más que aquellos en el segmento de menores ingresos.
La brecha entre los deciles
En 2024, los hogares del décimo decil (los de mayores ingresos) reportaron un ingreso promedio trimestral de 236 mil 95 pesos, lo que se traduce en cerca de 2 mil 623 pesos diarios por hogar. Esto contrasta con los 16 mil 795 pesos trimestrales percibidos por el 10 por ciento de los hogares con ingresos más bajos (primer decil), que equivalen a unos 186.61 pesos diarios por hogar. Es relevante destacar que, de 2018 a 2024, mientras los ingresos del décimo decil crecieron 4.16 por ciento, los del primer decil subieron 35.89 por ciento.
Ingresos por entidad federativa
La Enigh también ofreció un panorama geográfico de los ingresos. Las entidades federativas con mayor ingreso trimestral por hogar fueron Nuevo León, con 117 mil pesos; la Ciudad de México, con 111 mil pesos; y Baja California Sur, con 105 mil pesos. En contraparte, Chiapas fue la entidad con el menor ingreso promedio trimestral, registrando 41 mil pesos, seguida por Guerrero con 49 mil y Oaxaca con 52 mil pesos.
La desigualdad en cifras: el coeficiente de Gini
La distribución de los ingresos se mide a través del coeficiente de Gini. En la Enigh 2024, para la distribución del ingreso con transferencias por deciles de hogares, este coeficiente se situó en 0.391. Este dato es crucial, ya que el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad del ingreso, indica que mientras más cerca esté del uno, mayor es la desigualdad. En 2022, México registró un Gini de 0.413 puntos, reflejando una alta concentración del ingreso, y en 2016 fue de 0.449. Un coeficiente cercano a cero representa una igualdad total, mientras que uno representa desigualdad total.
Los datos del Inegi ofrecen una fotografía detallada de la economía familiar mexicana, revelando avances significativos en el ingreso general. Sin embargo, ¿son estas mejoras suficientes para transformar la persistente desigualdad que el coeficiente de Gini sigue mostrando entre los segmentos más ricos y los más vulnerables del país? El debate público sobre estas cifras cruciales apenas comienza.