
En una jugada estratégica que redefine el mapa del consumo en México, Marcelo Ebrard presentó un ambicioso acuerdo con grandes empresas para aumentar la presencia de productos hechos en México en supermercados y comercios del país.
México apuesta por lo suyo: el corazón del nuevo acuerdo comercial
El gobierno federal, en voz del secretario de Economía Marcelo Ebrard y respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum, lanzó el “Acuerdo Voluntario para el Aumento de Contenido Nacional”, una iniciativa que busca potenciar la manufactura y el consumo de productos mexicanos en todos los canales comerciales del país.
Este plan, parte del Plan México, fue sellado con 22 grupos empresariales que controlan desde tiendas de autoservicio hasta farmacias y plataformas digitales. Su objetivo: elevar de manera significativa el porcentaje de productos nacionales en los puntos de venta más importantes del país.
¿Qué cambia en los supermercados?
Según Ebrard, en tiendas de autoservicio —como Walmart, Soriana o Chedraui— el contenido nacional pasará del 50% al 70% en tres años. Esto implica que de cada 10 productos en anaqueles, 7 deberán ser hechos en México.
Este incremento representa una reconfiguración logística, productiva y comercial que afectará tanto a grandes fabricantes como a pequeñas y medianas empresas mexicanas.
Más producción, más empleos, más México
El trasfondo económico del acuerdo es claro: estimular la industria nacional y generar empleo. Según Ebrard, priorizar lo que se produce y se manufactura en el país permitirá fortalecer la economía desde adentro, con beneficios tangibles para el sector productivo nacional.
Radiografía del impacto por canal de venta
- Tiendas de autoservicio: del 50% al 70% de contenido nacional.
- Tiendas departamentales: del 30% al 42%.
- Minoristas: del 50% al 70%.
- Farmacias: del 40% al 55%.
Estos cambios, aunque parezcan porcentajes menores, suponen miles de millones de pesos en redistribución de compras, una reorganización del abasto y una oportunidad inédita para productores locales.
Comercio digital: la gran frontera de lo nacional
Ebrard subrayó otro reto clave: el comercio electrónico. En plataformas digitales, hoy no es claro qué productos son hechos en México. La nueva estrategia buscará aumentar la visibilidad, disponibilidad y ubicación de estos productos, permitiendo que el consumidor identifique con facilidad su origen.
“Ahora sí lo vas a tener claro, el qué está hecho en México y el qué no está hecho en México”, afirmó Ebrard.
Este aspecto apunta no sólo al consumidor tradicional, sino al mercado joven y urbano, donde el e-commerce ya no es una opción, sino un canal prioritario de compra.
El T-MEC en el horizonte: ¿qué significa para este plan?
En paralelo, Ebrard anunció que en el segundo semestre de 2025 comenzará la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque no hay una modificación anticipada, el proceso incluirá consultas internas y diálogos trilaterales.
Este contexto podría ser decisivo para el acuerdo de contenido nacional: un México que negocia desde una postura de mayor autosuficiencia podría tener más fuerza para defender su producción interna frente a las presiones externas del tratado.
“Vamos a tener un diálogo muy importante entorno al tratado”, dijo Ebrard, en referencia a los temas prioritarios que México quiere llevar a la mesa.
Una estrategia con implicaciones profundas
El “Acuerdo Voluntario para el Aumento de Contenido Nacional” no es sólo una medida económica. Es una declaración política y una apuesta industrial en un momento clave para el país. Con una administración recién estrenada, este movimiento busca consolidar un modelo económico más soberano, más local y más estratégico.
Para las empresas mexicanas, es una invitación —y también un reto— a subir su capacidad de producción, certificarse, competir en calidad y atender una demanda que podría crecer en volumen y exigencia.
Para los consumidores, es una oportunidad de reconectar con lo nacional, no sólo por identidad, sino por precio, calidad y responsabilidad social.
Un México que se vende y se compra a sí mismo
El impulso de productos hechos en México no es solo una estrategia de abasto, sino una política de desarrollo nacional que se proyecta hacia el futuro. Aumentar su presencia en supermercados, farmacias y plataformas digitales es también fortalecer a las familias, a las comunidades productoras y a la soberanía económica del país.
En medio de un entorno internacional complejo, México elige mirar hacia adentro, potenciar su talento y su industria, y redefinir su consumo cotidiano. El acuerdo firmado es un primer paso: el verdadero desafío será que esa transformación llegue a cada anaquel, cada carrito y cada hogar.