
“La incertidumbre es muy costosa”. Con esa frase directa, el Fondo Monetario Internacional (FMI) envió un mensaje contundente a los gobiernos del mundo desde las Reuniones de Primavera. La directora gerente, Kristalina Georgieva, advirtió que si no se resuelven las tensiones geopolíticas y comerciales, la economía global seguirá estancada.
El costo real de la incertidumbre económica
Las inversiones se paralizan, el consumo se detiene
Durante su participación en la conferencia sobre la Agenda Política Global, Georgieva explicó que la incertidumbre afecta directamente a hogares y empresas. Cuando el futuro económico es incierto, las inversiones se aplazan y el gasto se reduce.
“Con incertidumbre las empresas no invierten, los hogares prefieren ahorrar”, puntualizó.
Este fenómeno tiene efectos inmediatos: se desacelera el crecimiento, se debilita el mercado laboral y disminuyen los ingresos fiscales. En el actual contexto de tensiones comerciales y geopolíticas, el FMI advierte que la inacción puede salir muy cara.
Perspectivas debilitadas para 2025
Aunque Estados Unidos mantiene una posición económica fuerte, el FMI aumentó el riesgo de recesión para ese país a 37%. Esto tiene implicaciones directas para países como México, altamente dependientes de la relación comercial con su vecino del norte.
Tensiones comerciales: el elefante en la sala
Estados Unidos y sus frentes abiertos
Georgieva no mencionó nombres, pero el mensaje pareció dirigido a Washington. Desde la administración de Donald Trump, las fricciones comerciales con China, Canadá y México se han intensificado. Esto ha generado una atmósfera global de volatilidad.
Aranceles, críticas y presión a bancos centrales
El discurso crítico hacia el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, también ha contribuido a generar incertidumbre. El gobierno estadounidense presiona por una reducción en las tasas de interés, desafiando la independencia de los bancos centrales.
“La independencia de los bancos centrales es crítica para la credibilidad”, recordó Georgieva.
Este señalamiento no es menor. La credibilidad en la política monetaria es un factor determinante para la estabilidad financiera.
Críticas a la agenda del FMI y el Banco Mundial
Estados Unidos pone en duda prioridades
El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, criticó a los organismos multilaterales por dedicar tiempo a temas como cambio climático, género y derechos sociales, los cuales calificó de “dispersos” y fuera de su mandato económico tradicional.
Estas declaraciones generaron tensiones diplomáticas dentro de las Reuniones de Primavera, justo cuando se esperaba unidad frente a la desaceleración global.
El FMI responde con diplomacia
Georgieva evitó confrontaciones directas, pero dejó claro que el organismo seguirá dialogando con Estados Unidos. “Valoramos sus declaraciones”, dijo, al tiempo que reafirmó la necesidad de abordar los retos globales con una visión integral.
Impacto para México y el Caribe
Dependencia comercial y vulnerabilidad económica
En el caso de México, la economía depende en gran medida del dinamismo estadounidense. Si ese país entra en recesión, el impacto para sectores como el turismo, la manufactura y las remesas sería inmediato.
En el Caribe Mexicano, donde el turismo internacional es el principal motor económico, la incertidumbre global puede frenar la llegada de inversiones y afectar la generación de empleo.
Urgencia de diversificar y fortalecer mercados internos
Ante este escenario, expertos recomiendan diversificar los socios comerciales, invertir en infraestructura regional y fortalecer la demanda interna. También se vuelve crucial mantener la estabilidad fiscal y la confianza en el sistema financiero.
Un llamado a la acción global
La advertencia del FMI es clara: el costo de no resolver las tensiones globales se mide en empleo, crecimiento y bienestar. Para México y el Caribe, anticiparse a los escenarios adversos es una cuestión de estrategia y resiliencia.
Resolver disputas, garantizar la independencia de los bancos centrales y mantener agendas económicas coherentes no es solo una exigencia multilateral, es una necesidad urgente para evitar que la incertidumbre siga deteniendo el desarrollo.