
Desde Palacio Nacional, en la Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lanzó el 24 de julio de 2025 una contundente advertencia: el combate al huachicol fiscal se llevará “¡hasta las últimas consecuencias!”. Este pronunciamiento llega tras una revelación clave de la embajada de Estados Unidos en México, que expone la dimensión internacional del delito.
La contundente postura presidencial y el inédito reconocimiento de Estados Unidos
Durante su conferencia matutina, la presidenta Sheinbaum Pardo subrayó el firme compromiso de su administración en la lucha contra el ‘huachicol’ fiscal. Enfáticamente, demandó a quienes han incurrido en esta práctica ilegal a saldar los impuestos correspondientes.
Un punto crucial de la jornada fue el reconocimiento explícito del gobierno de Estados Unidos. A través de su embajada en México, la sede diplomática admitió su parte en este delito, revelando en una publicación la existencia de una red que involucra a refinerías de su país. La mandataria resaltó la trascendencia de esta admisión, especialmente después de un video difundido por la embajada que explicaba el fenómeno del huachicol fiscal.
“Llama la atención, hubo una serie de detenciones que se hicieron en Estados Unidos hace algunos Meses. Lo que publica —la embajada en la plataforma X— es la red de huachicol donde está incorporado también el delito en Estados Unidos, llama la atención porque a veces hay muchos funcionarios del gobierno estadounidense que parece que (creen) que todo está del lado de México”, destacó la presidenta. Agregó que este caso es un ejemplo de cómo se puede colaborar y cooperar para atender un delito tan grave.
Mecanismos del ‘huachicol’ fiscal y el avance de las investigaciones
La jefa del Ejecutivo desglosó los dos tipos principales de huachicol fiscal que se Investigan activamente en conjunto con Estados Unidos.
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Dos modalidades de un delito grave
Uno de los esquemas detectados es la importación de combustibles disfrazados como otros productos para evadir el pago de impuestos, o bien, el uso de facturas falsas. Sheinbaum Pardo fue clara al señalar la necesidad de transparencia: “Si hay combustible importado, que pague los impuestos que tiene que pagar y que sepamos a qué gasolinería va a ir.”
La segunda modalidad consiste en reportar la compra de combustible que en realidad no se adquirió, utilizando facturas apócrifas. Esta práctica abarca también la declaración de volúmenes menores de combustible de los que realmente ingresan al país, o su registro como un producto diferente. Este es el caso al que aludió la embajada de Estados Unidos.
Las investigaciones dan resultados contundentes
La presidenta afirmó que las investigaciones en curso sobre este denominado huachicol fiscal están proporcionando una vasta cantidad de información. El objetivo primordial es asegurar la legalidad en todas las operaciones, “igual que en otros casos, que todo sea legal”.
Su administración trabaja en una revisión exhaustiva de los permisos de importación de combustible. El propósito es identificar irregularidades y posibles delitos, lo que, de ser corroborado, conducirá a la imposición de sanciones y al inicio de investigaciones penales, dado que “es un delito”.
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El alcance del delito y la cooperación transfronteriza
La complejidad del huachicol fiscal quedó de manifiesto con la campaña informativa lanzada por la embajada de Estados Unidos en México. Esta iniciativa reveló que los cárteles del narcotráfrico controlan este delito, enviando crudo robado desde México hacia Texas. Allí, es refinado por empresas estadounidenses —sin mención de sus nombres— para luego ser reintroducido a través de las aduanas como combustible aparentemente lícito, llegando finalmente a los consumidores.
Reportes previos a esta declaración presidencial ya habían puesto de manifiesto la magnitud del problema. Se ha documentado que empresas de Estados Unidos refinan el crudo ilegal enviado desde México. Además, las autoridades aduaneras han interceptado 50 millones de litros de diésel ilegal en los últimos cinco meses, destacando el mayor decomiso de ‘huachicol’ en Coahuila, con 15 millones de litros. La colaboración entre ambos países es fundamental para desmantelar estas redes complejas y asegurar que la justicia prevalezca hasta las últimas consecuencias.