
Conafor recurre al Ejército ante incendios incontrolables en la sierra de Sonora
Cinco días de fuego ininterrumpido en la sierra entre Bavispe y Agua Prieta han puesto al límite las capacidades locales. La palabra clave: urgencia.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Sonora ha lanzado una alerta estratégica: la magnitud de los incendios en los municipios de Bacerac y Bavispe ha obligado a considerar una solicitud formal de apoyo a las Fuerzas Armadas.
El objetivo: reforzar las labores de combate con una aeronave que permita operar desde el aire en zonas de difícil acceso.
La emergencia no solo expone la vulnerabilidad ambiental del estado, sino que también pone sobre la mesa un desafío creciente: el aumento de incendios forestales en el norte de México como una consecuencia directa del cambio climático, la sequía prolongada y la resequedad atípica del terreno.
Una emergencia que supera los límites locales
Terreno inaccesible y recursos limitados
Carlos Luna Córdova, titular de la representación estatal de la Conafor, explicó que las brigadas terrestres enfrentan severas limitaciones para ingresar a la zona siniestrada. Los caminos están bloqueados o son inexistentes, y la única alternativa viable en el corto plazo parece ser una intervención aérea.
“Vamos a valorar si es necesario el apoyo aéreo por lo poco accesible que tenemos en la entrada”, advirtió el funcionario.
La solicitud a las Fuerzas Armadas podría incluir el envío de un helicóptero para atacar el fuego desde el aire y facilitar el traslado de personal y equipo a los puntos más críticos.
Brigadistas contra el tiempo y el clima
Actualmente, unos 50 brigadistas de distintas dependencias —entre ellas Protección Civil, Conafor y corporaciones locales— trabajan sin descanso. Sin embargo, las condiciones no han permitido un avance efectivo en el control ni en la liquidación del incendio, lo que alimenta el temor de que el siniestro se extienda a comunidades cercanas o áreas protegidas.
Incendios en Sonora: una tendencia al alza
Temporada 2025, más activa que años anteriores
Este incendio es solo una pieza del rompecabezas. Conafor ha registrado 25 incendios forestales en lo que va del año en Sonora, una cifra que ya supera la media histórica de los últimos años para esta misma temporada.
Tan solo en los municipios de Yécora y Villa Pesqueira, las llamas han consumido más de mil hectáreas, reflejo de un patrón preocupante que se repite en distintas zonas del estado.
Riesgo de superar los incendios de 2024
Luna Córdova advirtió que, si las condiciones actuales se mantienen, es probable que el número de incendios en 2025 supere los 47 siniestros registrados en todo 2024. La combinación de sequía, temperaturas extremas y vegetación reseca crea un escenario de alta peligrosidad para las zonas rurales y montañosas del estado.
“No queremos que esto ocurra, pero podría aumentar la cifra respecto al año pasado”, expresó.
Contexto ambiental y social de la sierra sonorense
Vulnerabilidad estructural de las comunidades serranas
Las regiones de Bacerac, Bavispe y Agua Prieta se ubican en una de las zonas más remotas del estado. La falta de infraestructura, caminos pavimentados y servicios de emergencia permanentes convierte cada incendio en una amenaza de gran escala para la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la salud pública local.
En estas comunidades, muchas familias dependen del aprovechamiento del monte para su subsistencia: madera, agricultura de temporal y ganadería extensiva son actividades clave que se ven directamente afectadas por los incendios.
Pérdidas ambientales difíciles de recuperar
Aunque aún no se tienen cifras exactas del daño ambiental causado por el incendio activo, los expertos advierten que se trata de un ecosistema delicado. La zona serrana de Sonora alberga especies endémicas y corredores biológicos que conectan con la Sierra Madre Occidental. La pérdida de cobertura vegetal en estas regiones puede tardar décadas en recuperarse.
¿Por qué es clave la intervención de las Fuerzas Armadas?
Capacidad aérea y logística
La presencia del Ejército o la Marina en este tipo de emergencias no es nueva, pero sí excepcional. Su intervención implica logística avanzada, aeronaves especializadas y personal capacitado en operaciones de alto riesgo.
Contar con un helicóptero puede hacer la diferencia entre contener un incendio o dejarlo crecer hasta que se vuelva incontrolable. En zonas donde no hay carreteras o rutas seguras, el acceso aéreo es la única alternativa para salvar hectáreas enteras de bosque y evitar la evacuación de poblaciones enteras.
Coordinación institucional en momentos críticos
La solicitud de apoyo militar también refleja una necesidad más amplia: una mejor articulación entre dependencias en tiempos de crisis. El aumento de fenómenos extremos como incendios, huracanes y sequías está obligando al Estado mexicano a replantear su capacidad de respuesta y su inversión en prevención.
La dimensión nacional del problema forestal
Aunque el foco actual está en Sonora, la situación no es exclusiva de ese estado. La temporada de incendios forestales en México se extiende desde febrero hasta junio, con variaciones regionales.
En el noroeste del país, la combinación de temperaturas altas y falta de lluvia crea un entorno altamente inflamable.
Según datos oficiales, más del 90% de los incendios forestales en México son provocados por actividades humanas, ya sea de forma accidental o intencional. La quema agrícola sin control, fogatas, basura mal gestionada y vandalismo son causas comunes.
Cuando el fuego alcanza a todos
La posible participación de las Fuerzas Armadas en el combate a incendios forestales en Sonora es un indicador de que la situación ha escalado más allá de la capacidad local. También es una advertencia: la crisis climática no espera, y el fuego tampoco.
Con más incendios que en años anteriores, con ecosistemas frágiles al borde del colapso, y con comunidades que no tienen cómo defenderse solas, urge una política nacional integral de prevención, atención y restauración ambiental.
Porque en un país con más del 30% de su territorio cubierto por vegetación forestal, el fuego no solo arrasa con árboles, sino con futuros.