
Por Martín G. Iglesias
Si fuese descendiente directo de la Gran Cultura Maya, como lo son cerca de 250 mil quintanarroenses, propondría que julio fuese llamado “Mes de la Dignidad Maya”, en conmemoración del levantamiento de la rebelión contra la opresión y explotación indígena el 30 de julio de 1847.
Lo digo porque al conmemorar este mes el 178 Aniversario del levantamiento Maya, hay una resistencia silenciosa que pasa desapercibida, aún por aquellos representantes populares del pueblo que ocupan una curul en las legislaturas quintanarroenses.
Por ejemplo, el conservar la lengua maya, es parte de esta resistencia que las mujeres mayas han preservado desde hace milenios, son ellas quienes desde el seno del hogar enseñan a sus hijos a hablar “la maya”, como se dice en las comunidades de los cinco municipios donde está el mayor número de asentamientos de los descendientes de esta gran cultura.
He de anotar, aunque muchos no estén de acuerdo, que hay un nuevo colonialismo desde 1974, cuando Quintana Roo pasó de ser territorio a Estado Libre y Soberano, pero disociado de la Gran Cultura Maya, pues sus derechos, costumbres y tradiciones fueron hechas a un lado; con el argumento de la llegada de la modernidad y del desarrollo, sí, pero no para ellos, sino para “los colonialistas”.
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Los mayas, también resisten a través de las prácticas culturales identitarias como la danza, la lengua, el tejido, la pintura, la espiritualidad, la medicina ancestral y la vestimenta tradicional; en ese contexto, las mujeres articularon una resistencia frente al colonialismo ejercido desde el Estado.
En mi experiencia durante años de recorridos por las comunidades mayas, de observar sus tradiciones desde que se levantan hasta que se pone el sol, la conducta de este gran pueblo, las expresiones de conservar la lengua, la vestimenta, la comida y la música son muestras de lucha por la soberanía cultural, la memoria colectiva y la preservación de una cosmovisión propia. El hogar, en el monte y los espacios rituales se han constituido en escenarios de resistencia simbólicos y políticos.
Observo más allá, para la mujer maya, la vestimenta o el huipil, los cantos, el rol como transmisora de saberes y como educadora comunitaria constituyen territorios simbólicos de lucha por la dignidad y la soberanía cultural.

Concluyo al decir que las prácticas espirituales y ceremoniales del pueblo Maya, como la adoración a la Cruz Parlante, no solo forman parte de su vida cotidiana, sino que constituyen un pilar fundamental en la defensa de su identidad frente al colonialismo, porque no aceptaron la religión impuesta por el pensamiento evangelizador, sino que conformaron un sincretismo como lo que ya conocían de la cosmovisión maya.
Las mujeres, como cuidadoras de los saberes ancestrales, canalizadoras de la memoria oral y partícipes activas en las ceremonias tradicionales, preservaron los rituales sagrados que articulan la relación con los espíritus, la naturaleza y los ancestros. Desde la interpretación de sueños, la atención de los parta, hasta la ejecución de cantos ceremoniales, su participación garantizó la continuidad de una epistemología indígena basada en la reciprocidad, el equilibrio y la comunión con el entorno. Ahí se las dejo…
SASCAB
Por cierto, hoy se llevará a cabo el sexto Foro para escuchar todas las voces en la implementación de la semana laboral de 40 horas, organizado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) del Gobierno de México. El primer Foro fue realizado en la Ciudad de México el 19 de junio pasado; el segundo, fue organizado en Monterrey, Nuevo León el 23 de junio de este año; el tercer Foro, lo discutieron el 26 de junio en Guadalajara, Jalisco; el cuarto la STPS lo realizó en Tijuana, Baja California el pasado 30 de junio y; el quinto fue en Querétaro, Querétaro, el 3 de julio.
Esta propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), será analizada por los diputados y senadores al inicio del próximo periodo legislativo, es decir, el 1 de septiembre, con lo que puede quedar aprobada e iniciar su aplicación a partir del próximo año. Será paulatino: 2026, 47 horas; 2027, 46 horas; 2028, 44 horas; 2029, 42 horas y en 2030, 40 horas. Al tiempo…