El recuento de la elección presidencial de Honduras 2025 ha puesto al país al borde de una crisis, revelando un virtual empate técnico entre los principales contendientes. La contienda no solo se define en las urnas, sino también bajo la sombra de la injerencia externa del presidente estadounidense, Donald Trump, y la amenaza de cortar la cooperación internacional.
Empate técnico bajo el escrutinio del 56.85% de las actas
Los dos principales candidatos a la Presidencia de Honduras, el ultraderechista Nasry Asfura y el conservador Salvador Nasralla, se encuentran en una situación de empate técnico, de acuerdo con las cifras oficiales emitidas por el árbitro electoral.
Según el segundo boletín difundido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) este lunes 1 de diciembre de 2025, y tras haber procesado el 56.85 por ciento de las actas de la elección, los resultados preliminares son los siguientes:
- Nasry Asfura (Partido Nacional de Honduras): Se encuentra en cabeza con 746,708 votos, representando el 39.93 por ciento.
- Salvador Nasralla (Partido Liberal de Honduras): Acumula 745,620 votos, equivalentes al 39.87 por ciento.
La diferencia entre ambos candidatos es de apenas mil votos, reflejando una tendencia creciente de Nasralla en relación con boletines anteriores.
El tercer puesto en la contienda, siempre según las cifras del CNE, es para la oficialista Rixi Moncada (Partido Libertad y Refundación, Libre), quien cuenta con 358,300 votos, que significan el 19.16 por ciento de las preferencias. Es seguida por Nelson Ávila y Mario Rivera Callejas, ambos con menos del 1 por ciento.
La injerencia de Donald Trump y la sombra del narcotráfico
La agitada campaña ha estado históricamente golpeada por la corrupción y el narcotráfico, y en este proceso electoral de 2025 se ha marcado de manera contundente por la injerencia internacional, específicamente la del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El mandatario estadounidense, a solo unos días de la votación, dio su respaldo explícito al candidato derechista Nasry Asfura, de 67 años, quien es un empresario de la construcción y exalcalde de Tegucigalpa, y es conocido por el apodo de «Papi».
Trump afirmó que Asfura era el único candidato hondureño con el que su administración republicana trabajaría, luchando juntos contra los “narcocomunistas”. El presidente estadounidense incluso amenazó con cortar la cooperación con Honduras si el empresario y candidato derechista no ganaba la Presidencia.
El polémico anuncio sobre Juan Orlando Hernández
La injerencia escaló cuando Donald Trump anunció su intención de indultar al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado en Estados Unidos por narcotráfico, si su afín, Nasry Asfura, resultaba ganador de la contienda.
La autoproclamación de Salvador Nasralla
Aunque el conteo oficial muestra un empate técnico, Salvador Nasralla se ha declarado «ganador proyectado» basándose en una estimación publicada por él mismo en sus redes sociales.
Nasralla afirmó en un mensaje en la red social X que faltan por contar muchos votos en departamentos cruciales del país, especialmente Cortés, el departamento más poblado. Aseguró que en esa circunscripción la votación le fue favorable y espera llevarse más del 60 por ciento de los votos.
La proyección publicada por Nasralla le otorgaría una ventaja de unos 120,000 votos sobre Asfura:
- Nasralla: 1 millón 276,000 votos (48.8 por ciento).
- Asfura: 1 millón 156,000 votos (44.2 por ciento).
- Moncada: 410,000 votos (15.7 por ciento).
El candidato centrista argumentó que departamentos como Yoro, Atlántida y Colón también serían favorables a su candidatura, mientras que Asfura «gana muchos departamentos rurales» cuyo peso electoral es «menor» que el norte urbano. De ahí su sentencia sobre su contrincante: “Le queda poco por crecer a Papi”.
Ausencia de segunda vuelta
Pese a la tensión y el lento conteo que mantenía las calles de la capital, Tegucigalpa, en general tranquilas, la legislación electoral hondureña es clara: no contempla la figura de la segunda vuelta. Por lo tanto, el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos será el próximo inquilino del Palacio José Cecilio del Valle, la sede presidencial.
Tras momentos de emoción inicial en las sedes de campaña el domingo por la noche, tanto Asfura como Nasralla evitaron reclamar la victoria, indicando que aún era pronto para confirmar los resultados. Previamente, Asfura se había presentado como un político pragmático, destacando sus populares proyectos de infraestructura cuando fue alcalde de la capital.
La polarización del escrutinio y la presión externa colocan a Honduras en una posición de alta volatilidad política, donde el resultado final, por estrecho que sea, determinará no solo el liderazgo interno, sino también las relaciones críticas con la administración republicana en Washington.








