
Informes y estudios han destacado un síntoma distintivo en ciertas variantes recientes de COVID-19: la “garganta de cuchilla”. Esta sensación de dolor extremo y agudo al tragar, descrita por pacientes, se asocia a cambios específicos en cómo el virus SARS-CoV-2 infecta el tracto respiratorio superior.
Definición del síntoma: La “garganta de cuchilla”
El léxico de la pandemia ha adoptado términos coloquiales que describen fielmente las experiencias. La “garganta de cuchilla” o “garganta de cuchillas de afeitar” va más allá del dolor de garganta común (faringitis).
Se refiere a un dolor agudo, severo y debilitante, especialmente intenso durante la deglución e incluso al hablar.
- Metáforas de pacientes como sentir que se “tragan cuchillas de afeitar” o que “mil dagas diminutas apuñalan” subrayan su intensidad.
- Esta severidad la distingue cualitativamente del dolor de garganta leve de otros virus respiratorios como el resfriado común.
- La intensidad misma se ha convertido en una pista diagnóstica.
Emergencia de un síntoma distintivo asociado a variantes
La prominencia de la “garganta de cuchilla” está ligada a la evolución del SARS-CoV-2. Su aparición se rastrea a variantes específicas que alteraron el cuadro sintomático.
El término “COVID de garganta de cuchilla” ganó notoriedad con la variante NB.1.8.1, apodada “Nimbus”, informada a mediados de 2025 impulsando un aumento de casos.
- Médicos en el Reino Unido, India y otras regiones identificaron esta variante con irritaciones de garganta muy dolorosas.
- Para mediados de 2025, Nimbus representaba un porcentaje significativo de infecciones secuenciadas globalmente y en Estados Unidos.
De manera más amplia, la evidencia sugiere que el dolor de garganta severo se hizo más frecuente con la variante Ómicron y sus subvariantes, como KP.2 (parte de las mutaciones FLiRT) y JN.1.
- Estas variantes tienden a infectar el tracto respiratorio superior (nariz y garganta) más que cepas anteriores como Delta (mayor afinidad por pulmones).
- Este cambio demuestra que la presentación de la COVID-19 no es estática.
- El surgimiento de la “garganta de cuchilla” indica un cambio biológico subyacente en el patógeno, reflejando su adaptación continua.
Base virológica de la faringitis severa
La intensidad de la “garganta de cuchilla” es resultado directo de cambios en la biología del SARS-CoV-2. La evolución de Ómicron y descendientes modificó la interacción con células de la garganta.
Mecanismo fundamental: Replicación viral e inflamación
El dolor de garganta viral inicia cuando el virus SARS-CoV-2 infecta células del epitelio de la faringe.
- El virus usa la maquinaria celular para replicarse.
- El sistema inmunitario lo detecta y desata una cascada inflamatoria local.
- Células y mediadores inmunitarios causan vasodilatación, edema, enrojecimiento e irritación.
- Esta respuesta se percibe como dolor.
Este es el mecanismo común, pero la severidad en la “garganta de cuchilla” se explica por un cambio de tropismo.
Cambio de tropismo viral: De pulmones a garganta
El tropismo viral es la afinidad por ciertos tejidos. Variantes tempranas (Wuhan, Delta) tenían fuerte tropismo por el tracto respiratorio inferior, llevando a neumonía.
El linaje de Ómicron representa un punto de inflexión. Estudios y observaciones clínicas demuestran que Ómicron y subvariantes (incluyendo KP.2 y JN.1) infectan y se replican preferencial y más eficientemente en el tracto respiratorio superior (nariz y garganta).
- Este cambio explica por qué síntomas como dolor de garganta intenso y congestión nasal dominaron.
- El virus optimiza su transmisibilidad replicándose en vías aéreas superiores, facilitando la expulsión viral.
- El dolor extremo es “daño colateral” de esta estrategia evolutiva exitosa.
Claves moleculares: Uso alterado de receptores ACE2 y TMPRSS2
El cambio de tropismo se basa en alteraciones moleculares en la entrada viral a las células. El SARS-CoV-2 usa la proteína Spike para unirse al receptor ACE2 y necesita activación por proteasas del huésped.
Variantes tempranas dependían de la proteasa TMPRSS2, abundante en tejido pulmonar. Ómicron, con mutaciones en Spike, evolucionó para usar una vía alternativa y más versátil.
- Esta nueva vía es menos dependiente de TMPRSS2.
- Puede usar otra proteasa, la Catepsina L (CTSL), vía entrada endosomal.
Las células de la garganta tienen altos niveles de ACE2 pero pueden tener niveles más bajos de TMPRSS2 que las pulmonares.
- La menor dependencia de Ómicron de TMPRSS2 y su capacidad para usar vías alternativas le da ventaja para infectar eficientemente células de la garganta.
- Alta replicación viral en faringe causa respuesta inflamatoria local más robusta y agresiva.
- Esto se traduce en daño tisular extenso y el dolor agudo de la “garganta de cuchilla”.
Daño celular y formación de sincitios
Otro mecanismo es la capacidad del virus de inducir fusión celular. La proteína Spike puede fusionar células infectadas con vecinas, creando masas multinucleadas llamadas sincitios.
- Esto permite la propagación viral directa entre células.
- La formación y muerte de sincitios contribuye al daño tisular e intensifica la inflamación local.
- Aunque la investigación sobre sincitios por variantes como Nimbus está en curso, es un factor plausible para la irritación y el dolor severo.
Diagnóstico diferencial de la faringitis por COVID-19
El dolor de garganta severo puede tener varias causas. Un diagnóstico diferencial preciso es crucial, ya que el tratamiento varía. La confirmación de COVID-19 requiere una prueba específica, pero el conjunto de síntomas ayuda a orientar.
Importancia de las constelaciones de síntomas
Ningún síntoma aislado es definitivo. El conjunto de manifestaciones, su patrón y cronología permiten diferenciar. La presencia o ausencia de fiebre, tos, congestión, dolores musculares, etc., configura el cuadro clínico.
La diferenciación es fundamental; por ejemplo, antibióticos para faringitis estreptocócica son ineficaces contra COVID-19.
COVID-19 vs. faringitis estreptocócica
Distinción importante por implicaciones terapéuticas.
- Agente Causal: COVID-19 es viral (SARS-CoV-2), faringitis estreptocócica es bacteriana (Streptococcus pyogenes).
- Distinciones Clave:
* Faringitis estreptocócica: Inicio abrupto, dolor muy severo, dolor al tragar, fiebre, amígdalas rojas/inflamadas/con pus. Por lo general, no presenta tos, secreción nasal o congestión. * COVID-19 (“garganta de cuchilla”): Probablemente acompañada de otros síntomas respiratorios como tos, congestión o goteo nasal.
- Diagnóstico: Confirmación estreptocócica requiere prueba rápida o cultivo faríngeo médico. Dolor extremo sin tos/congestión sugiere descartar infección estreptocócica.
COVID-19 vs. influenza (gripe)
Ambas son infecciones virales sistémicas con síntomas compartidos.
- Agente Causal: SARS-CoV-2 para COVID-19, virus de la influenza A o B para gripe.
- Distinciones Clave:
* Gripe: Inicio más súbito. Fiebre, dolores musculares (mialgias), fatiga a menudo más intensos/incapacitantes. * COVID-19: Inicio más gradual. La pérdida del gusto o del olfato (ageusia/anosmia), aunque menos común con variantes recientes, sigue siendo distintiva y rara en gripe.
COVID-19 vs. resfriado común y alergias estacionales
- Agente Causal: Resfriado común (virus, ej. rinovirus), alergias (reacción a alérgenos, no infección).
- Distinciones Clave:
* Resfriado común: Dolor de garganta leve a moderado, rara vez severo (“de cuchilla”). Principalmente congestión, goteo, estornudos. Fiebre rara. * Alergias: Picor prominente (ojos, nariz, garganta). No asociado a fiebre, dolores corporales o malestar general de COVID-19.
Presentamos un perfil comparativo de síntomas para orientación inicial:
- Dolor de Garganta: Común, a menudo severo (“de cuchilla”) en COVID-19; Común en Influenza; Común, inicio rápido y muy severo en Faringitis Estreptocócica; Común, leve a moderado en Resfriado Común; A veces, por goteo posnasal en Alergias Estacionales.
- Fiebre: A veces en COVID-19; Común, inicio súbito en Influenza; Común en Faringitis Estreptocócica; Raro en Resfriado Común; Ausente en Alergias Estacionales.
- Tos: Común (seca o productiva) en COVID-19; Común (generalmente seca) en Influenza; Raro/Ausente en Faringitis Estreptocócica; Común, leve en Resfriado Común; A veces (por irritación) en Alergias Estacionales.
- Dolores Musculares: A veces en COVID-19; Común, a menudo severos en Influenza; A veces en Faringitis Estreptocócica; Leves en Resfriado Común; Ausente en Alergias Estacionales.
- Fatiga/Cansancio: Común en COVID-19; Común, a menudo severa en Influenza; A veces en Faringitis Estreptocócica; Leve en Resfriado Común; A veces en Alergias Estacionales.
- Congestión/Goteo Nasal: Común en COVID-19; Común en Influenza; Raro/Ausente en Faringitis Estreptocócica; Muy Común en Resfriado Común; Común en Alergias Estacionales.
- Estornudos: A veces en COVID-19; A veces en Influenza; Ausente en Faringitis Estreptocócica; Común en Resfriado Común; Común en Alergias Estacionales.
- Pérdida de Gusto/Olfato: A veces en COVID-19; Raro en Influenza; Ausente en Faringitis Estreptocócica; Ausente en Resfriado Común; A veces (por congestión) en Alergias Estacionales.
- Picor (Ojos/Nariz): Ausente en COVID-19, Influenza, Faringitis Estreptocócica, Resfriado Común; Común en Alergias Estacionales.
- Placas/Pus en Amígdalas: Ausente en COVID-19, Influenza, Resfriado Común, Alergias Estacionales; Común en Faringitis Estreptocócica.
Manejo, tratamiento y recuperación
El manejo de la “garganta de cuchilla” por COVID-19 busca controlar el dolor para permitir hidratación y descanso. El dolor extremo al tragar puede llevar a deshidratación.
Alivio sintomático en el hogar
Estrategias no farmacológicas para aliviar el malestar:
- Hidratación Estratégica: Pilar del tratamiento. Mantener mucosas húmedas, prevenir deshidratación. Líquidos tibios (té con miel para >1 año, caldos) o fríos (hielo, helados, paletas) para efecto anestésico.
- Modificación de la Dieta: Priorizar alimentos blandos (purés, yogures, sopas, batidos) para minimizar irritación.
- Control Ambiental: Humidificador de aire frío o vaporizador, duchas de vapor, ayudan a calmar tejidos.
- Gárgaras con Agua Salina: Agua tibia y sal (¼-½ cucharadita en 240 ml agua) pueden reducir inflamación/dolor por efecto osmótico.
- Reposo: Físico, para el sistema inmunitario. Vocal (hablar poco), reduce tensión/irritación.
- Evitar Irritantes: No fumar, evitar humo de segunda mano, no alcohol. Resecan/irritan la garganta, el alcohol contribuye a deshidratación.
Intervenciones farmacológicas
Gestión farmacológica del dolor es clave.
- Analgésicos y Antiinflamatorios: Venta libre como paracetamol (acetaminofén) y AINE (ibuprofeno, naproxeno) efectivos para dolor, inflamación, fiebre. Alternar paracetamol e ibuprofeno puede dar control más constante.
- Tratamientos Tópicos: Pastillas para garganta (mentol, benzocaína, anestésico local) y aerosoles faríngeos dan alivio temporal/localizado.
- Terapia Antiviral: Para pacientes con factores de riesgo de enfermedad grave, terapia antiviral (ej. nirmatrelvir/ritonavir – Paxlovid). Requiere receta, iniciar en primeros 5 días. Inhibe replicación viral, puede reducir duración/severidad de síntomas (incluyendo “garganta de cuchilla”) y riesgo de hospitalización. Contactar profesional sin demora tras positivo si hay factores de riesgo.
Duración de los síntomas y recuperación
En casos leves a moderados de COVID-19, síntomas agudos (incluido dolor de garganta) mejoran en una semana a diez días. Incubación: 2-14 días. Si dolor intenso no mejora tras una semana, o síntomas empeoran, buscar evaluación médica.
En una minoría, síntomas pueden persistir semanas/meses/más. Condición conocida como “Condiciones Post-COVID” o “COVID Persistente” (Long COVID). Fatiga, niebla mental, dificultad respiratoria son comunes, pero cualquier síntoma prolongado justifica consulta médica.
Banderas rojas: Señales de alarma de emergencia
Es crucial reconocer señales de progresión grave que requieren atención médica de emergencia inmediata. La aparición de cualquiera de las siguientes indica que la enfermedad escaló a crisis sistémica.
Llamar a servicios de emergencia (como 911) o ir a urgencias ante:
Guía para la acción de emergencia
Señales de alarma reconocidas por organizaciones de salud (ej. CDC, Clínica Mayo):
- Dificultad Respiratoria Severa:
* Problemas para respirar o marcada falta de aire en reposo. * Dolor o presión persistente en el pecho.
- Alteraciones Neurológicas:
* Confusión o empeoramiento de la misma. * Incapacidad para despertarse o permanecer despierto.
- Signos de Hipoxia (Bajo Nivel de Oxígeno):
* Coloración pálida, grisácea o azulada en piel, labios, lecho ungueal (varía según tono de piel).
- Otros Indicadores Críticos:
* Dificultad severa para tragar que impide ingesta de líquidos, llevando a signos de deshidratación (micción escasa/nula, mareos intensos). * Tos con sangre (hemoptisis). * Fiebre alta y persistente que no cede con antipiréticos.
Cuando aparecen estas “banderas rojas”, el foco cambia del manejo del dolor a reconocer una emergencia sistémica. Indican posible fallo de órganos vitales. Actuar pronto puede ser determinante.