
Un brote en Marín enciende las alertas sanitarias, pero sin riesgo para la mesa
En un momento donde la bioseguridad avícola es clave para la estabilidad alimentaria, la detección de un nuevo caso de influenza aviar en México reaviva las alarmas del sector. La palabra clave es “control”, y la prioridad es mantener la calma sin bajar la guardia.
¿Qué ocurrió en Nuevo León?
Detección del virus AH7N3 en Marín
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) confirmó este jueves un caso de influenza aviar AH7N3 en una granja comercial ubicada en Marín, Nuevo León.
Aunque la cepa identificada es distinta a la que circula en otros países de América del Norte, su hallazgo activa protocolos estrictos de contención sanitaria.
De inmediato, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) desplegó un operativo de control en la zona afectada. Se estableció un perímetro de vigilancia de 10 kilómetros, donde se lleva a cabo un monitoreo constante y muestreo en granjas cercanas.
¿Qué es la influenza aviar AH7N3?
Se trata de una variante del virus de la influenza aviar que afecta principalmente a aves, no a humanos. Aunque comparte nombre con otros subtipos peligrosos, esta cepa no representa un riesgo para el consumo de pollo o huevo, según la Sader.
Las medidas para frenar el brote
Acciones inmediatas en el foco del brote
Senasica activó el protocolo de respuesta contraepidémica:
- Monitoreo intensivo en la zona perifocal.
- Toma de muestras a todas las granjas comerciales y familiares cercanas.
- Seguimiento técnico en la Unidad de Producción Avícola (UPA) afectada.
Este operativo busca evitar la diseminación del virus, proteger la producción nacional y garantizar la inocuidad de los productos avícolas en circulación.
Bioseguridad: responsabilidad compartida
Senasica hizo un llamado urgente a las y los productores avícolas, ya sean grandes granjas o unidades familiares, a reforzar sus medidas de bioseguridad. Las recomendaciones clave incluyen:
- Evitar el ingreso de aves silvestres o fauna no controlada.
- Restringir el acceso de personas ajenas a las instalaciones.
- Revisar puntos vulnerables en cercos o techos.
- Bañarse antes de entrar y salir de la UPA.
- Usar ropa exclusiva de trabajo, distinta a la de casa.
Estas acciones forman parte del manual básico para contener brotes y preservar la salud animal y la cadena alimentaria.
¿Qué hacer ante una sospecha?
Senasica subrayó que la vigilancia es comunitaria. Instó a veterinarios, productores y trabajadores del sector a reportar cualquier indicio del virus a través de:
- Teléfono: 800 751 2100
- WhatsApp: 55 36 96 44 62
- Oficinas de Sader, Senasica o la Dirección México-Estados Unidos para enfermedades exóticas
El llamado se hace extensivo a todos los estados, como medida preventiva ante posibles desplazamientos del virus.
El impacto local y nacional
Un caso aislado, pero de alta relevancia
Aunque se trata de un solo caso, su detección en un centro productivo importante como Nuevo León obliga a reforzar los controles en todo el país. Las granjas del norte tienen vínculos comerciales con otras zonas del país, incluyendo la Península de Yucatán, lo que exige vigilancia cruzada.
El sector avícola mexicano representa una fuente clave de proteínas asequibles para millones de hogares. Un brote mal controlado podría traducirse en aumentos de precio, afectación a exportaciones y pérdidas para pequeños y medianos productores.
Lecciones de brotes anteriores
México ya ha enfrentado casos de influenza aviar en otros estados como Jalisco, Puebla y Sonora. En cada caso, la rápida actuación del Senasica y la colaboración del sector productivo fueron clave para limitar los daños. Sin embargo, la presencia constante de nuevas variantes mantiene al país en una alerta sanitaria permanente.
¿Estamos ante un riesgo para el consumidor?
La respuesta oficial es clara: no hay riesgo para la población. La carne de pollo y los huevos disponibles en el mercado son seguros. El virus AH7N3 no se transmite por consumo de alimentos, y los productos disponibles han pasado por filtros sanitarios que garantizan su inocuidad.
El mensaje de las autoridades es evitar la desinformación. No hay razón para dejar de consumir pollo o huevo, ni hacer compras de pánico.
Un brote que pone a prueba la bioseguridad nacional
La confirmación del brote de influenza aviar AH7N3 en Marín, Nuevo León, es un recordatorio contundente: la sanidad animal es un asunto estratégico. La coordinación entre gobierno, productores y sociedad será fundamental para contener el virus sin generar alarma innecesaria.
Más allá del caso puntual, lo que está en juego es la confianza en la producción avícola nacional. La transparencia en la información, la rapidez en la respuesta y la participación activa de todos los actores son claves para blindar al país ante futuras amenazas sanitarias.