Greenpeace escala estela de luz exigiendo protección urgente de la Selva Maya

Activistas de Greenpeace escalan la Estela de Luz demandando al gobierno protección para la Selva Maya ante deforestación y proyectos como el Tren Maya.
Greenpeace escala estela de luz exigiendo protección urgente de la Selva Maya

Ciudad de México. Activistas de Greenpeace México escalaron la Estela de Luz este martes 23 de septiembre de 2025 para desplegar una enorme manta, clamando al gobierno mexicano por la protección integral de la Selva Maya. La acción dramática busca visibilizar las graves amenazas que enfrenta el segundo pulmón de América.

Una protesta en las alturas: El grito de la Selva Maya

La jornada de protesta comenzó alrededor de las 5:30 de la mañana. Unos 30 activistas se movilizaron, con nueve de ellos portando cascos, arneses y cuerdas. Mientras una valla se formaba alrededor de la Estela de Luz, sus compañeros iniciaron el ascenso. A unos 70 metros de altura, las nueve personas ambientalistas desplegaron una lona con el mensaje: “La Selva Maya grita. SEMARNAT ¡Sálvala!”, acompañada por la imagen de un jaguar.

Esta acción subraya una profunda preocupación. De acuerdo con integrantes de la organización ambiental, la Selva Maya está siendo devastada. Enfrenta múltiples amenazas que incluyen la agroindustria, las mega-granjas porcícolas, proyectos inmobiliarios, turísticos y de infraestructura ferroviaria, comprometiendo su biodiversidad vital.

Deforestación y omisión oficial: El contexto de la crisis

Carlos Samayoa, coordinador de la campaña de Greenpeace México, enfatizó la magnitud del daño. “En los últimos cinco años fueron deforestadas casi 300 mil hectáreas de ese ecosistema”, señaló. El especialista alertó sobre la presión de diversas industrias: “Estamos hablando del pulmón más importante de México y el segundo más grande la región y hoy está bajo la presión de la industria inmobiliaria, de la hotelera, de la infraestructura ferroviaria y otras que solo ven en la Selva la posibilidad de extraer recursos en beneficio propio”.

Samayoa fue contundente al denunciar la inacción de las autoridades: “Esto está sucediendo ante los ojos y con el permiso de la autoridad encargada de protegerla, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)”.

Proyectos gubernamentales y autorizaciones polémicas

La crítica de Greenpeace se sustenta en hechos previos reconocidos por el propio gobierno. Se recordó que en marzo pasado, el gobierno admitió los impactos ambientales causados por la construcción del Tramo 5 del Tren Maya, que ha deforestado más de 10 millones de árboles y provocado “impactos irreversibles” para especies en peligro de extinción.

Además, Greenpeace México denunció nuevas autorizaciones preocupantes. Se han otorgado permisos a la empresa CEMEX para la extracción de material pétreo en un predio de 650 hectáreas de selva virgen en las inmediaciones de Tulum. Esta operación se enmarca en el crecimiento inmobiliario descontrolado, asociado directamente al turismo masivo en la región.

Las presiones ambientales persisten. El gobierno mexicano anunció un plan de “desarrollo turístico de bajo impacto” en las inmediaciones de lo que en su momento fue Calica. Asimismo, la SEMARNAT autorizó la construcción de un tren de carga del Tren Maya en Cancún, lo que implica una expansión de la infraestructura ferroviaria que va más allá del transporte de pasajeros.

Al insistir en que esta expansión de proyectos amenaza gravemente la biodiversidad de la región, Greenpeace México demandó a la SEMARNAT que “de manera urgente” trabaje junto a organizaciones, expertos y comunidades. El objetivo es establecer un plan integral de protección de la Selva Maya, indispensable para la conservación de este invaluable patrimonio natural.

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