
Agencias
Yucatán.-Fueron presentadas como una propuesta innovadora para modernizar el transporte turístico en Mérida y terminó como ejemplo de improvisación costosa. Las seis calesas eléctricas adquiridas durante el gobierno municipal de Renán Barrera fueron finalmente relegadas a los zoológicos Animaya y Centenario, tras confirmarse que no cumplen con los estándares operativos para circular por la ciudad.
Con una inversión superior a los tres millones de pesos, los vehículos fueron comprados sin evaluaciones técnicas suficientes, lo que resultó en fallas graves de batería y autonomía.
Durante meses, las unidades permanecieron en desuso, almacenadas sin servir al propósito para el que fueron adquiridas, dejando al descubierto la falta de planeación y supervisión en la gestión de recursos públicos.
Ante el evidente fracaso, la alcaldesa de Mérida Cecilia Patrón anunció que las calesas serán reutilizadas para recorridos internos en los zoológicos, donde las distancias cortas permitirían su funcionamiento limitado.
También adelantó el desarrollo de nuevos modelos, más eficientes y funcionales, lo que implica una tácita aceptación del error anterior.
Por lo pronto, la única medida que sigue en pie del plan original es que las calesas tiradas por caballos operen solo por las tardes, como protección ante las altas temperaturas.
La intención original de sustituir el uso de caballos por una alternativa más ética y sustentable, quedó completamente desvirtuada.
La falta de estudios previos, pruebas técnicas y planeación, convirtieron una buena idea en un nuevo caso de despilfarro institucional.
Red Informativa del Sureste (RIS)