
Por Martín G. Iglesias
En esta era exponencial de medios de comunicación digitales, así como la decisión de la fuente política de anunciar sus propios proyectos y programas sin utilizar intermediarios, me hace pensar sobre la responsabilidad de comunicar correctamente los hechos que son de interés social, los de las figuras públicas y que, por ende, los que viven del presupuesto, presupuesto que es pagado con el dinero de los contribuyentes.
Quiero que el amable lector piense en dos hechos que sucedieron la semana pasada, el primero tiene que ver con la licencia que pidió el senador de Quintana Roo, Eugenio Segura Vázquez, por un solo día, el 28 de junio pasado, pero no fue comunicado a la población quintanarroense por su equipo de Comunicación Social, solo nos enteramos por un escueto comunicado del Senado donde el suplente, Francisco Carrillo Flores, el presidente del Senado le tomaba protesta.
El segundo caso, tiene que ver con la combi rotulada que tiene el diputado local Eric Arcila Arjona, con la que hace promoción de su imagen, además argumenta que la trae desde hace seis meses, porque se dedica a la gestoría, olvidando totalmente que su función es legislar, hacer leyes, reglamentos y decretos para el buen funcionamiento de los tres poderes del Estado.
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Ambos hechos no eran relevantes, pues fueron guardados por sus respectivos equipos de comunicación social, o más grave, consideraron que no era importante informar a la ciudadanía sobre estos hechos, a pesar de que el cargo de Senador y de Diputado Local, fue otorgado por medio del voto de los electores y el sueldo que devengan, así como todas sus actividades inherentes al cargo, son pagadas con el dinero público, ese que se obtiene por el pago de impuestos de todos los quintanarroenses.
Les pongo un ejemplo de la responsabilidad de comunicar cuando eres una figura pública: Si un doctor se calla algo del diagnóstico de un paciente y luego al morir se descubre este hecho sin lugar a dudas que se le acusaría de mala praxis. Algo así ocurre cuando un comunicador decide “hacer invisible” un hecho que atañe y afecta al país, estado o municipio. Eso le hace daño a uno sociedad porque entonces empiezan las especulaciones y en lugar de ayudarse con una imagen pública correcta, provoca una desconfianza que luego es difícil de recuperar.
La obligación de brindar información legítima es una responsabilidad de cualquier persona dedicada a la vida pública, estando sujetos a una obligatoriedad moral de procurar y respetar la información que brindan, evitando la influencia de ideologías, creencias o interés particulares que pudieran acentuar o atenuar lo que comparten.
El derecho a la información no es propiedad ni del comunicador, ni de la empresa de medios, sino de los ciudadanos, por ello, la objetividad de la información que se brinda resulta ser una de las mayores responsabilidades que tienen los que dedican su actividad a la vida pública. Ahí se las dejo…
SASCAB
Por cierto, este mes en Playa del Carmen, el 16 para ser específico, el gobierno Municipal celebra la Feria del Carmen, por eso su presidenta Estefanía Mercado dio un adelanto: el reconocido artista ‘El Malilla’ se presentará el próximo 11 de julio a las 21:00 horas en la emblemática Plaza 28 de Julio.
Este anuncio es respuesta directa a lo que la juventud de Playa del Carmen expresó en redes sociales y en la calle, pidiendo un espectáculo que conecte con su energía y sus gustos.
La Feria del Carmen 2025 será un espacio para la convivencia familiar, la cultura y la diversión, en un ambiente seguro y con actividades para todas y todos. El Gobierno Municipal refrenda así su compromiso de escuchar y responder a la voz de la ciudadanía. Al tiempo…