Fraude agravado: La fiscalía pide cárcel para la influencer Chiara Ferragni

El caso de fraude agravado contra Chiara Ferragni es un parteaguas. La solicitud de prisión de 1 año y 8 meses pone en evidencia la delgada línea entre el marketing digital y el engaño criminal, y cómo el “Pandorogate” obliga a redefinir la responsabilidad ética de los influencers globales.
Fraude agravado: La fiscalía pide cárcel para la influencer Chiara Ferragni

El nombre de Chiara Ferragni vuelve a ocupar titulares globales. La empresaria italiana, más allá de la moda y el lujo, enfrenta el capítulo más delicado de su carrera: el «Pandorogate». La Fiscalía de Milán ha solicitado una condena de un año y ocho meses de prisión por un supuesto fraude agravado relacionado con dulces navideños, poniendo en el centro el debate ético del contenido digital.

La solicitud formal de prisión y los implicados

La Fiscalía de la ciudad italiana de Milán solicitó este martes, 25 de noviembre de 2025, la condena de un año y ocho meses de prisión para la famosa influencer Chiara Ferragni.

El fiscal Cristian Barilli, junto con el fiscal adjunto Eugenio Fusco, solicitó ante el juez Ilio Mannucci Pacini la condena de la celebridad por fraude agravado.

La misma pena de un año y ocho meses fue solicitada para su antiguo mano derecha y colaborador, Fabio Maria Damato. Para el presidente de la empresa Cerealitalia-ID, Franco Cannilo, quien colaboró en la producción de los productos, se pidió un año de prisión.

Aunque la cifra de prisión suena alarmante, es importante subrayar dos elementos cruciales en este proceso:

  • El proceso se lleva a cabo bajo un procedimiento abreviado, lo que permite reducciones sustanciales de la pena en caso de que el juez determine culpabilidad.
  • Una solicitud de la Fiscalía no implica una sentencia automática; la resolución final será dictada por el juez.

El Pandorogate: un negocio de supuestos fines benéficos

Ferragni, una de las figuras más reconocidas en el mundo digital y las redes sociales, acabó sentada en el banquillo por la promoción con supuestos fines benéficos que hizo con su marca en 2021 y 2022. La controversia se deriva de la venta de unos bizcochos típicos de cada Navidad en Italia, llamados ‘pandoros’, de la marca Balocco, y de unos huevos de Pascua de Dolci Preziosi.

Los investigadores centraron su atención en los siguientes hallazgos:

  • La marca Balocco vendió los pandoros con el logotipo de Ferragni a más de 9 euros, lo que representa el triple de su costo habitual.
  • La campaña de publicidad insinuaba que cada venta incluiría una donación para el hospital pediátrico Regina Margherita de Turín.
  • Sin embargo, se acabó descubriendo que la donación se había hecho ‘a priori’ y no estaba vinculada a las ventas.

Las cifras que acusan a la celebridad

El presunto esquema de estafa radicó en la comunicación engañosa. La donación de 50 mil euros al Hospital Regina Margherita de Turín se había realizado meses antes de que iniciaran las ventas, las cuales, según los reportes, superaron el millón de euros.

De acuerdo con la Fiscalía, la promoción habría generado beneficios económicos para las empresas vinculadas a la influencer, estimándose que Ferragni habría obtenido un beneficio personal en torno a 2.2 millones de euros.

La defensa, el resarcimiento y el proceso judicial

Chiara Ferragni acudió a la audiencia en el Tribunal de Milán el 25 de noviembre de 2025, ingresando por el garaje para evitar a la prensa. A su salida, dio una breve declaración a la prensa local, manteniendo su postura:

> «Todo lo que han hecho ha sido de buena fe. Ninguno de nosotros se ha lucrado.»

La bloguera declaró que hubo errores en la comunicación de la campaña, una postura que ya había reconocido públicamente tras recibir una millonaria multa en 2023. De hecho, antes de que iniciara el juicio, la empresaria ya había desembolsado más de 3.4 millones de euros entre multas, donaciones y compensaciones, un gesto que la Fiscalía reconoció como atenuante.

Además, Ferragni anunció previamente que devolvería un millón de euros al hospital pediátrico.

El juicio, instruido por procedimiento abreviado por voluntad de la propia acusada, empezó el pasado 4 de noviembre en el Tribunal de Milán. En esa primera vista, el juez examinó las solicitudes de las partes afectadas:

  • Una mujer que se sintió estafada recibió los 500 euros que había solicitado a Ferragni como resarcimiento, sintiendo que estaba haciendo una acción benéfica al comprar los productos.
  • La asociación Casa del Consumatore rechazó una oferta de acuerdo de 5 mil euros y ha solicitado que se lleve a cabo una campaña en redes sociales destinada a prevenir estafas.

La próxima vista tendrá lugar el 19 de diciembre. Será el turno de la defensa de la influencer y sus coimputados para presentar sus alegatos finales. Solo entonces se conocerá la resolución, que podría ir desde una absolución hasta una pena reducida o alternativa.

Repercusión mediática y el nuevo capítulo personal

El caso detonó un intenso debate sobre la responsabilidad ética de los creadores de contenido, especialmente cuando las campañas tocan temas sensibles como la beneficencia. La tormenta mediática obligó a Ferragni a retirarse durante un largo tiempo de la vida pública y de las redes sociales.

Este proceso legal y mediático provocó una crisis de su marca y la ruptura con su pareja y padre de sus dos hijos, el rapero Fedez. Sin embargo, a un año de esta separación, la información provista en las fuentes señala que Chiara Ferragni confirma su relación con Giovanni Tronchetti.

El tema central de este proceso legal —la transparencia en campañas solidarias— ha puesto bajo la lupa a todo el sector digital, marcando uno de los procesos judiciales más visibles en la industria de creadores de contenido.

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