
La apuesta cultural de México que busca conquistar la UNESCO
“Siento mucho orgullo”, repite Gabriela Ramos con una mezcla de emoción y convicción. Es más que una frase: es una declaración de principios. Candidata a dirigir la UNESCO, representa no solo a México, sino a un país que ocupa el séptimo lugar mundial en sitios patrimoniales culturales. Su postulación es histórica y estratégica. Y su respaldo presidencial lo dice todo.
¿Quién es Gabriela Ramos y por qué importa su candidatura?
Una figura con trayectoria internacional
Gabriela Ramos no es una improvisada. Su carrera diplomática y multilateral ha sido constante: fue directora de la OCDE y actualmente se desempeña como subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas en la propia UNESCO. Su nombre resuena con fuerza en los pasillos del poder internacional.
“México siempre ha sido un país muy cercano a la UNESCO”, afirma.
“Es un campeón cultural que ocupa el séptimo lugar mundial en términos de sitios patrimoniales culturales universales”.
Una postulación con respaldo presidencial
Uno de los elementos que más ha fortalecido su candidatura es el apoyo directo de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. En entrevista con El Heraldo Televisión, Ramos subrayó la importancia de este gesto político:
“Esta es una candidatura de la presidenta Sheinbaum, evidentemente es alguien muy admirada en el exterior […] por ser la primera mujer en ocupar el puesto, además por sus antecedentes científicos y una visión humanista del desarrollo”.
El respaldo presidencial no solo suma puntos a nivel diplomático; también proyecta una imagen de continuidad institucional en la política exterior mexicana, ahora liderada por una mujer con perfil científico y enfoque humanista.
México, potencia cultural ante el mundo
El séptimo lugar mundial en patrimonio cultural
La afirmación puede sonar grandilocuente, pero es factual: México es uno de los países con mayor número de sitios patrimoniales inscritos en la lista de la UNESCO. La cifra no solo es simbólica, es estratégica: coloca al país en el centro de las políticas culturales internacionales.
Algunos ejemplos de ese patrimonio son:
- Chichén Itzá y Uxmal (Yucatán)
- Palenque (Chiapas)
- Teotihuacán (Estado de México)
- Centro histórico de Oaxaca y Puebla
Este posicionamiento ha sido clave en la diplomacia cultural mexicana y en su proyección en foros multilaterales.
La diplomacia cultural como política de Estado
Desde el siglo XX, México ha hecho de la cultura una herramienta de relaciones internacionales. La candidatura de Ramos encaja perfectamente en esa tradición, pero con una novedad: la perspectiva de género y de desarrollo humano, que caracteriza tanto a ella como a Sheinbaum.
Claudia Sheinbaum, una aliada estratégica en la escena global
La primera presidenta mexicana como impulsora de talento
El hecho de que Gabriela Ramos nombre a Claudia Sheinbaum como impulsora de su candidatura no es casual. En sus propias palabras, la presidenta “es muy admirada en el exterior” no solo por su género, sino por su formación científica y visión humanista.
Ese binomio, ciencia y humanismo, ha sido el sello de la nueva administración. La presencia de Ramos en la UNESCO refuerza ese mensaje ante el mundo.
El impacto internacional de una visión humanista
Desde su rol en la OCDE hasta su llegada a la UNESCO, Ramos ha promovido políticas de equidad, derechos humanos y desarrollo sostenible. Si llega a dirigir el organismo, México tendría voz directa en debates cruciales sobre educación, ciencia y cultura a nivel global.
La UNESCO y México: una historia de cercanía
Décadas de colaboración y presencia activa
La relación entre México y la UNESCO no es nueva. Desde su incorporación al organismo en 1946, el país ha sido uno de los miembros más activos, especialmente en temas de patrimonio, educación indígena y conservación ambiental.
México ha:
- Impulsado programas de alfabetización y educación rural
- Liderado iniciativas para la protección del patrimonio inmaterial
- Apoyado la inclusión de expresiones culturales como la cocina tradicional mexicana y el mariachi en la lista de Patrimonio Intangible
Una posible dirección con enfoque latinoamericano
El nombramiento de Gabriela Ramos marcaría también un regreso del liderazgo latinoamericano en organismos internacionales, en un momento donde el sur global reclama más representación y equidad.
¿Qué significa esta candidatura para el Caribe Mexicano?
Visibilizar la riqueza patrimonial del sureste
La postulación de Ramos tiene implicaciones directas para regiones como el Caribe Mexicano y el sureste del país, donde se concentran algunos de los sitios más icónicos del patrimonio nacional. Desde las zonas arqueológicas hasta las reservas naturales, la UNESCO puede ser aliada en su preservación y proyección internacional.
Oportunidades para el turismo cultural y científico
Un liderazgo mexicano en la UNESCO abriría nuevas oportunidades de cooperación, financiamiento y visibilidad para proyectos locales, tanto en turismo cultural como en investigación científica y conservación ambiental.
Esto es particularmente relevante para estados como Quintana Roo, Yucatán y Campeche, cuyas economías están estrechamente ligadas a la cultura y el medio ambiente.
¿Puede una mujer mexicana dirigir el futuro cultural del planeta?
La candidatura de Gabriela Ramos a la UNESCO no es solo una historia de orgullo nacional. Es una jugada estratégica en la política internacional, una apuesta por el talento femenino, la diplomacia cultural y el reconocimiento del sur global.
En un mundo fragmentado por conflictos y crisis, ¿puede el liderazgo de una mujer mexicana con visión humanista guiar a la UNESCO hacia una nueva era?