
Un nuevo frente político internacional: Morena responde al intento de gravar remesas
La propuesta de imponer un impuesto del 5% a las remesas que envían migrantes desde Estados Unidos ha desatado una oleada de rechazo en México. Desde el partido en el poder, Morena, se advierte que esta medida no solo afectaría la economía de millones de familias mexicanas, sino que representa un ataque directo contra los derechos humanos y la legalidad internacional. Luisa María Alcalde, presidenta nacional del partido, encendió las alarmas con un mensaje tajante: esta iniciativa es discriminatoria, abusiva e injusta.
El corazón del conflicto: remesas bajo amenaza
Desde los años noventa, las remesas se han consolidado como una de las principales fuentes de ingreso para México. Tan solo en 2023, el país recibió más de 63 mil millones de dólares en transferencias provenientes del extranjero, en su mayoría de migrantes que viven y trabajan en Estados Unidos. Estas remesas sostienen comunidades enteras en estados como Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas, y su impacto en la economía nacional es profundo.
Por ello, el anuncio del legislador republicano Jason Smith, quien propuso un impuesto del 5% a las remesas como medida de presión migratoria, encendió la respuesta inmediata desde Morena.
Morena: firme defensa del migrante mexicano
Un mensaje directo desde la dirigencia
Luisa María Alcalde, a través de sus redes sociales, emitió un video en el que fija postura. “Desde Morena levantamos la mano ante la posible aprobación de una medida inaceptable”, afirmó, advirtiendo que la iniciativa representa una agresión directa contra más de 40 millones de personas que han contribuido por décadas a la economía estadounidense.
Para la dirigente, el impuesto es una forma de doble tributación, ya que grava recursos que ya fueron fiscalizados en EE.UU., y añade una capa de estigmatización y criminalización a comunidades migrantes. Además, anticipa consecuencias preocupantes: muchas personas podrían recurrir a canales informales para el envío de dinero, aumentando el riesgo de fraudes y alimentando redes ilegales.
La dignidad no se negocia
“El pueblo mexicano merece respeto”, subrayó Alcalde, recalcando que la legalidad internacional debe estar por encima de intereses políticos o electorales. Esta defensa no se da en el vacío: llega en un contexto en el que la relación México-Estados Unidos atraviesa momentos tensos ante las elecciones presidenciales de 2024 en ambos países.
El contexto político: entre elecciones y tensiones
Trump y el uso electoral del anti-migrante
Donald Trump, con aspiraciones de regresar a la presidencia, ha convertido nuevamente a los migrantes en blanco político. La propuesta de Jason Smith se enmarca en esta estrategia: utilizar medidas fiscales como arma disuasiva y mensaje político a sus bases conservadoras. No es la primera vez que se plantea algo similar, pero sí es la primera que Morena responde con tal contundencia a nivel institucional.
Claudia Sheinbaum, respaldada
Luisa María Alcalde dejó claro que Morena respalda a la presidenta Claudia Sheinbaum en la defensa de la soberanía nacional. “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, sentenció, alineando la postura partidista con el discurso de continuidad de la llamada Cuarta Transformación.
Consecuencias posibles: más allá del discurso
Un golpe económico transfronterizo
El impuesto, de aprobarse, tendría consecuencias inmediatas:
- Reducción en el volumen de remesas que llegan a México
- Aumento en el uso de canales no regulados
- Pérdida de confianza en instituciones financieras
- Vulneración de derechos financieros y humanos de los migrantes
Estas implicaciones no solo afectarían a México, sino a varios países latinoamericanos cuyas economías también dependen en parte de las remesas.
Riesgo para la seguridad financiera
Si los migrantes optan por enviar dinero por vías no oficiales, podrían exponerse al crimen organizado, fraudes y extorsiones. La medida, en vez de fortalecer la seguridad nacional estadounidense, podría erosionarla desde dentro.
Migrantes: el rostro invisible del crecimiento
Para Morena, este no es solo un tema de finanzas. Es un asunto de dignidad humana y justicia social. Los migrantes mexicanos han construido familias, negocios y ciudades en Estados Unidos. Son parte esencial del tejido económico de ese país. Y sin embargo, siguen siendo objeto de ataques y medidas punitivas.
La defensa de las remesas es, en el fondo, la defensa del derecho a buscar una vida mejor sin ser criminalizado por ello.
México frente al espejo: ¿qué sigue?
El rechazo al impuesto sobre remesas no es solo una reacción ante una propuesta legislativa extranjera. Es una afirmación de soberanía, de compromiso con los derechos de los migrantes y de la continuidad del proyecto político que gobierna México.
La respuesta de Morena abre un frente de diálogo y posible conflicto diplomático si la iniciativa avanza en el Congreso estadounidense. Mientras tanto, se consolida como un tema clave de política exterior para la administración de Claudia Sheinbaum.
El valor de lo que no se ve
Las remesas no solo son cifras. Son el reflejo de historias de esfuerzo, separación y esperanza. Imponer un impuesto sobre ellas es ponerle precio a la necesidad, al sacrificio, a la vida misma. La postura de Morena, más allá del cálculo político, marca una línea de defensa clara: la dignidad no se grava.