Redacción/CARIBE PENINSULAR
CANCÚN, 20 de agosto.- El segundo incidente de descarrilamiento de un vagón del Tren Maya llevó a Greenpeace México a reiterar su llamado al gobierno federal para suspender las nuevas obras iniciadas en abril pasado y revisar las condiciones de operación del sistema ferroviario.
“Un descarrilamiento es una alerta que no debe ser ignorada”, advirtió la organización ambientalista.
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La agrupación recordó que en el Tramo 5, donde el suelo kárstico presenta huecos y está formado por caliza blanda que se disuelve con el agua, existe un alto riesgo de colapsos bajo el peso de trenes que circulan a velocidades de entre 120 y 160 kilómetros por hora.
Greenpeace México subrayó que las autoridades ambientales deben priorizar la protección de la selva maya, de las comunidades locales y de las personas usuarias del Tren Maya, así como de todo el ecosistema que se ve afectado por la obra.