
Los datos de un informe reciente del gobierno estadunidense desvelan la intrincada red del Robo de combustible a Petróleos Mexicanos en territorio nacional, conectando a grupos delincuenciales con empresas de transporte y la venta ilícita. Este reporte, de la Red de Control de Delitos Financieros, profundiza en la operación del huachicoleo Pemex.
La red de huachicoleo desde Washington
Según datos del gobierno estadunidense, el combustible robado a Petróleos Mexicanos (Pemex) por grupos delincuenciales es transportado en zonas controladas por las mismas organizaciones criminales en el territorio nacional. Un informe de la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) detalla la operación.
Modus operandi y actores clave
El informe de la FinCEN indica que los huachicoleros no sólo perforan ductos para obtener energéticos como diésel y gasolina. También operan cerca de las instalaciones de la petrolera estatal. Para obtener los carburantes, recurren a amenazas a los trabajadores de los centros de distribución, y en otros casos, corrompen a los empleados.
Una vez que consiguen los combustibles, estos son transportados hacia áreas donde tienen una mayor presencia operativa.
Las autoridades estadunidenses han señalado a dos empresas de transporte de materiales peligrosos:
- SLA. Servicios Logísticos Ambientales
- Grupo Jala Logística
Estas firmas son señaladas como participantes directos o indirectos en la red de huachicoleros. Han sido acusadas de transportar petróleo crudo en nombre de personas vinculadas a cárteles mexicanos.
El informe de la FinCEN precisa que estas empresas están relacionadas con familiares de César Morfín Morfín, alias el Primito. Este individuo está a su vez vinculado al cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El reporte también refiere que estos grupos delincuenciales operan en zonas como Tamaulipas, Hidalgo, Veracruz, Altamira o Monterrey. Utilizan camiones cisterna, que incluso son hurtados.
La oficina del Departamento del Tesoro indicó que estos ladrones venden el combustible robado en el mercado negro mexicano. Lo hacen a través de paradas no reguladas de combustible en carretera y gasolineras controladas por los cárteles.
Expansión del negocio y respuesta oficial
El mismo documento de la FinCEN también señaló en meses recientes que estos grupos criminales han ampliado el negocio. Han comenzado a vender el crudo que roban a Pemex para introducirlo en Estados Unidos. Allí, otra red criminal, que incluye a empresarios establecidos, participa para vender el crudo.
Ante esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha puesto en práctica una serie de operativos para detener el huachicoleo. Sólo en el primer trimestre del año, este robo provocó pérdidas por 5 mil 471 millones de pesos a Pemex.
Las líneas estratégicas para combatir el robo de combustibles en México son:
- Vía penal: Se Investigan y sancionan las actividades ilegales relacionadas con la introducción de combustible, en coordinación con la FGR.
- Prevención: Dependencias como la Secretaría de Energía, Pemex, el Servicio de Administración Tributaria, la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional, Aduanas, la Procuraduría Federal del Consumidor y la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos colaboran. Buscan fortalecer la trazabilidad del combustible.
A través de una plataforma que permite seguir toda la ruta del combustible, se revisan permisos y operaciones de comercializadoras. Esto ha derivado en incautaciones y mayor control.
Datos del gobierno de México indican que a raíz de estas acciones, la venta de gasolinas de Pemex ha aumentado 15 por ciento. Además, se observa una reducción significativa en el robo de combustibles. Este logro ha sido reconocido por el sector gasolinero.
El informe de Washington expone la complejidad de la red de huachicoleo, que trasciende fronteras y conecta a grupos criminales con actividades aparentemente legales. La respuesta del gobierno de México, según los datos disponibles, parece mostrar resultados iniciales en la contención del fenómeno. Sin embargo, ¿es suficiente para desmantelar por completo una estructura tan arraigada y conectada?